Crónica R Madrid Atelti Ciudad Vikinga

Cuando los indios intentan atacar una ciudad vikinga solo puede pasar lo que ha pasado hoy en Valdebebas. Venían los Siux de Simeone con tambores de campeón pese a ser la jornada trece y pese a ser tribu de naturaleza, no recordaron eso de no vender la piel del oso. Las hordas de Zidane esperaban sedientas de sangre con los cadáveres de Sevilla y Borussia aun en el campo de batalla, ordenados y preparados para la batalla. Para vigilar, nadie, porque Mateu estuvo pero no compareció.

Arrancaba la contienda y los Vikingos probaban suerte con el lanzamiento de lanzas, a ver esos indios de pecho descubierto como se defendían. Primero Modric, pero cruzo en exceso, luego Karim el grande, que vio como Oblack despejaba hacía el poste. No había heridos, pero los piel roja ya sabían que los blancos no habían llegado para mirar.  Una vez conseguido el objetivo de que el rival replegara filas, llegaba el momento del arma secreta de los nórdicos, los escuderos. Famosas estas tropas empujando y golpeando, defendiendo a los compañeros evitándoles recibir golpes. Y nosotros tenemos al mejor escudero de todos, Casemiro. Tras un córner botado en el minuto catorce, remataba de cabeza a la red.  Aun no lo sabían, pero a la postre ese golpe sería mortal de necesidad. Otra vez un córner y otra vez de cabeza, no siendo yo de mal meter, pero si eso no reabre heridas yo ya no se…

Con el marcador a favor llegaba el momento de los generales, los blancos colocaban en mitad del campo de batalla a Modric y Kross para que los ejércitos se movieran al son que ellos mandaban. En una coreografía perfecta el Real parecía un muelle, de abajo hacía arriba, todas las líneas a la vez y en sintonía. Al filo del descanso pudimos ver como los Siux recurrían a su práctica predilecta, la guerra sucia. Primero Savic con un agarrón y posterior empujón a Vinicius y luego Koke con un pelotazo al brasileño con el tiempo cumplido, constataron algo que ya se sabía. Ante la falta de calidad, agresividad, ante la falta de recursos, suciedad.

Tras el descanso el jefe indio, Simeone, propuso cambios ofensivos en busca del empate, le honra. Lo único que habíamos visto ofensivo de Simeone hasta ahora eran declaraciones en rueda de prensa. En el primer lance, Lemar, en una acción que nos recuerda a la famosa de Pepe con Alves, solo vio tarjeta amarilla, en mi opinión, naranja. Minutos después, Lody deja un balón comprometido en la frontal, Benzema cede para Kroos que es arrollado por Correa, no fue penalti por escasos centímetros. Parecía que había calado mas el mensaje de Koke y Savic que el del Cholo, a no ser que fuera el mismo, cosa que no descarto. Lo intentaba Ramos de falta directa y Medy en el rechace desde fuera, sin suerte los dos.

Tras diez minutos, los indios consiguieron romper la barrera defensiva por primera vez y un centro raso de Llorente esta apunto de ser transformado por Lemar que remata fuera. Un susto que espoleó a los vikingos que furiosos volvieron a la carga. Se volvió a recurrir al ataque lejano y en esas Carvajal enganchaba un balón que tras tocar el palo y la espalda de Oblack se convertía en el segundo tanto local.  Los vikingos ensangrentados y las filas indias partidas en dos con cada envestida blanca. Cuando el Madrid huele la sangre no lo puedes detener.

Los atléticos orgullosos tiraron de carácter para buscar una recompensa que no encontraron. Estuvo cerca Saul con un buen cabezazo en la única intervención de Courtois, pero una vez mas se demostró quien manda en la capital.

Nos quedo tiempo para que Lucas buscara su premio, pero respondió bien Oblack, el de Curtis se lo está mereciendo y mucho.

Zidane ha resucitado a un equipo que como los vikingos, cuando luchan juntos, escudos, espadas, hachas y lanzas son invencibles. En Europa lo saben desde hace casi un siglo y en nuestra capital también aunque alguno lo quiera tapar bajo lagrimas de cocodrilo.

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