No hubo manera. Los tres puntos se quedan en casa de un Talavera que venció por 2-1 al Real Madrid Castilla. El partido estuvo muy igualado, con dos equipos que son conscientes de lo que se juegan en cada encuentro, pero en esta ocasión los goles los pusieron los toledanos. Los de Solari reaccionaron bien, pero no pudieron convertir sus ganas en tantos, viendo que la victoria se les escapaba. La Segunda B es una competición muy dura y cada punto puede ser importante a final del temporada.
El comienzo del partido estuvo disputado, con los dos equipos tanteándose mutuamente. Finalmente, sin embargo, los talaveranos empezaron a dominar y el Castilla se conformó con esperar y atacar a la contra. Las arrancadas rápidas de Óscar o Cristo hacían daño en la zaga del Talavera, pero los hoy locales también tenían las suyas. Entraban en el área con frecuencia, si bien se encontraban siempre con Jaume o los centrales, muy atentos. El estado del césped no invitaba a la conducción rápida, lo que hacía muy difícil atacar. Los toledanos optaron entonces por colgar balones, explotando su faceta de juego aéreo, pero sin fortuna. El conjunto de Solari, por su parte, hizo algún intento desde media distancia en las botas de Mancebo, que tampoco llegó a buen puerto.
El encuentro se complicó para ambos equipos, trabándose en la media. El Castilla empezó a presionar más arriba y con más fuerza, haciendo imposible la salida de balón del Talavera. Se sucedían las faltas cerca del círculo central, lo que paró el ritmo del partido. No obstante, Franchu tuvo entonces la ocasión más clara, un disparo desde la izquierda que sacó in extremis San José. En ese momento, se anuló un gol al Talavera por fuera de juego en la segunda jugada de un córner, y el partido volvió a despertar. Los de Solari salieron en tromba buscando algo positivo antes del descanso. Seoane, de los más activos, reclamó un penalti y casi aprovechó un error de Machuca para hacer el 0-1. Aun así, el marcador no se movió y al entretiempo nos marchamos con empate a 0 en el marcador.
A la salida de vestuarios vimos un Castilla que ya no estaba dispuesto a esperar como en la primera parte. Poco a poco, los blancos iban ganando terreno e hilvanando jugadas. En ningún momento desarticularon por completo al Talavera, pero fueron consiguiendo acercarse a la portería de Machuca. Las defensas estaban muy correctas, impidiendo las ocasiones claras, y aun así vimos ya las primeras opciones serias de adelantarse. Entonces, una internada del Talavera dio lugar a una sucesión de córners que terminaron en el 1-0. Desde la esquina, la pelota tocó en San José, luego en un jugador blanco y despistó a Belman. El gol se dio al lanzador, Óscar Prats.
Sin embargo, la alegría duró poco en Talavera, porque a los dos minutos Óscar colgó una falta desde el lateral teledirigida a la cabeza de Manu Hernando, que consiguió el empate a 1.
El partido empezaba de nuevo a falta de 20 minutos para el final. El cansancio acumulado provocó que los marcajes se desdibujaran, facilitando el ataque. Solari, viendo la dinámica, retiró a Cristo en favor de Campuzano. La conducción estaba casi imposible y San José, defensa local, lo sufrió en sus propias carnes, pues se le complicó un balón en su propia frontal y a punto estuvo Seoane de resolver la jugada con el 1-2. El ritmo de ida y vuelta que le imprimieron ambos equipos al encuentro podía haber terminado con un gol para cualquiera de los dos, pero la fortuna sonrió a los locales. Una jugada individual espectacular de Cristian, que sentó a Tejero, terminó con un disparo con la zurda inapelable.
El 2-1 invitó a Solari a arriesgar y quitar a Jaume en lugar de Fidalgo, y poco después a hacer lo propio con Mancebo en favor de Dani Gómez. El Real Madrid Castilla sabía que se lo jugaba todo y se lanzó al ataque con fuerzas renovadas. Los de Solari lo intentaron con centros laterales, con disparos desde la media distancia y con internadas en el área, pero la pelota no quiso entrar. De este modo, para cuando se cumplieron los 90 minutos el electrónico seguía reflejando ese 2-1 favorable al Talavera.
Así, el filial madridista se coloca con 34 puntos (9 victorias, 7 empates, 8 derrotas). En la tabla ocupa la novena posición, a 7 puntos de puestos de playoffs de ascenso, a falta de disputarse los encuentros de los cuatro equipos de arriba. No es una distancia insalvable, pero tiene muchos competidores. Sin ir más lejos, en la próxima jornada recibirán en el Di Stéfano a otro rival directo, el Navalcarnero, con horario aún por determinar.
