DESGAJANDO EL 2021

En estos días previos a la inexorable llega del cambio de año, uno se sienta a pensar en lo que le ha deparado el 2021. Para el que suscribe, ha sido un año de importantes cambios a nivel personal, pero no vengo aquí a aburriros con lo cotidiano de mí vida sino a que reflexionemos sobre lo que este año nos ha dejado a nivel deportivo.

La primera mitad de 2021, con Zidane al volante, nos dejó la casi conquista de una liga cuyo entorchado no se pudo levantar, una vez más, por errores arbitrales muy concretos y puntuales (el mangazo del partido del Sevilla especialmente) que nos dejaron a las puertas de un nuevo, y merecido, título liguero.

Aun recuperándonos de habernos quedado con la miel en los labios, en verano asistimos a la despedida de la LEYENDA, de ese calvito entrañable con sonrisa de bonachón. Cuando el sol empezaba a tostar la piel de todos lo madridistas, Zidane anunciaba lo que todo el mundo esperaba, sobre todo por el acoso mediático de los de siempre, y volvía a coger sus maletas e irse -seguro que volverá- del club de sus amores.

Fueron días de confusión y, para variar, de enfrentamiento entre la enorme masa de aficionados blancos. Asistimos a unos días de fuerte rumorología sobre quién sustituiría a la LEYENDA, amanecíamos cada mañana con un nuevo nombre en la palestra que contentaba a unos y cabreaba a otros.

Así, trascurrieron las horas y los días hasta que, a primeros de junio, el enigma se resolvió con el anuncio de la vuelta de Carletto como nuevo timonel del transatlántico blanco. Su nombramiento no dejo indiferente a nadie. Todos sabíamos de sus logros como míster blanco (nuestra ansiada y amada décima orejona), pero también recordábamos su terrible segunda temporada en la que el equipo, tras exhibir un juego maravilloso, colapso en lo físico, acabando en blanco, y originando la salida de D. Carlo.

Llego julio y arrancamos la temporada 2021/2022. Mientras el sol teñía de amarillo los campos patrios, la prensa, como cada verano, jugaba a su pim pam pun de nombres futuribles para el Madrid. Este verano, como no podía ser de otra manera, volvía a sonar con fuerza -a lo canción del difunto Georgie Dann- el nombre de Mbappe como refuerzo.

El club lucho, hasta el mismo día 31 de agosto (ofreciendo incluso hasta 200 millones por un jugador que acaba contrato en el entrante 2022), para cerrar la incorporación del bueno de Mbappe, jugador que, junto a Haaland y nuestro Vini, está llamado a ser una de las máximas estrellas de la próxima década y, si el PSG no hace una nueva tropelía, a liderar junto a Venancio -y ojalá el vikingo loco- el ataque del Madrid.

Se cerró la summeriana y la tortuga, fruto de la soberbia y orgullo de los dirigentes de su club, no puedo hacer las maletas y venir al club que ama (no lo digo yo, sino el mismo Mbappe en el comic que ha publicado) a jugar junto con su amigo KB9.

Pese a este chasco, la summeriana no fue un fracaso. Llegó el mariscal Alaba (gracias, Bayern, por no hacer el esfuercito de subirle la ficha) y, sorpresivamente (nadie esperaba ese movimiento), el Madrid cerró otra de esas operaciones que a la larga uno admira y se trajo Camavinga.

Arrancó la temporada, se fueron sucediendo los partidos y el equipo denotaba una cierta irregularidad, fatal para los nervios de algunos, aunque sacaba los partidos. En estas, se llegó a la semana critica (Villareal, Sheriff, Espanyol) que supuso, en opinión de quien suscribe, un punto de inflexión para el equipo y fue origen de lo que ahora venimos disfrutando. En esta dura semana los ánimos de los aficionados blancos decayeron poniéndose algunos ya en lo peor (había quien ya daba todo por perdido). La prensa, como de costumbre, afilaba sus cuchillos y se relamía dispuesta, una vez más, a despiezar a nuestro club.

Para desgracia de algunos de nuestros “amados” junta letras, el Madrid viajo a Kiev y se volvió de las frías tierras ucranianas con un zurrón de 3 puntos y 5 goles como 5 soles. Este partido frente al Shakhtar, fue el origen de una racha triunfal en la que nuestro club ha ido superando todas las vicisitudes que, el Sr. Destino, ha ido poniendo en el camino de nuestros chicos (la última el partidazo en San Mamés, con la plantilla bajo mínimos como consecuencia de un brote de Covid, donde nos hemos vuelto con los 3 puntos y afianzando más nuestro liderato).

El Madrid, desde la famosa semana horribilis, se ha mostrado como un equipo sólido, pragmático y quirúrgico. Nuestro equipo viene mostrándose, por así decirlo, como una máquina de ingeniería alemana. Sin mucho ruido y alaracas, los pupilos de D. Carlo van, a la chita callando, cosechando victoria tras victoria o, lo que es lo mismo, haciéndose fuertes en lo alto de la tabla.

En lo que respecta al 2022, por ahora solo sabemos que nos depara muchas incógnitas, mucha ilusión, y una preciosa eliminatoria (fruto de otro ridículo de una UEFA que nos “ama”) frente al PSG que será algo más que un partido de futbol pues asistiremos a una batalla entre el fútbol de toda la vida y uno de los máximos exponentes de los clubs estado o clubs FIFA.

No sabemos, por tanto, en que acabará todo esto. No sabemos si el club será capaz de mantenerse en lo alto de la ola, a lo Kelly Slater, tocando chapa o si nos quedaremos en blanco. Salga cruz o cara, lo que está claro es que nos espera un 2022 apasionante en lo deportivo.

Ya para concluir, que se me ha quedado largo esto, solo recordaros madridistas que 2022 también nos va a traer un gran bazar veraniego. A la, ojalá, llegada de Mbappe, puede unirse la de otros jugones.

La summeriana de este año entrante va a ser apasionante pues, junto a los muchos grandes nombres que acaban contrato con sus actuales clubs (Rüdiger, Mbappe, Pogba) hay otros jugadores muy interesantes, que también acaban contrato, que podrían servirnos para cumplimentar una gran plantilla (Luiz Felipe, Ginter, Zakaria, Kassié) permitiéndonos gastar los cuartos en reforzar otras posiciones muy concretas donde seguimos, como en el lateral derecho, mostrando carencias o destinar los leuros a cerrar al bueno, y loco, de Erling Braut Haaland.

¡Ya me despido deseando que tengáis una Feliz Navidad y un Feliz 2022!.

¡¡¡Cuidaros muchos y nos vemos en las gradas!!!

¡Hala Madrid y nada más!

@el_maracachov

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