España se ha caracterizado siempre por ser un país donde se usan mucho refranes para explicar casi todo, y esta sana costumbre podemos aplicarla también al Real Madrid.
Si nos remontamos al primer episodio de la novela en la que se está convirtiendo el verano madridista, podríamos utilizar el famoso “Tanta paz lleves como descanso dejas”, ya que la salida de Cristiano Ronaldo, traumas deportivos aparte, lo que pide a gritos es que nos deje descansar. No hay semana en la que el crack portugués no deje algún recado a su ex equipo en forma de foto o de declaración, la última afirmando que le dolió que su gol de chilena en la pasada Champions League fuese a la Juventus. Pues lo dicho querido Cristiano, lleva paz, gracias por todo, disfruta y triunfa en tu nuevo club, pero déjanos descansar.
El verano continuaba y llegaban los refuerzos, por fin el esperado Vinícius, Álvaro Odriozola y Courtois. Pero la grada pide más, la gente espera un nombre de los top 5 que haga olvidar a CR7. Aquí podríamos aplicar aquel de “No por mucho madrugar amanece más temprano”, aludiendo a que no hay que correr con la contratación de un crack. El problema es que estamos llegando a la hora en la que amanece y no se atisba un rayo de sol, pero si algo me ha enseñado esta etapa gloriosa del equipo es a confiar en su presidente y en su proyecto. Florentino ha demostrado que sabe guardarse un as en la manga y probablemente, tanto los aficionados como la prensa, estamos dando palos de ciego, porque ya se sabe que “secreto que has de guardar, ni a tu mujer se lo has de confiar”.
Mientras terminamos de enterarnos si este periodo de fichajes nos traerá el ansiado crack que nos intente hacer olvidar a Cristiano, muchos son los nombres que han saltado a la palestra, algunos como Lewandoski, Cavani o Radamel Falcao. Los entendidos de esto dicen que el presidente no quiere acometer una operación por un jugador de más de treinta años, que están construyendo el Madrid del futuro a base de fichajes de jóvenes promesas. Cierto es que “los árboles más viejos dan los frutos mas dulces”, y en el fútbol no hay fruto más dulce que el gol, que es lo que este equipo necesita.
Lo que está claro es que nos toca esperar una semana que a priori se presenta difícil de aguantar para ver en qué acaba este loco verano madridista. Creo que puede presentarse una temporada difícil y poco ilusionante en lo que a incorporaciones se refiere, pero ¿no creéis que “la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia”? Disfrutemos de un equipo renovado, un proyecto ilusionante y un cuerpo técnico que ama lo que hace y donde está.
Y para los que durante estos meses de calor estival vais armados con vuestro teléfono leyendo las “exclusivas” de los diferentes medios y “cuentas de insiders”, solo recordaros que “dime con quien andas y te diré quien eres”.