Eden Hazard, algo va a pasar

“La esencia del cristianismo estaba en el árbol del Edén: el fruto que estaba prohibido era el del conocimiento” (Frank Zappa -músico, compositor, director de cine, EE.UU.-).

En un tiempo no muy lejano, mitad de los 80, un chico de la casa llamado Emilio Butragueño, derribó la puerta del Santiago Bernabéu y cuentan que él sólo congregaba a más de la mitad del aforo del estadio merengue. El Buitre era ilusión, era arte, era magia, era… bueno, nadie sabía en realidad qué iba a hacer en una jugada determinada y eso desconcertaba a todos, hinchas y rivales.

Tras él, Raúl González heredó al aura de mito y añadió la garra que tiene que sentir siempre un madridista para encender a un exigente estadio como el blanco.

Ambos coincidieron en 1994 y, como si de un testigo se tratara, se traspasaron el dorsal 7. Igualmente el propio Buitre lo heredó del mítico Juanito, arte innato y coraje contagioso, líder dentro y fuera del campo. Un icono que perdura en el tiempo.

La esencia del 7 tuvo un punto y aparte con Cristiano. Su esencia enamoró a los madridistas de todo el mundo. Su marcha dejó un hueco difícil de rellenar en el alma de un Madrid ganador. No ha habido relevo de testigo, de magia, de enamoramiento. La esencia de Cristiano ha flotado durante un año en el aire del Santiago Bernabéu dando vueltas alrededor de sus semivacías gradas esperando a alguien. Como si de una religión se tratara, la condición de esta esencia era haber nacido con médula madridista. El conocimiento de tu existencia nos llevaba a caminos prohibidos por tenerte, pero hemos elegido el camino correcto. Tú, mi querido Hazard, con paciencia y cierta obsesión, supiste mantenerte en tu jardín particular del Edén hasta que se concretó el pasado viernes 7 de junio tu fichaje por el club de tus amores. Nacido un 7 de enero, si al final portas el 7 en tu blanca camiseta, sólo podremos decir que volverán las gradas del Templo del Edén Madridista a llenarse para disfrutar de una esencia que anda desde 1902 sobrevolando las memorias de aquellos que hicieron la Historia. No me cabe duda que la esencia del cristianismo era Hazard.

Como seguramente dirá Florentino en tu presentación, naciste para jugar en el Real Madrid. Bienvenido Hazard a tu Edén. Bienvenido al Real Madrid. ¡Hala Madrid!

@Eduortizdiaz

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