La remontada murió en la orilla. El Real Madrid cayó derrotado en la visita del Fenerbahce por 83-86. Los de Laso salieron a la cancha flojos, pero consiguieron terminar el primer cuarto empatados. Fueron superiores en el segundo, y de nuevo se relajaron en la segunda parte. Para los minutos finales los turcos llegaron con una pequeña ventaja, y supieron gestionarla. Dolorosa derrota para los blancos, que entran al tramo definitivo de la primera fase de la Euroliga sin tener asegurada su clasificación.
Cada vez queda menos para el final de la fase regular de Euroliga y todos los encuentros pueden ser claves. Desde el primer segundo, tanto turcos como madrileños fueron plenamente conscientes de esto. Fenerbahce salió al parqué con todas sus armas en liza, demostrando por qué es la mejor defensa de Europa. A esto se le sumó una actuación estelar de Nunnally, que consiguió 8 puntos antes del ecuador del primer cuarto. La intensidad atrás de los de Obradovic secó al Madrid, incapaz de anotar en juego. Sin embargo, tuvo su consecuencia negativa: Fenerbahce se cargó pronto de faltas, y los tiros libres permitieron a los de Laso no salirse del encuentro. Pese a llegar a verse 12 puntos por debajo (2-14), los hoy locales no se hundieron. Doncic, Ayón y Carroll iniciaron el camino hacia la remontada, pero fue finalmente Rudy quien terminó por empatar a 20.
Con tablas de salida en el segundo período y los dos equipos por fin al 100% en la cancha, el partido comenzaba de nuevo. Apareció Datome con dos triples, pero Doncic ya no iba a dejar que su equipo se descolgara de nuevo. El joven esloveno aceleró el ritmo del encuentro y repartió juego como sabe, haciendo mucho daño a la ya no tan intensa defensa turca. La anotación blanca estuvo muy repartida, con canastas de Randolph, Causeur, Reyes o Ayón. Poco a poco, los de Laso se alejaron en el marcador. No consiguieron ponerse muchos puntos por encima, aunque tampoco permitieron ni un conato de remontada visitante. Bajó el número de pérdidas, gran lastre del Madrid en el primer cuarto, y se notó en el marcador. Además, vimos un Fenerbahce algo desconcertado, cometiendo muchas faltas innecesarias. Al descanso nos marchamos con 45-40, pero todo por decidir.
Evidentemente, en un encuentro de este calibre cinco puntos pueden no significar nada, y más con 20 minutos por jugarse. Si a esto le sumamos que los turcos seguían heridos por la actuación arbitral del período anterior, obtenemos como resultado un cóctel explosivo. Los de Obradovic, de nuevo con Nunnally y Datome a la cabeza, salieron mordiendo, obligando al Madrid a emplearse a fondo. Antes de la mitad del tercer cuarto, los hoy locales ya estaban en bonus. El porcentaje de triples de Fenerbahce era insuperable, pero el Real Madrid es un equipo repleto de recursos. Laso detuvo el partido con un tiempo muerto y a la salida su equipo se colocó por delante. No obstante, la chispa blanca no brillaba, y no pudieron impedir que los turcos remontaran de nuevo. Para los últimos diez minutos, el marcador reflejaba un ajustado 65-68.
La tensión se palpaba en el ambiente, casi eléctrico. El Real Madrid echaba de menos algo de intensidad defensiva frente a un Sloukas que estaba dominando a los bases blancos. Cada canasta valía oro y cada punto requería de todo el esfuerzo posible. Los turcos llegaron a ponerse seis puntos por delante en varias ocasiones, pero siempre encontraron una respuesta rápida de los locales. En porcentajes de tiro, pese al acierto de Carroll, no podían competir con un Fenerbahce que superaba el 60% en triples. A falta de menos de un minuto el Madrid se colocó a un punto, no pudo robar e intentó forzar la falta, pero no estaba todavía en bonus. Para cuando pudo hacer la personal, de la que Sloukas anotó los dos libres, solo restaban 6 segundos. Ya no quedó tiempo para intentar el triple. El resultado final fue de 83-86.
Mala noticia para los blancos, pues esta jornada era ideal para avanzar en la clasificación. Las derrotas de Khimki y Panathinaikos hubieran colocado al Madrid cuarto en la tabla de haber vencido en este encuentro. Sin embargo, los de Laso se quedan en quinta posición, con 14 victorias y 10 derrotas. Además, en caso de empate en la clasificación con Fenerbahce, los turcos ganan el basket-average particular (el Madrid ganó en Turquía por 2 puntos). La competición no para y el próximo jueves 8 de marzo a las 21:00 horas los merengues recibirán en el WiZink a Panathinaikos.
