Previa | Real Madrid – PSG. Yo ya estoy muerta

Hola:

SI estas leyendo esto es porque ya estoy muerta.

Yo que tantas veces sentí la vida corriendo por mis venas, yo que vibré de emoción e hice temblar los cimientos no solo de un estadio, si no de una ciudad entera.  Yo que cabalgue por todo el mundo enarbolando una bandera que acogía bajo su sombra a millones de voces…

Yo que fui capaz de paralizar Madrid para poder ver a nuestros ídolos, yo que tantas y tantas veces coloreé de blanco gradas multicolor, yo que canté el “We are de champions” hasta quedarme sin voz y aún así saque un último aliento para entonar el “como no te voy a querer” yo ya estoy muerta.

Me inocularon un virus que me hizo entender mal la realidad, me nuble y perdí perspectiva, no entendía lo que significaba exigencia y mucho menos lo que significaba señorío, comencé a criticar de manera desmesurada a jugadores que se rompían la cara por nuestro escudo, pedía dimisiones de directivos que habían saneado las cuentas y mejorado la imagen del club, pedía la salida de miembros de la plantilla y la llegada de otros como si yo misma fuera la directora deportiva. Aplaudía a jugadores de otros equipos mientras pitaba a los del mío, estaba enferma de gravedad.

Hubo una época en la que creía que mi enfermedad había pasado a ser crónica y ya no me mataría, aprendería a vivir con ella porque a pesar de todo, el equipo seguía ganando. Los demás me miraban y podía ver en las miradas de unos, pena, en las de otros simplemente un gesto burlón sabedores de mi mal y de que yo misma me encargaría de acabar con todo.

Pero todo se complicó cuando insensata de mi quise probar un remedio que terminaría siendo letal para mí. Bebí de las aguas de la prensa deportiva, me dejé llevar por sus titulares sensacionalistas y sus informaciones sesgadas, comencé a dejar de pensar por mi misma y a dejarme dirigir, mi opinión comenzó a ser la que me dictaban desde los periódicos o las ondas, todo mi conocimiento se limitaba a lo que decía uno u otro periodista hasta el punto de no retorno.

Punto en el que crucifique a un jugador que nunca ha dicho una palabra mas alta que otra, que jamás dijo nada malo del club y que entre otras hazañas ha ganado cuatro Copas de Europa para mí, le silbe, le critique y hasta le insulté, basando mis argumentos en lo que había leído o escuchado de boca de otro, es tarde para mí, tenia una luna llena preciosa delante de mí, pero mis ojos solo veían un dedo.

Se despide de vosotros:  La afición del Real Madrid

Ahora a sabiendas de que estamos solos contra todo y contra todos, espero que el reducto de madridistas que son capaces aún de ver la luna, esta noche se vistan de gala con el once de Zidane y lleven al equipo en volandas a una victoria de muchísimo prestigio y con sabor de venganza ante el PSG. No importa quien juegue, no importa quien marque, no importa quien sea el primero en dejarse la piel, porque hoy tras saber del deceso, solo importa el Real Madrid.

Los comentarios estan cerrados.