Crónica | RM 2-0 FCB. El clásico Real Madrid de las grandes noches
Llegaba por fin el Domingo, las 21:00 de la noche, el cierre de la jornada 26 de la Liga y el Clásico. Pero no un clásico cualquiera. Uno de esos partidos que pueden definir una liga, un estado de forma y una victoria que probablemente, para dos equipos que no llegaban en su mejor momento, significaría una motivación y un impulso extra para lo que resta de temporada para el conjunto que se hiciese con ella.
El Barcelona partía con una ventaja de dos puntos por encima del Real Madrid. La victoria del cuadro blaugrana podría suponer un golpe a la liga considerable, y para el cuadro local supondría el hecho de recuperar el liderato y acentuar la crisis de juego que su eterno rival estaba atravesando desde la llegada de Setién al banquillo.
Zidane confiaba en Marcelo, que a la larga le acabaría dando la razón, y sentaba a Modric para darle una oportunidad a Toni Kroos. Por su parte, Setién, en el que sería su primer clásico como entrenador azulgrana, salía de inicio con 4 mediocampistas, con Arthur en lugar de Rakitic y con Ansu Fati en el banquillo
El inicio del partido estaría marcado por el respeto que ambos equipos se tenían mutuamente y por el miedo a fallar de los dos conjuntos. El Real Madrid apretaba mucho arriba con una presión alta que impedía al Barcelona salir con comodidad, pero aún así daban siempre cierta sensación de peligro cada vez que llegaban a la meta de Courtois. De hecho, las mejores ocasiones de la primera parte caerían del lado visitante.
La primera en el minuto 20, en la que, después de una oportunidad que parecía clarísima para el Madrid que acabó en nada, el equipo azulgrana montaba una contra de libro que finalizaba Jordi Alba con un pase atrás y un Griezmann que inexplicablemente no encontraba puerta desde el punto de penalti.
La segunda, en el minuto 33, esta vez en las botas de Arthur, que ganaba en la carrera a Toni Kroos y se plantaba solo ante Courtois, que desmantelaba la ocasión con una parada increíble.
Y en el minuto 38 llegaría la tercera, con un tiro de Messi solo desde la frontal que volvía a atajar el portero belga.
Llegó el descanso con un justo 0-0 en el electrónico. Un Real Madrid que fue mejor en el inicio pero que, tras un bajón físico considerable, cedió el control a un FC Barcelona que prácticamente pudo matar el partido en los últimos 15 minutos.
Empezaría así una segunda parte que parecía no diferenciarse mucho de la primera, al menos en los 10 minutos iniciales. Pero todo cambió alrededor del minuto 55, con un tiro prodigioso de Isco que salvaba Ter Stegen con una parada antológica, que dio alas al equipo blanco y que sin embargo comenzó a hundir al cuadro blaugrana.
A partir de aquí, el Real Madrid apretó el acelerador y activó el modo “acoso y derribo” que tantas veces hemos visto en el equipo de Zidane. El conjunto local atacaba y atacaba, y cada vez que el Barcelona trataba de salir al contragolpe, la ocasión siempre acababa siendo desarbolada por un imperial centro del campo local, con Casemiro y Valverde haciéndose gigantes y con Kroos siendo un día más el maestro de orquesta. El Madrid estaba muy cerca del 1-0.
Y por fin llegaría. Al minuto 70 y de la mano del jugador blanco que más lo había intentado, Vinicius. Pase magistral de Kroos a la espalda de la defensa culé, y el extremo brasileño encaraba a Piqué, que reguló y reguló hasta permitir a Vini sacar el disparo fácil ante Ter Stegen, y tras un rebote en la pierna del defensa, el cuero se colaba en la meta de Marc- André.
El Barça, apurado por el marcador, intentaba llegar y apretar arriba, y tuvo una gran última ocasión en las botas de Messi que desmantelaba Marcelo en el último momento. Pero aún así, los últimos diez minutos del conjunto local nos mostraban como se debe de cerrar un partido en torno al control del balón y fueron capaces de dormir el encuentro hasta el punto de no sufrir lo más mínimo los ataques finales del Barcelona.
De hecho, fue el Madrid quien consiguió anotar el segundo gol del partido. Gracias a un Mariano que, habiendo entrado un minuto antes para suplir a Benzema, se cocinaba una jugada que parecía ser inofensiva y conseguía superar a Umtiti primero y Ter Stegen después prácticamente a base de ímpetu. En la celebracición, emoción y llanto del dominicano, que no estaba pasando por su mejor momento.
Y así se llegaba al final de los 90 minutos en el que ha sido un partidazo a los ojos del espectador. Un derroche físico brutal por parte de ambos conjuntos, oportunidades claras en ambas porterías y dos partes claramente diferenciadas.
Pese a todo, ha sido el Real Madrid quien ha conseguido desnivelar la contienda, dar una marcha más al encuentro cuando parecían agotados de la mano de un gran Vinicius y cerrando el partido con un golazo de Mariano. Destacar que los tres puntos podrían haber caído de cualquier lado, pero ha sido el conjunto local quien ha dado el verdadero golpe sobre la mesa y quien, además de recuperar el liderato, ha hundido un poco más si cabe a un Barça que sale del Bernabéu con malas sensaciones. Para el conjunto blanco, por el contrario, puede suponer la motivación de la que carecían para poder superar el pequeño bache que estaban atravesando y seguir logrando grandes hazañas esta temporada, con el partido en el Etihad a la vuelta de la esquina.
POR: ANTONIO MATEOS
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