Crónica | Real Madrid 1-0 Atleti. Cuando Zidane fue Zidane

Zidane sabedor de que cualquier periodista o aficionado tuitero sabe mucho mejor que él, lo que tiene que hacer para sacar adelante los partidos, se encerró una noche Ipad en mano a leer toda la prensa y todos los tweets que la batería le diera. Y de ahí dedujo que lo importante no son los goles y si el estilo, que Vinicius no vale para nada y a la mañana siguiente fue a mirar la convocatoria del Toteham a ver si alineaban a Bale.

Con todo esto, salimos con cinco centrocampistas de nuevo, contra el Atlet de nuevo, a controlar el partido de nuevo. Y en esas estábamos cuando nos dimos cuenta de que en los entrenamientos se debe hacer algo más que tirar a portería y hacerse fotos de los que ganan la pachanga, porque en un corner se ejecutó una jugada ensayada  que termina con Ramos disparando a placer desde el punto de penalti, pero el camero golpeó mal y no encontró puerta. Minutos después el mismo Ramos dispondría de otro claro remate que también se fue alto.

Eran minutos en los que el Madrid dominaba, sin atacar, pero oye ¿no había nadie contando los pases? Mira que dimos un montón, tantos que por culpa de perder alguno le dimos vida al Atleti que generó peligro a la contra y con balones a la espalda, pero también es cierto que sus dos mejores ocasiones (de tres) fueron un disparo al poste por la parte exterior y un mano a mano de Correa que resultó ser fuera de juego. Seguramente toda la semana, los atléticos se agarraran a un posible de Casemiro sobre Morata, jugada que queda desmontada si ves la toma trasera, desde donde se aprecia a Morata tropezarse con su propia pierna, tal vez mas preocupado por si llegaba de nuevo Valverde que de finalizar la jugada.

En el descanso Zidane recapacito y decidió cambiar el sistema dando entrada a Vinicius y Lucas en detrimento de Isco y Kroos, para jugar con extremos y tener mas profundidad y fue precisamente de Vinicius de quien nace el único gol del encuentro. El brasileño atrae a dos jugadores y dando un pase al espacio que hubiera firmado el mismo Zidane, dejaba a Mendy completamente solo para que el francés que en lo que llevamos de curso, no había puesto un centro bueno, pusiera bien el que realmente tenía que poner para que Benzema rematase a la red de Oblack.

Desde ahí el partido entro en una fase en la que el Madrid fue el claro dominador del encuentro, generando mucho mas futbol y que los vecinos que se olvidaron de que color era la camiseta de Courtois. Fue en los minutos finales, cuando ambos equipos victimas también del cansancio, rompieron el partido provocando varias acciones de tres contra tres o cuatro contra tres, pero sin resultado.

Partido solventado por la mínima y liderato consolidado una semana más. Muchos diran que Zidane se equivoco con el once inicial, otros que primero controló para después romper y otros muchos que la flor no tiene límites. Pero lo realmente cierto es que Zidane volvió a ser Zidane y el Cholo volvió a ser el Cholo y fue ahí cuando se vio quien toco la tecla para ir a por un partido que parecía condenado al cero a cero.

Zidane fue Zidane y el Madrid fue el Madrid, en los primeros cuarenta y cinco minutos quiso ser la filarmónica de Sevilla dirigida por Setien, pero cuando recupero su identidad, una vez más fue el Rock and Roll del Madrid de Zidane.

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