Crónica| Real Madrid 75-73 Baskonia

Hizo falta dejarlo todo en la cancha, pero el Real Madrid consiguió vencer a Baskonia por 75-73. El encuentro comenzó brusco y cerrado, y tras un tercer cuarto de fantasía en el último la tensión era máxima. La igualdad era absoluta en lo bueno y en lo malo, pero una última defensa en zona sacó a los vascos del encuentro y permitió que el Madrid empatase. La canasta ganadora correspondió a Rudy Fernández, que no decepcionó, para colocar a su equipo tercero en fase regular de la Euroliga.

El primer cuarto comenzó lento, con muchas imprecisiones. Se enfrentaban dos equipos que se conocen a la perfección y que se han cruzado en muchas ocasiones en las últimas temporadas. Además, tanto los jugadores del Madrid como los de Baskonia sabían de la importancia del partido en una competición como la Euroliga. Por todo esto los primeros minutos estuvieron marcados por los fallos, en parte también provocados por las muy buenas defensas. Fue Baskonia el primero que salió de esa dinámica con un parcial de 0-7. En ese momento, Laso pidió tiempo muerto y dio entrada a Doncic para activar a los suyos. A base de triples, robos y asistencias, el joven esloveno de nuevo se echó al equipo a la espalda. Con su energía contagiada a todos sus compañeros pudo ser él mismo quien anotara los puntos que certificaron la remontada. Así, nos fuimos al entretiempo con 18-17.

Los últimos minutos del primer período deberían haber sido señal de mejoría blanca para el segundo, pero no les beneficiaron. Doncic salió a la cancha pasado de revoluciones y tras un par de malas decisiones Laso le mandó al banquillo. Parecía que Baskonia iba a alejarse de nuevo en el marcador, pero un Rudy que recuerda al de sus mejores tiempos mantuvo al Madrid cerca. Las pérdidas, mayoritariamente forzadas por el acierto defensivo de ambos conjuntos, seguían trabando el partido. Faltaba ritmo para romper los marcajes, y la lentitud en la circulación de balón no ayudaba. La anotación era muy baja, sobre todo para el Madrid, que tiene tendencia a jugar los partidos a muchos puntos. Con todos estos condicionantes no volvió a abrirse una brecha considerable en el marcador y la igualdad siguió siendo casi absoluta. Al descanso llegamos con empate a 34, reflejo de la igualdad dominante.

El tercer cuarto arrancó siguiendo la línea de los anteriores. Pese a esto, la velocidad aumentó y ambos equipos abrieron el campo, intentando con mucha más frecuencia el tiro de 3. Los porcentajes de anotación desde más allá del 6’75 eran cada vez mejores, lo que aumentó la anotación considerablemente. Campazzo se convirtió en el dueño y señor de la distribución, repartiendo balones con criterio, y Tavares dominaba el rebote casi sin contestación. Sin embargo, Baskonia no estaba ni mucho menos dispuesto a regalar el trabajo de la primera parte. Entre Voigtman, Beaubois y un inspirado Vildoza dieron vida al encuentro, impidiendo al Madrid materializar su mejoría en el marcador. La diferencia entre ambos equipos fue siempre mínima, sin posibilidad de abrir una distancia suficiente para ir con tranquilidad al último cuarto. A falta de diez minutos, el resultado era de 59-61.

El marcador demostraba que ambos equipos habían estado mucho más inspirados en ataque en el tercer período que en los primeros veinte minutos y querían seguir así en lo que restaba de encuentro. Sin embargo, les costó estrenarse, pues casi habían pasado dos minutos cuando Baskonia anotó los primeros puntos. Las faltas estuvieron mucho más presentes, ya que las defensas volvieron a cobrar protagonismo. El encuentro se parecía cada vez más al del principio, pero con la tensión añadida de la falta de tiempo.

Se adelantaron ligeramente los hoy visitantes, llegando a sacar 8 puntos al Real Madrid. Aun así, la defensa en zona excelente de los de Laso consiguió revertir la dinámica. Forzando tiros exteriores muy complejos consiguieron disminuir el porcentaje de tres de Baskonia, y entonces Doncic hizo acto de presencia. El esloveno llevaba desde el segundo cuarto sin aparecer y cuando regresó lo hizo a lo grande junto a Reyes. Entre los dos, en defensa y ataque empataron el encuentro. No obstante, el tiro ganador tenía dueño: Rudy Fernández. Cuando el partido llegó al empate y atacaba el Madrid faltando diez segundos, el balear hizo la canasta definitiva. El partido acabó, por tanto, con un vibrante 75-73.

De este modo, el Real Madrid se coloca con 12 victorias y 6 derrotas en Euroliga, tercero en la clasificación, empatado con Fenerbahce y Panathinaikos. Después de los fantasmas de tantas derrotas consecutivas, los de Laso parecen ahora estar mejor que nunca. La competición no se detiene y este mismo viernes los de Laso visitan a Unicaja (19 de enero, 20:45 horas).

@_albacg

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