¡Supercampeones! Crónica: Real Madrid 4-1 FC Barcelona
Supercampeones de España por 13° vez tras golear al eterno rival en un partido controlado en todo momento por la defensa blanca y refrendado por un hat-trick de Vinícius y un definitivo gol de Rodrygo. Lewandowski anotó el gol del honor para el conjunto culé.
¡SOMOS SUPERCAMPEONES DE ESPAÑA POR 13° VEZ EN NUESTRA HISTORIA!
Decir que somos el mejor equipo de la historia, mundo, continente y país es algo que ya sabemos de sobra, pero siempre viene bien tener una copita presente para recordárselo a quienes dudan.
Perdonad la efusividad de este inicio de crónica, es lo que tiene este equipo que pese a estar tan acostumbrados a ganar, nunca nos cansamos de golear, querer más y de celebrar cuando llegan los éxitos.
Y más aún alegra la victoria si vemos que el pasado año tropezamos con el eterno rival en una victoria culé que se vendió como el paradigma del fútbol… hasta hoy, claro, que hemos conseguido incluso superar el resultado del pasado año. La venganza se sirve con grandeza y goles en Chamartín, no con filosofía barata, somos así.
Ya centrándonos en el partido, los 11 jugadores escogidos para la final de esta noche por Carlo Ancelotti fueron los siguientes: Lunin; Mendy, Nacho, Rüdiger, Carvajal; Tchouaméni, Kroos, Valverde, Bellingham; Vinícius y Rodrygo.
Hubo que esperar poco para ver el marcador moverse favorablemente al Real Madrid, pues al minuto 7 un magnífico pase de Jude Bellingham en profundidad a Vinícius encontraba al brasileño en vuelo aprovechando de manera excelsa su desmarque para plantarse solo frente a Iñaki Peña. El crack brasileño trazó un precioso regate que dejaba sentado al guardameta culé y mandaba el balón al fondo de la red a puerta vacía. Golazo para desatar la tormenta blanca y poner el 1-0.
Apenas 2 minutos después sería Rodrygo quien llevaría el peligro a la portería rival encontrando un balón suelto en el área ante el que Iñaki Peña se vio obligado a reaccionar a tiempo para no agrandar la distancia en el marcador.
Esa distancia se vería aumentada, sin embargo, un minuto después. Otro error de la defensa barcelonesa, demasiado apostada en el mediocampo, es aprovechado por Dani Carvajal quien lanza otro gran pase que encuentra en velocidad a Rodrygo, quien con un centro raso encuentra a Vinícius. El brasileño anotaría su doblete lanzándose al suelo a rematar y entre tibia y rodilla mandaba el balón a la red. 2-0, partido casi encarrilado y sensación de que el Madrid era demasiado superior.
Sin embargo, esta pronta ventaja llevó al Madrid a relajarse un poco y fue el Barcelona quien a través de la presión alta y de la posesión se adueñaría del balón. En este tramo empezaron a llegar los acercamientos al área blanca y la sensación de peligro culé, siendo Ferrán Torres protagonista con un lanzamiento al larguero en el minuto 12. Más tarde, Lewandowski soltaría un buen latigazo que acabaría en una buena mano de Lunin para evitar el gol.
Si bien el Barsa empujaba, el Madrid demostró otra de las fortalezas que ayudaron mucho a ganar el partido de hoy con suficiencia: la defensa repelía casi cada centro, arrancada o llegada culé, con un Rüdiger a muy alto nivel y los cuatro centrocampistas ayudando a cerrar muy bien el interior para evitar posibles pases entre líneas.
Aún así, el Barça conseguía dar el susto llegada la media hora de partido. Un centro de Balde desde la izquierda era despejado por Mendy al medio de la frontal del área, donde Lewandowski engancharía una volea imparable para Lunin, que aún con todo consiguió tocar el balón sin éxito. Era el 2-1 y parecía que todo el partido cambiaba.
Todo quedó en un espejismo y pocos minutos después un centro al área de Tchouaméni buscando la cabeza de Vinícius acabaría en penalty cometido por Araujo sobre el brasileño. La pena máxima se sancionó y Vinicius lanzaría para anotar el 3-1 y así evitar todo atisbo de duda.
El partido siguió el mismo guión en la segunda parte, con el Barcelona lanzando un acercamiento tras otro sin demasiado peligro y el Madrid intentando hacer daño en velocidad y en contras que mostraban que estaba más cerca de llegar el 4-1 que el 3-2.
Pasada la hora de partido, esto se refrendó siendo Rodrygo quien cerraría el marcador. Fede Valverde recupera un balón en mediocampo, cae al suelo, se recompone y juega para Carvajal en banda. El de Leganés traza un pase excelso hacia el charrúa, encontrándole con el espacio suficiente para que el Pájaro corra, piense y lance un magnífico balón al otro costado encontrando a Vinícius, quien tras encarar en el área busca ceder a Bellingham en el punto de penalty, balón que se encuentra con un pésimo despeje de Kounde, quien cede el balón a Rodrygo para que anote el 4-1 definitivo. Muy buena jugada del Real Madrid en este gol y título asegurado. Ahora sí, ya solo quedaba relajarse y buscar una posible manita y dar descanso a algunos jugadores.
Más aún cuando minutos después Araujo era expulsado por doble amarilma tras un entradón sobre Vinícius. La tarjeta fue clara pero el banquillo culé no se tomó bien la reacción del jugador madridista.
Algunos como Fermín, de hecho, se lo tomaron personal y estuvieron pegando todo lo que quedaba de partido. No hace falta decir que el canterano culé no hizo otra cosa desde que entró al campo.
Los cambios en el Madrid comenzaron a llegar, siendo Brahim el primero en entrar sustituyendo a Rodrygo; Camavinga y Modric entrarían más tarde por Vinícius y Kroos, quien se marcharía sonriendo y riendo ante los abucheos de la grada saudí. Hay que ser más como Toni Kroos en esta vida.
Precisamente uno de los cambios, Brahim pudo haber anotado un golazo si Iñaki Peña no lo hubiera detenido en una jugada en la que el malagueño dejó sentado a De Jong. El rechace lo cogió Bellingham y su disparo lo sacó Kounde en la línea y finalmente Fede mandaría el balón fuera. El inglés y el urugayo serían los siguientes en salir por Joselu y Ceballos.
Y para terminar varios gestos:
-El de Carlo Ancelotti, magistral, pidiendo al cuarto árbitro que no hubiera tiempo añadido.
-El del Real Madrid volviendo a levantar un título, esta vez en las manos de Nacho Fernández. Posiblemente uno de los que más se merecen tener el honor de llevar el brazalete y levantar una copa al aire.
-El de todos los madridistas esta noche, que celebramos, brindamos… y ya pensamos en lo siguiente. Vuelve el Atleti, vuelve la Copa. A por ellos, ¡hasta el final, Supercampeones!
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