Crónica: Real Madrid 0-1 Barcelona

Derrota en la ida de semifinales de Copa del Rey ante el máximo rival en un partido de atasco ofensivo del Real Madrid.

Hoy no hay comienzo bonito en la crónica. Me hubiera gustado comenzar como siempre edulcorando el espectáculo del fútbol, pero tras ver el partido de hoy solo hay rabia acumulada.

Decía Marcelino García Toral en su día aquello tan famoso de “somos más malos que mi p*** madre”. Pues algo así se puede aplicar al Real Madrid en la noche de hoy, mucho corazón pero poco más.

Formó Ancelotti con un 4-2-3-1 en el que costaban los siguientes jugadores: Courtois; Carvajal, Militao, Rudiger, Nacho; Camavinga, Kroos; Valverde, Modric, Vinicius; Benzema.

El partido comenzó con ritmo alto del Real Madrid, quien comenzó asustando en la portería culé gracias a un disparo de Luka Modric al segundo 30 de partido. Sorprendía así de salida el conjunto blanco con empuje y ganas, algo que llevó al Barcelona a perder durante algunos minutos su plan habitual de posesión.

Llegado el minuto 12, los nuestros volvían a meter miedo. Un robo de Camavinga a Kessié, siguió a un balón que Fede controló con la derecha, dejó el balón a Modric y este a Vinicius, quien lanzó un centro medido que terminó en gol anulado a Benzema. La imagen de la repetición mostró que, desafortunadamente, el francés estaba en posición adelantada y, por tanto, el gol estaba bien anulado.

Poco después, en el minuto 24, una decisión que nadie entendió: el colegiado Munuera Montero sacó tarjeta amarilla a Vinicius por una jugada en el centro del campo en la que tanto él como De Jong iban forcejeando por el balón.

Dos minutos después, en el 26, un gravísimo error de Camavinga en la salida de balón propició una recuperación del Barcelona en botas de Ferrán Torres, quien asistió en profundidad a Kessié. El mediocampista culé se plantó en el área y chutó ante la salida de Courtois, quien consiguió detener el disparo. La mala suerte se cebó con el Madrid al rebotar el rechace en botas de Militao, primero, y luego en Nacho quien no consiguió despejar el balón antes de entrar en portería. Primeramente, se anuló la jugada pero la revisión del VAR indicó que el gol era legal. Llegaba así el definitivo 0-1 del partido.

A partir de ahí, paso adelante del Barcelona y un Madrid al que le empezó a pesar la ansiedad de querer empatar. Finalmente, el Madrid consiguió sacarse las ataduras y en el minuto 41 volvió a crear peligro, con un centro de Kroos perfecto para Carvajal, que el lateral madrileño no consiguió rematar a puerta fallando en el disparo y cometiendo un error grave en una ocasión bastante clara.

Se llegaba posteriormente al descanso con la idea de no merecer estar por debajo en el marcador, pero con dudas entre jugadores y afición de si esto podría remontarse.

Y es aquí, en la segunda parte, cuando realmente comenzó la rabia, comenzando por dos corners que el asistente no quiso conceder al Real Madrid, primero en un balón de Marcos Alonso que despejó, claramente, fuera del campo, y más tarde, en un balón de Vinicius que no salió del campo y que mandó Ter Stegen a saque de esquina.

Pero esto solo era el inicio del quiero y no puedo de nuestros jugadores. Sin ideas, recurriendo a las mismas jugadas a cada minuto y colocando numerosos centros sin conseguir el premio del remate en ninguno de ellos. Se dominaba, teníamos al rival encerrado en su área y dominados, pero no llegaban los disparos a puerta y eso, en el fútbol, es pecado máximo si se pretende ganar un partido. Más aún si es de eliminatorias…

Ni los cambios, ni la entrada de jugadores de refresco como Rodrygo o Tchouaméni, ni nuestra amada leyenda del Bernabéu, nada parecía funcionar porque, como bien sabemos, a malas fórmulas, peores soluciones. Tampoco sirvió esta vez la entrada en los últimos minutos de Álvaro Rodríguez para intentar aprovechar algún centro y cazar algún gol salvador.

Nada era positivo en el día de hoy, y pudo ser peor si, en el minuto 72, Ansu Fati no se hubiese puesto en la trayectoria de un disparo de Kessié, quien sorprendía una vez más entrando desde segunda línea. El disparo del mediocentro rebotó en el pie de Ansu y ese rechace evitó el gol cambiando de dirección el balón.

Pero no era el día y al final el disparo más peligroso fue uno de Rodrygo en el minuto 89 desde la frontal del área. Eso dice mucho de la inoperancia ofensiva mostrada por los nuestros en el día de hoy.

Se acabó así el partido, con derrota y con la eliminatoria cuesta arriba, y peor aún, con la sensación de haber dejado pasar una oportunidad de darles una buena tunda y quedarnos otra vez con el molde por falta de ideas.

Lo mejor: el equipo tuvo una salida potente, con presión muy alta y llegando a asustar al rival desde muy pronto, la actitud en todo momento fue de echarle corazón y querer ganar a toda costa, eso hay que reconocerlo, la actitud es innegable.

Lo peor: Lo siento, pero hoy habrá mucho de esto… Falta de ideas, inoperancia ofensiva, repetición sistemática de la misma jugada una y otra vez hasta alcanzar la desesperación, la cantidad de centros sin remate que hubo en el partido es algo para tener muy en cuenta y analizarlo, es algo lamentable tirar doscientos centros al área y que ni siquiera uno te de una mínima ocasión de gol, algunos jugadores quedaron señalados por su mal partido como Carvajal, Camavinga o Benzema, los cambios no terminaron de conectar o entraron en momento equivocado, la no presencia de Ceballos y el no gastar los 5 cambios fue una decisión extraña; para terminar, si bien el equipo puso mucho corazón, sí faltó mucho más de carácter e intensidad para echar personalidad en ciertos momentos del partido e intimidar al rival y no aguantar ciertas tonterías habituales en este rival contra el que jugábamos hoy.

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