Rudy cumple 600 partidos con el Real Madrid. Así se forja un emblema.

Pablo Laso: "Rudy para nosotros llega al punto de ser casi un emblema"

Este pasado domingo Rudy Fernández ha disputado ante el Río Breogán su partido 600 con la camiseta del Real Madrid, cifra redonda que le permite agrandar aún más su leyenda. Actualmente se encuentra el octavo jugador del Madrid con más partidos disputados en ACB (desde la fecha en que la liga cuenta estas estadísticas) y va camino de convertirse en uno de los jugadores que más veces se ponga la camiseta blanca en la historia del club.

El balear llegó al club blanco en 2011, por el lock out de la NBA, pero se tuvo que marchar de nuevo a EEUU a mitad de temporada para disputar el que sería su último año en el baloncesto americano con los Denver Nuggets. Desde entonces ha conquistado 2 Euroligas, 1 Intercontinental, 5 Copas del Rey, 5 Ligas ACB y 7 Supercopas, consiguiendo, además, varias distinciones individuales: MVP de la final de la ACB 17/18, MVP de la Copa en 2015, MVP de la Supercopa en 2012, mejor quinteto de la Euroliga en 2013 y 2014, segundo mejor quinteto de la Euroliga en 2015 y quinteto ideal de la ACB en 2013 y 2014.


Fuente: ultimahora.es // día de su presentación

La realidad es que su llegada al Real Madrid supuso un antes y un después en la historia de una sección que pasaba por uno de sus momentos más difíciles, tanto en lo que se refiere a resultados como a seguimiento por parte de los aficionados. Rudy, considerado uno de los mejores jugadores europeos en aquel momento, volvía a España para liderar al equipo blanco y devolverlo a la élite. Y lo hizo.

El Madrid de Laso, seguramente, jamás habría sido lo que es sin la presencia de Rudy. Con él llegó la ilusión, el espectáculo, la competitividad y la sensación en las gradas de que el club sí estaba entonces preparado para pelear por todos los títulos. A pesar de los 20 trofeos que ha levantado hasta ahora vestido de blanco, su mayor triunfo fue precisamente ese, devolver la pelota naranja a la camiseta blanca.

En sus 11 temporadas en el Madrid, más allá de los títulos, también ha conseguido estadísticas muy destacadas en lo individual. En Euroliga promedia 9,6 puntos, 36% en triples, 3 rebotes, 1 recuperación y 2,5 asistencias en 256 partidos. En ACB, 20 minutos, 9,5 puntos, 36% en triples, 2,7 rebotes, 1 recuperación y 2 asistencias para los 10,7 de valoración en los 307 partidos disputados.


Fuente: cope.es

Sus números, con el paso de los años, han ido disminuyendo, pero no así su importancia en el equipo. Rudy es de los pocos jugadores que puede valorar negativo y ser el más determinante del partido. Su influencia en el juego del Madrid es clave para los resultados de los partidos y no siempre es a través de estadísticas que se contabilizan. Ahora no mete tantos puntos ni hace jugadas tan espectaculares como cuando tenía menos años y menos lesiones, pero sabe qué hacer en cada momento para aportar a su equipo.

Muestra de ello es que Pablo Laso siempre le utiliza en momentos calientes de los partidos porque sabe que en esos instantes Rudy juega su mejor baloncesto. Hasta el punto de que en los últimos meses está jugando incluso de ala-pívot, algo inconcebible en un jugador de 1,96 de altura y 83 kg de peso. Da igual, Rudy se adapta, utiliza su altísimo IQ baloncestístico y la apuesta sale bien.

“Rudy para nosotros llega al punto de ser casi un emblema”. Esas son las últimas palabras que decía Laso sobre el mallorquín. No es cuestión de títulos ni de estadísticas, es un emblema por 11 temporadas de talento, pasión, carácter y espectáculo. A sus 36 años, su carrera como jugador se va agotando irremediablemente, pero deseamos que sume algún centenar más a esos 600 encuentros. Queremos más Rudy.

Necesitamos más Rudy.

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