Dura derrota del Real Madrid en San Mamés en otro partido muy desorganizado.
El Campeonato de Liga contaba en el día de hoy con una de esas fechas extrañas en las que se adelanta la jornada por el capricho de llevarse la Supercopa a Arabia, de ahí que hoy se jugara la jornada 19 cuando aún tenemos un partido aplazado sin recuperar y otras 3 jornadas aún para llegar a esa fecha.
Dentro de este contexto raruno, el Real Madrid pareció contagiarse y volvió a dar muestras de no ser un bloque realmente entrenado y preparado para competir en partidos de élite donde toca sacar el carácter para conseguir sacar cosas positivas.
El equipo se mostró desorganizado, sin ideas para conseguir jugadas de ataque claras, dejando mucho espacio y llegada al Athletic, quien empujado por su hinchada y aprovechando la velocidad por bandas de los hermanos Williams conseguía crear una sensación muy clara de peligro cada vez que tocaba el balón.
Tuvo, además, mala fortuna el Madrid que pudo adelantarse en el minuto 13 cuando un disparo de Fran García rebotaba en un defensa bilbaíno y le caía a Mbappé, quien solo en el área pequeña conseguía marcar. Sin embargo, el árbitro anularía el gol por fuera de juego del delantero francés. No acabó la cosa ahí, pues el VAR llamó al colegiado Sánchez Martínez para revisar un posible penalty a Rodrygo en la misma jugada. Al final, pese a que el penal fue claro y que el gol debería haber subido al marcador… el colegiado decidió que ni una cosa ni la otra y balón para el Athletic por fuera de juego. Inexplicable decisión…
Y hablando de Rodrygo y Mbappé, las sensaciones que dejó este partido fueron muy distintas. Si bien el brasileño intentó mostrar una cara siempre ofensiva e intentando crear y llevar peligro al área, a Mbappé ni está ni se le espera…
Falló el penalty del 1-1, erró un par de ocasiones muy claras tirando al muñeco y se le vio muy desconectado en general del juego del equipo, retrasando mucho los ataques y sin lanzar siquiera un solo desmarque que generase un daño real a la defensa… aunque tampoco ayudaba que cuando Fede y Bellingham llegaban arriba, no había nadie más que ellos dos para intentar trenzar algo de peligro creando un agujero en el medio donde casi podría sestear el Athletic. Mejoró el equipo algo con las entradas de Modric y Brahim, pero el problema siguió siendo el mismo.
Con todas estas señales, era evidente que la mala suerte se cebaría también con el equipo en defensa y así llegaron los dos goles locales. El primero, tras un centro peligroso al área permitido por 3 jugadores madridistas que se quedaron mirando la jugada y por un error de Asencio en el despeje. Courtois metía la mano, pero el rechace quedaría a botas de Álex Berenguer que solo tenía que empujar a gol. El segundo, llegaría al poco de empatar, cuando Fede Valverde cometía un inexplicable error de cadetes regalando un balón atrás en campo propio que Guruzeta no desaprovecharía para el 2-1.
Nuestro gol, fue obra de Jude tras un disparo desde fuera de Mbappé que no alcanzó a atajar Julen Aguirrezabala, el mismo protagonista que minutos antes había parado un penalty al decepcionante delantero francés.
Ni siquiera hubo resquicios de querer levantar esto, véase así la entrada al minuto 87 de dos jugadores de ataque como Endrick y Arda Güler cuando tu equipo necesitaba goles para ganar el partido y los titulares no daban para más.
En resumidas cuentas, dormimos a 4 puntos (con un partido menos) del líder y solo 1 por delante del tercer clasificado. No se si nos han gafado, si falta preparación física y mental, si no hay estudio previo real de los partidos o cuál es el problema real, pero entre los jugadores sin nivel, otros desenchufados y todos en general desde el cuerpo técnico hasta el último de la plantilla rindiendo muy por debajo de lo esperado y visto el pasado año, esto parece un tren cuesta abajo y sin frenos. Veremos qué tal se da Montilivi este fin de semana…
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