Crónica: Mallorca 0-1 Real Madrid

Un solitario gol de Aurelien Tchouaméni, con fortuna tras tocar en la espalda de un jugador del Mallorca, otorga al Real Madrid 3 puntos vitales en la búsqueda del título final de Liga. El ritmo fue bajo y se desperdiciaron oportunidades excesivamente claras, muestra inequívoca de que la cabeza estuvo más puesta en la vuelta de Champions del próximo miércoles.

Jornada 31 del Campeonato de Liga y la acción nos llevaba a Son Moix, casa del flamante finalista de Copa el Real Club Deportivo Mallorca.

Para la tarde de hoy, Carlo Ancelotti eligió los siguientes jugadores titulares: Lunin; Mendy, Nacho, Rüdiger, Lucas Vázquez; Tchouaméni, Modric, Valverde, Bellingham; Brahim, Joselu.

Por parte de los muchachos de Javier Aguirre, el once inicial fue el siguiente: Rajkovic; Maffeo, Gio González, Raíllo, Nastasic, Toni Lato; Antonio Sánchez, Manu Morlanes, Samú Costa, Dani Rodríguez; Muriqui.

Si bien partido se antojaba vibrante de inicio, con el recuerdo de polémicas pasadas en este estadio y con ambos rivales jugándose mucho más que 3 puntos en sus luchas tan dispares de títulos o permanencias, el encuentro quedó algo deslucido por las situaciones previas que vivieron ambas escuadras durante esta semana: el Madrid, pensando más en la vuelta de Champions del próximo miércoles contra el City tras un partido de ida durísimo en casa, y el Mallorca con la pena de haber caído por penaltys en la final de Copa del Rey.

Con todo esto, quedó claro desde el primer momento que el ritmo de juego sería bajo y lento, algo que para el espectador se hacía bastante tedioso y pesado de ver.
La primera parte se intentó desperezar a la media hora de juego de la primera parte, cuando un cabezazo de Raíllo a la salida de un saque de esquina obligaba a Lunin a realizar una buena parada abajo para evitar el gol bermellón.

A esta ocasión respondería bien el Madrid con un gran disparo de Jude Bellingham desde la frontal que acabaría repeliendo el larguero. Sigue sin tener suerte de cara al gol el jugador inglés.

Ya en la segunda parte, el marcador se movería al minuto 48 de juego. Un rechace de la defensa balear acababa en botas de Tchouaméni, quien no se lo pensó y buscó el disparo a portería con tanta buena suerte que su tiro acabó rebotando en la espalda de Manu Morlanes, quien desvío la trayectoria del balón y despistó a su propio guardameta, quien sólo pudo ver cómo el balón se colaba a la red. 0-1 y todo de cara para el Real Madrid, lo que hacía prever que el partido se abriría algo más y el conjunto blanco podría aprovechar algún ataque más para firmar otro golito que dejase sentenciado el partido.

Pero no fue así, y esto hay que reseñarlo negativamente. Primero Brahim, quien con todo de cara y a un metro de la portería se trababa con el balón y acababa entregándoselo a Rajkovic cuando bien podría haber tirado a puerta para hacer el 0-2. Seguidamente, sería Valverde quien pifiara una ocasión muy clara con toda la portería para él tras un regalo de la defensa bermellona en una jugada en la que había tres jugadores blancos para haber rematado a gol.

Entre estas ocasiones, comenzaron los cambios y al Madrid se le vio otro ritmo con las entradas al campo de Vinícius y Camavinga (en sustitución de Bellingham y Brahim, quizá castigado por su fallo). Modric, por ejemplo, pareció rejuvencer 4 o 5 años con ellos alrededor.

Durante el carrusel de cambios entre ambos equipos, se dieron un par de bonitos detalles a tener en cuenta: el primero para Pablo Maffeo, protagonista en polémicas pasadas, quien salía sustituido por la banda y al encontrarse de cara con Eder Militao, el lateral bermellón le preguntaba con cariño al brasileño qué tal iba el brasileño con su rodilla, quizá recordando los malos meses donde el propio Maffeo fue víctima de la misma lesión. El segundo detalle ocurrió durante el cambio de Modric, con algunos aficionados locales ovacionando al jugador croata, quizá a modo de despedida y reconocimiento de todo el fútbol que ha otorgado el bueno de Luka.

El Mallorca no le perdió la cara al partido y dispuso de varias ocasiones para haber dado el susto empatando el partido, siendo una gran parada de Lunin a Darder tras un excelente disparo del mediocentro desde fuera del área. Buena mano del meta ucraniano porque la pelota iba dirección a gol.

Este guión de partido podría haber sido menos sufrido para el Real Madrid si, aparte de las ocasiones ya mencionadas, Vinícius hubiera aprovechado alguna de las dos ocasiones de las que dispuso.

Entraría Militao, por cierto, quien disfrutaría de los últimos 5 minutos de partido. Otro pequeño pasito para volver a ver al central brasileño que todos conocemos.

Pero el sufrimiento llegaría hasta la última jugada, cuando un balón aéreo aparentemente fácil para Lunin acabaría en un error del portero madridista ante el que Muriqui a punto estuvo de hacer el 1-1 segundos antes del pitido final.

Pero se acabó ahí todo. Victoria, 3 puntos y una jornada menos para hacernos con el título. Se viene semana de sufrimiento, primero el City fuera y luego el Clásico en casa. ¡Preparen desfibriladores!

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