Crónica | Kashima Antlers 1-3 Real Madrid
Bale quiere más
Una vez más, y ya van tres años seguidos, cuando llegan estas fechas el Madrid tiene el premio del Mundial de Clubes tras haber conseguido la deseada Champions. Se suele decir que es un título menor, pero a todos los equipos les gustaría poder disputarlo.
Debutaba el equipo blanco contra el Kashima japonés, al que ya nos enfrentamos hace dos años en la final del torneo y que nos forzó la prórroga. Avisados como estaban los madridistas, más aún tras la sorpresa en la eliminatoria anterior en la que cayó River, el partido empezaba con susto para la portería de Courtois. En el 1’ el guardameta belga tuvo que hacer su primera parada y enviar el balón a córner. Tras eso, el partido era espeso, lento, sin ocasiones de gol y casi de guante blanco, ya que ambos equipos miraban cómo el rival movía la pelota cuando la tenía.
A partir del 15’, el Madrid empezó a dominar con más claridad. Si bien no tenía ocasiones claras, se dio cuenta que por la banda de Bale se podía hacer mucho daño. Y todo el peligro en esta primera mitad vino por ahí. En el 27’ el galés tendría la primera oportunidad, aunque no acertó a rematar un balón que se le quedó franco en el punto de penalti. Cinco minutos después, una nueva internada por banda izquierda, acabaría con un cabezazo de Benzema que se marcharía fuera. Los blancos definitivamente habían metido una marcha más. Así, al filo del descanso, acabaría llegando el primer gol del encuentro. Como no podía ser de otra forma, la banda izquierda acabaría dando sus frutos. Bale hacía una pared con Marcelo y cruzaba con la izquierda al segundo palo.
En la segunda parte se vio que el Madrid no quería sustos y salió decidido a sentenciar cuanto antes. El ritmo era otro y la pelota se movía con mayor fluidez, con Kroos y Modric a los mandos. Benzema, que estaba cuajando un gran partido, casi hace el segundo, pero el defensa japonés la sacó bajo palos cuando ya se cantaba el gol. En el 52’ un error de Sato, que cedía el balón hacia su portería, lo aprovecharía Gareth Bale para transformar el 2-0. Y no habían pasado ni dos minutos cuando el goleador madridista completaría el hat-trick. Marcelo desde la frontal abría hacia Bale y éste la metería por la escuadra más lejana con un tiro potente.
A partir de ahí el partido se acabó. Solari empezaría a dar descansos y el primero sería el protagonista del partido. El autor de los tres goles madridistas dejaba su puesto a Marco Asensio, aunque el mallorquín acabaría resintiéndose de sus molestias y diez minutos después abandonaba el campo, al que saldría Casemiro, que volvía después de muchas semanas lesionado.
Pudo marcar algún gol más el Madrid, sobre todo con una ocasión de Lucas Vázquez que perdonaba un mano a mano frente al portero. Precisamente Lucas sería el siguiente jugador en ser sustituido, en esta ocasión por Isco. Con todo decidido, el equipo de Solari levantó el pie del acelerador y empezó a pensar en la final del sábado. Fruto de ello, el Kashima hizo el 3-1, obra de Doi y que acabó subiendo al marcador tras el veredicto del VAR.
Finalmente, volveremos a estar en otra final. Y Bale cuando huele a metal afila su instinto, como ha demostrado hoy. Esperemos que el próximo sábado (17:30 horas) esté en el mismo estado de gracia y el equipo pueda volver a Madrid con la copa bajo el brazo.
XI Real Madrid: Courtois, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo, Kroos, M. Llorente, Modric, Benzema, Bale (Asensio 60´) (Casemiro 74´), Lucas V. (Isco 68´).
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