Crónica: Real Madrid 3-0 Mallorca

Victoria plácida en la semifinal de la Supercopa de España con goles de Bellingham, Valjent (propia puerta) y Rodrygo.

Llegaba el momento de jugar otra de esas rarezas que recorren el fútbol español actualmente, quizá la más desviada posible de la afición. Sí, amigas y amigos, tocaba la competición antes conocida como Supercopa de España, que en los últimos años se ha convertido en una suerte de torneucho de fútbol en Arabia Saudí.

El rival, el Mallorca, venía con la vitola de subcampeón de la pasada Copa del Rey y quería refrendar su buen paso en la temporada dando la sorpresa e intentando meterse en la final. El Madrid, en cambio, se enfrentaba a su 3° partido en menos de una semana con el siguiente once titular: Courtois; Mendy, Rüdiger, Tchouaméni, Lucas Vázquez; Camavinga, Valverde; Vinícius, Bellingham, Rodrygo; Mbappé.

Comenzó el partido con buen paso del conjunto de Carlo Ancelotti, quien consiguió realizar varios remates a puerta durante los primeros 11 minutos de partido que obligaron a Greif a emplearse a fondo para evitar el gol madridista.

Generaba mucho peligro el Madrid por las bandas, sobre todo en la izquierda con Mbappé y Vini rompiendo la defensa balear con velocidad y regates eléctricos. Estas internadas generaban, evidentemente, algún que otro roce y así Maffeo (feo como futbolista y también como persona) no paraba de buscar a Vini para provocarlo sin que nuestro brasileño favorito entrase al trapo de esas provocaciones.

Ya a la media hora de partido, ese empuje blanco parecía haberse estabilizado aunque seguía siendo el equipo que generaba más sensación de peligro frente a la portería rival.

La ssegunda parte entró con más parsimonia en el ritmo de juego, parándose más aún por varios choques cabeza con cabeza entre jugadores, primero entre Camavinga y Muriqui, y más tarde entre Tchouaméni y Larin. Tremendos choques de trenes entre las dos jugadas, acabando mal parado Tchouaméni que sería sustituido por Asencio al minuto 55.

5 mminutos después, llegada la hora de partido, el primer gol llegaría obra de Jude Bellingham. Una jugada con centro al área acabaría en un remate de Rodrygo al poste, el balón sería recogido por Mbappé quien disparaba a puerta encontrando una gran parada de Greif y, finalmente, Bellingham anotaría por debajo de la defensa el 1-0. Otro gol de Jude que sigue en racha, curiosamente en el tiro más difícil de los 3 rechaces.

A partir del gol, el partido volvió a entrar en un momento aburrido con el Madrid tocando mucho balón y jugando con el tiempo ante un Mallorca fatigado que prefería esperar a luchar por el empate.

Salió Ceballos como recambio de Fede, que se retiraba con molestias musculares y ya con el bueno de Dani en el campo, Vini estuvo a punto de marcar uno de esos goles históricos pero tras sentar a dos defensas, el disparo final se le marchó desviado.

Habría que esperar al descuento para que un gran balón filtrado de Brahim hacia Mbappé fuese desviado por Valjent hacia su propia portería para el 2-0.

Rodrygo se encargaría de sentenciar el partido empujando a placer un maravilloso centro de Lucas Vázquez desde la banda certificando el 3-0 definitivo. Un pequeño gesto de Bellingham sobre Maffeo en la celebración del gol desató un pique del jugador balear que pasó de querer «noquear a Vinícius en 10 segundos» a llorar al mínimo contacto. Tuvo que ser Asencio quien le mandara al orden demostrando que este chaval tiene no solo el nivel recomendable sino también el punto de carácter y corazón especial que se necesita para el primer equipo del Real Madrid.

Esperan el Barça y sus trampas en la final, partido duro pero con muchas ganas de repetir la victoria de la última edición.

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