Crónica de un aquelarre: Atlético de Madrid 3-1 Real Madrid

Malísimo partido del Real Madrid en el derby que se saldó con derrota debido a los fatales errores defensivos, al buen trabajo defensivo del Atlético de Madrid y a ciertos errores arbitrales que condicionaron el resultado.

Jornada 6 del Campeonato de Liga y tocaba noche grande. Los tambores de guerra se venían escuchando desde última hora del pasado domingo y, durante la semana, se comenzaban a notar ciertas miradas selectivas y recelosas típicas de quien defendía el haber escogido un bando como si de su vida dependiese la elección.

Sí, amigos, llegaba el primer derby de la temporada y el escenario escogido para el enfrentamiento era el Civitas Metropolitano. Para ello, el conjunto de Carlo Ancelotti dispuso de este once inicial: Kepa; Fran García, Alaba, Rüdiger, Lucas Vázquez; Kroos, Camavinga, Valverde, Modric; Bellingham y Rodrygo.

Y hasta aquí la introducción chula de la crónica, porque a partir de aquí viene otro de esos relatos complicados de contar por la cantidad de nombres señalados que deja por el camino.
En este sentido, el primero al que habría que darle un palo hoy es a Carletto, quien se equivocó en el planteamiento insistiendo en la idea de poner a Kroos y Modric juntos en un partido grande. El resultado fue el mismo que el pasado curso en el Etihad contra el City: una derrota dolorosa.

Precisamente, los dos centrocampistas (aunque bien se podría aplicar al resto de jugadores blancos en esta demarcación) también quedaron marcados por cómo se vieron superados por la rapidez y la intensidad de la presión rojiblanca, quienes fueron como leones a cada balón que tocaba un jugador del Real Madrid.
Esa diferencia de intensidad se hizo notar, sobre todo, en ambas áreas e influyó en el resultado: mientras el área del Atleti se convertía en una fortaleza casi inexpugnable, la del Madrid parecía una jornada de puertas abiertas, siendo David Alaba el jugador más señalado quedándose fuera de marca y prácticamente mirando el balón pasar en los dos goles de Álvaro Morata.

El primero de ellos llegó al minuto 4 de partido, cuando una entrada de Samuel Lino por banda acabó en un centro lejano al corazón del área que el delantero madrileño mandaba al fondo de la red sin oposición ninguna. Error gravísimo de la defensa porque ese balón debería haber sido de la pareja de centrales.

El segundo llegaría al minuto 18, cuando otro centro al área, en este caso de Saúl, era rematado por Griezmann de nuevo libre de marca.

Recortó distancias con un muy buen gol Toni Kroos al minuto 35, cogiendo un rechace desde la frontal del área, realizando un precioso amago y disparando con la derecha a la red defendida por Oblak.Las sensaciones cambiaron ligeramente antes del descanso… solo para ver cómo se rompían al ver que, una vez más, nadie hacía su trabajo en defensa y Morata remataba solo otro centro al área de Saúl para hacer el 3-1 final.

A partir de aquí, encierro al Atlético atrás sí, pero no se puede pretender remontar un partido tirando desde 35 metros con el central. Nada que reprochar a los intentos de Rüdiger desde lejos, pero no puede ser él la solución. Igual que tampoco sacar 500 centros al área y que no haya siquiera uno bueno. Como tampoco puede ser que tu alternativa ofensiva cuando pierdes 3-1 para remontar… sean dos laterales defensivos.

Como pequeño rayo de luz, destacaré en el día de hoy a Brahim. El chico tiene ganas, se le ve que quiere destacar y cada vez gana más minutos habiendo jugado más de 20 en el día de hoy creando mucho más peligro él solo que lo que había suscitado Rodrygo en todos los 70 minutos restantes. Porque sí, el brasileño también salió marcado para mal del Civitas y preocupa su estado de negación con el juego y aún más con el gol. No le falta movilidad, pero es de preocupante que no aporte todos los recursos que necesita el equipo.

En resumen, 0 total para el Real Madrid en la noche de hoy. Veremos qué cara muestra el equipo el miércoles contra Las Palmas y cómo responde el público del Bernabéu.

También hay que reseñar algo importante, sin intención de que suena a excusa, ese primer gol viene precedido de una falta clarísima a Bellingham en la frontal del área rival que no se pita vaya usted a saber por qué. No fue la única cosa que condicionó el resultado, ya que con 2-1 en el marcador Giménez debería haber sido expulsado por una dura entrada sobre Rodrygo siendo último jugador. Ni se revisó, como tampoco se tuvo en cuenta el claro penalty sobre Rüdiger en una jugada que acabó en gol anulado a Camavinga por presunto fuera de juego del central alemán… que ni siquiera participó en la jugada. Insisto en que no es excusa para la derrota, de igual manera que es destacable la importante relevancia que tuvieron todas las jugadas para el marcador final.

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