Este pasado domingo, el Real Madrid visitaba al Girona, un choque inédito hasta la fecha: nunca antes ambos equipos se vieron las caras en competición doméstica o en la Copa del Rey.
Un Madrid necesitado de puntos, pues un pinchazo supondría alejarse a 8 puntos de la cabeza de la liga, frente a un equipo que solamente tenía en su poder la misma ilusión que se tiene la noche de reyes.
El Madrid salió dubitativo, sin precisión y, aunque se adelantó en el marcador en la primera parte gracias a un tanto de pillo de Isco, el Real Madrid no presentó síntomas de querer llevarse la victoria. Tanto es así que al inicio de la segunda parte, el Girona conseguía poner las tablas en el marcador y en 4 minutos, y con un gol que no debería de haber subido al marcador, por fuera de juego, le dio la vuelta al encuentro. Y aunque el Madrid tiró de su tradicional arrebato, el conjunto catalán supo achicar aguas hasta el pitido final.
El Madrid se dejaba, no solo 3 puntos en Girona o alejarse a 8 del líder de Primera División, sino que también nos hacía desempolvar la historia madridista; pues hay que trasladarse 27 años atrás para recordar cual fue la última derrota del conjunto merengue a manos de un recién ascendido. La ironía de la vida es que el último partido que el Real Madrid perdió contra un equipo que volvía a la división de honor, fue el 28 de octubre de 1990, a manos del Burgos.
27 años y 1 día después, el Madrid volvía a perder de la misma forma, aunque se adelantan en el marcador, terminan perdiendo 2-1.
Este día queda amargo para el conjunto de Chamartín y sus aficionados, pero lo guardan con letras de oro Girona y Burgos, pues consiguieron tumbar a todo un grande del fútbol español y mundial.
