Tarde propicia para una película de miedo después de comer. Una película de esas que el titulo traducido al castellano de las ingles se parece lo mismo que Mariano a Cristiano Ronaldo.
El Madrid visitaba el Alcoraz en un momento muy delicado y acumulando bajas como el colecciona cromos. Ramos, Carvajal, Valverde, Lucas Vázquez, Isco, Hazard y Rodrygo por lesión y Militao por la cartulina roja del último partido. El panorama era desolador, sobre todo cuando mirabas el banquillo y para completarlo, Zidane tuvo que incluir al tercer portero.
La alineación, la prevista, no había lugar para mucha sorpresa. Courtois, Odriozola, Nacho, Varane y Mendy formaban la línea defensiva. En el centro el clásico Kroos, Casemiro y Modric, para atacar con Vinicius, Asensio y Benzema.
El partido comenzaba mal, nada más arrancar la lluvia se sumaba a la fiesta y la preocupación por el verde aumentaba. Odriozola, nervioso regalaba dos balones en los primeros minutos que propiciaban disparos de los locales, ninguno encontró portería, afortunadamente. El Madrid por medio de un Vinicius que hoy si estuvo valiente, lo intentaba con una internada del brasileño y un disparo de Asensio que tras un rebote se marchaba a córner. Tras el saque del mismo, Nacho remataba alto.
El partido navegaba por esos mares en los que siendo las horas que eran, invitaba mas a la siesta que a la emoción. Mucho balón robado en tres cuartos y juego trabado. Hasta que cerca de la media hora Kroos activó al equipo. Primero filtrando un pase de fantasía a Vinicius que tiraba una vaselina, aunque la jugada estaba anulada por fuera de juego. Luego con otro pase entre líneas a Odriozola que centraba, pero Asensio se resbalaba cuando iba a rematar.
Vería tarjeta el alemán por un pisotón a Maffeo en el treinta y uno, no jugara en Getafe entre semana.
La mejor jugada de la primera parte la vimos en el minuto treinta y cuatro, tras una gran jugada en la que participaron hasta cinco jugadores. La bola llegaba a Benzema al borde del área que con espacio disparaba fuerte al palo derecho, pero Álvaro se estiraba bien para despejar la pelota.
Fue ya con la primera mitad languideciendo cuando pudimos ver la primera amonestación para los locales. Maffeo tras dos faltas previas, sigue su presión y derriba a Nacho, bien amonestado.
Equipos al vestuario y a pensar en como logar la victoria en los segundos cuarenta y cinco minutos. El partido parecía ir cayendo poco a poco del lado visitante ya que el Huesca había dado un paso atrás en su presión.
Pero nada más lejos de la realidad, puesto que el Huesca salió a por el partido desde el arranque. En el primer minuto Rico estrellaba un balón en el larguero, primer aviso. Y solo dos minutos después, tras una contra en la que el balance defensivo solo era un concepto en la cabeza de Zidane llegaba el gol local. Balón de banda a banda y Galan que llega solo, engancha un disparo que se mete por la misma escuadra de Courtois que nada pudo hacer. Esta película ya nos la conocíamos todos. No se conformaba el Huesca que tan solo dos minutos después de marcar volvía a estrellar un balón en el larguero, por medio de Rafa Mir.
El olor a cadáver que desprendía el equipo llamaba a los carroñeros, que en los medios y las redes sociales ya se relamían. Pero el gusto les duro poco, tan solo tres minutos después, en el cincuenta y dos, veríamos dos hechos que podemos calificar de históricos. El primero que nos señalen una falta en la frontal y más si además como en esta ocasión viene acompañada de tarjeta. El segundo, que la misma la lance Benzema, que, por cierto, la ejecuto de fábula estrellando el balón en el larguero. El rechace de la madera lo aprovechaba Varane para poner el empate de cabeza. Uno a uno y un partido de cuarenta minutos por delante.
Despertaba el Madrid como el muerto resucitado que quiere aprovechar su segunda oportunidad. Rondando la hora de encuentro, Asensio iba abriéndose paso a recortes hasta entrar en el área y disparar, lastima que su disparo lo desviaba Pulido a córner. Rafa Mir no quería que el Madrid reaccionara y en una contra estuvo cerca de volver a marcar. Pero Thibu reacciona como se espera de un portero del Madrid, sacando una mano salvadora que dejaría inmóvil el marcador.
De ahí al final, el partido se convirtió en un monologo blanco que se volcaba sobre el área oscense. Primero Benzema tras una jugada en la que hubo hasta cuatro paredes y luego Marcelo que había entrado por Odriozola lesionado, dispararon a portería. El marcador seguía parado en el uno a uno, pero el segundo gol era cuestión de tiempo. Tanto era así que en el minuto sesenta y siete Benzema remataba a “bocajarro” desde el área pequeña y el balón se estrellaba con violencia en el pecho de Álvaro evitando el desempate. La volvió a tener el francés, muy activo hoy, en el ochenta y de nuevo el portero local desviaba a córner.
Tuvimos que esperar al ochenta y tres para ver que Zidane trabaja algo más que los disparos a portería que nos enseña la cuenta oficial del club en las redes. Jugada de estrategia que ya hemos visto este año un par de veces, tras saque de una falta. Kroos la pone larga, buscando a Casemiro en el segundo palo y este cede de cabeza al primero donde entra un central. Hoy el remate del brasileño se envenenó y se iba hacia la portería, respondía bien Álvaro, pero en el rechace, de nuevo Varane, convertía el segundo.
Victoria trabajada y luchada por el Madrid, que como si de una premoción de Zidane en rueda de prensa se tratara, parece demostrar que se merece un respeto y que van a pelear hasta el final.