Crónica: Real Sociedad 0-1 Real Madrid

Un solitario gol de Endrick en la primera parte nos da la victoria en la ida de semis

Volvía la Copa al calendario del Real Madrid y, como siempre en este mes de febrero, tocaba luchar en partido grande.

La Real Sociedad era el rival a batir, comenzando además la eliminatoria como local en el partido de ida. El Reale Arena venía de ver a su equipo celebrar cinco victorias seguidad y la afición txuri-urdin quería continuar la buena racha casera.

Para evitarlo, Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial: Courtois; Fran García, Rüdiger, Tchouaméni, Asencio; Bellingham, Camavinga, Ceballos, Arda; Vinícius (capitán hoy) y Endrick.

La primera parte del partido resultó ser eléctrica tanto en llegadas al área de ambos equipo como en tensión, sobre todo de los jugadores de la Real Sociedad que parecían algo pasados de revoluciones en cada balón dividido y posterior protesta.

Sánchez Martínez aplacó estos desaires realizando durante todo el partido una sorprendentemente correcta actuación arbitral, dialogando mucho con los jugadores explicando qué había señalado en cada momento. Cuando las cosas se hacen de manera adecuada, también es necesario decirlo.

En cuanto al juego, el Real Madrid comenzó algo dubitativo con balón acusando mucho la altísima presión que ofrecía un conjunto donostiarra que recuperaba pronto y manejaba el partido en los primeros minutos plantando a muchos jugadores arriba buscando cualquier recoveco en el área madridista para conseguir su gol.

Pero la claridad del Madrid en estos momentos, como ya sabemos, es letal y así lo demostró el gol de Endrick al minuto 19 de partido. Un balón al espacio de Bellingham para Endrick encontraba al brasileño 1 contra 1 frente a la defensa vasca y su gran control con el pecho le ofrecía la ventaja suficiente para plantarse frente a Remiro y definir por bajo y con el exterior para anotar el 0-1.

No aaprovechó el Madrid su momento tras el gol y la Real se intentó reponer del mazazo en botas de Kubo, cuyo disparo obligó a trabajar a Lunin quien cuajó una soberbia actuación en la noche de hoy.

Oyarzábal probó fortuna más tarde, pero de nuevo Lunin mandaba el balón a saque de esquina con otra gran intervención de mérito. Encontraba el peligro el conjunto donostiarra cuando se adentraba en el peligro por banda, aunque el Madrid estuvo muy sobrio durante toda la contienda acumulando gente en el centro de la defensa para evitar posibles disparos desde fuera o llegadas desde segunda línea.

Uno de los grandes baluartes en el día de hoy fue Aurelien Tchouaméni, jugador muy criticado hace no mucho y que ahora parece haber vuelto a su mejor nivel tanto de pivote como de central. Toca señalar también el sacrificio de jugadores como Ceballos, quien puso un muro en el medio y cayó a las ayudas en banda todo lo que pudo, y un Arda Güler que si bien no estuvo nada fino con balón sí se mostró comprometido al cerrar los posibles avances donostiarras por su banda.

Antes de acabar la primera parte, volvimos a ver la cara menos buena del fútbol cuando un grupo de desalmados lanzaron cánticos odiosos de «Asencio, muérete» a nuestro canterano. Vini actuó de capitán avisando al árbitro y el colegiado obligó a activar el protocolo por gritos violentos lanzando el aviso por megafonía.

La segunda parte siguió el mismo guión de la primera, con una Real Sociedad muy voluntariosa pero escasa de cara a puerta y un Madrid al que le fue pesando el partido a medida que iban pasando más y más minutos.

Le tocó sufrir algo más al Madrid por la falta de chispa arriba, algo reflejado en la curiosa posición de Vinícius en el día de hoy, siendo más un organizador/mediapunta que un extremo o delantero al uso. Se centró en seguir defendiendo seriamente la ventaja, aprovechando aquello tan suculento de poder jugar el partido de vuelta en casa y, si bien no fue lo más vistoso, sí es cierto que fue efectivo y viendo cómo transcurrió la otra semifinal del martes casi que nos podemos dar por satisfechos de tener un gol más que el rival.

Pudo caer el segundo en varias acciones de ataque del Real Madrid, pero Remiro demostró una vez más por qué es de los mejores porteros de España y tuvo una actuación excelente que frenó cualquier arreón blanco. Gran noche de ambos porteros.

La peor noticia llegaría en el descanso, cuando un choque sin mala intención entre Kubo y Dani Ceballos terminaba con el utrerano en el suelo y teniendo que salir del campo sin poder apoyar, con las manos en la cara y con ayuda de los médicos blancos. Quedamos a la espera de saber el alcance de la lesión y desde aquí deseamos que no sea nada grave.

Y finalmente no hubo tiempo para más, el Real Madrid ganaba la ida de semis y ahora nos toca respirar, recuperar y marchar a Sevilla con ganas de ganar al Betis antes de la ida de Champions.

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