#DesdeLaGrada | «Clásico a la vista: Inflexión o desastre»

No podemos negarlo. Nos encontramos en una situación en la que no quisiéramos estar. Acabamos de perder nuestro segundo partido de Liga consecutivo, ésta vez frente al Levante, que con todos los respetos no es precisamente un equipo de los punteros de la competición, y además hemos perdido en casa, en el Santiago Bernabéu. Y el domingo espera nada menos que el Clásico. Rendiremos visita al Camp Nou el domingo a las 16:15 horas. Sería de perogrullo decir que no viajamos en el estado anímico apropiado para afrontar la visita al presumible máximo rival de esta Liga de momento loca; es más, es muy posible que mientras se está escribiendo este artículo, esté decidiéndose el futuro de Julen Lopetegui.

En esta tesitura, este #DesdeLaGrada pretende tratar de analizar si el desplazamiento a la Ciudad Condal puede ahondar aún más en esta crisis madridista otoñal o si por el contrario el Madrid puede revertir la situación hasta el punto de convertir el partido del domingo en una especie de punto de inflexión que haga al equipo blanco remontar el vuelo y poder pelear por todos los objetivos propuestos esta temporada.

Como decía, no parece la mejor medicina cuando te duele la cabeza que alguien te golpee la misma. Esa sensación, o algo similar, podría suceder el domingo si por ventura el Real Madrid cayera en el feudo blaugrana. Los antecedentes no son buenos y el equipo llega sumido en una profunda crisis de juego y resultados que ha cuestionado el cese del entrenador y puesto el foco sobre muchos de los jugadores de la plantilla que adolecen de un bajo estado de forma alarmante. La reiteración en errores defensivos de bulto que hacen que el equipo sea frágil defensivamente y la ausencia de gol – sólo un gol en los últimos cinco partidos -, unido a algunos síntomas alarmantes como falta de concentración, o la excesiva previsibilidad en ataque, dieron paso a las derrotas y borraron de un plumazo la ilusión del rostro de los aficionados merengues.

El entrenador parece incapaz de tomar decisiones en ese momento que puedan revertir la situación y episodios como la indecisión y contradicción en torno al tratamiento de Vinícius o la falta de continuidad de jugadores que habían actuado correctamente cuando tuvieron que hacerlo, en favor de otros en los que resulta palpable el bajo estado de forma reseñado, han minado también la confianza de buena parte de la parroquia merengue que parece haber perdido la fe en su técnico.


Llegados a este punto, ¿qué debe hacer el Real Madrid ante el Clásico del domingo? Vaya por delante que si yo lo supiera, quizá debería ocupar un cargo de responsabilidad en el Club. Pero no es el caso, así que pondremos como dos opciones posibles la continuidad o destitución de su técnico.

Si se opta por la destitución porque el Club efectivamente le considera incapaz de sacar adelante esta empresa, o simplemente piensa que esta decisión puede ser revulsivo, debería hacerlo ya y sin perder un instante. Por duro que suene, la situación aún no es irreversible, mientras que de perder en el Camp Nou, siete puntos antes de terminar octubre se antojan prácticamente como una despedida anticipada al Campeonato, pese a quedar mucho en juego.

Si por el contrario se opta por la continuidad, está claro que Julen habrá de enfrentarse a situaciones que deberá gestionar de forma diferente a lo hecho hasta ahora, y el problema para él es que la espada de Damocles seguirá sobre su cabeza si el resultado en el partido del domingo resulta contrario a los intereses del Madrid. Deberá empezar a tomar decisiones encaminadas a dar un giro drástico a la nave, ya que el Club habrá entendido que la solución no pasa por su cese, con lo que el mensaje no puede ser más claro.

Si se consigue ganar, con o sin Julen en el banquillo, la victoria podría traer de nuevo la positividad a la dinámica y esto podría suponer un espaldarazo importante a la confianza de todos los estamentos del Real Madrid y devolver al equipo a la senda correcta.


Y en medio de todo esto el rival: un Barça que acaba de recibir la noticia de la baja de Messi con fractura de radio para las próximas tres semanas, y que por tanto no contará con su mejor jugador en el Clásico.

¿Cómo puede afectar esto al Madrid? Es innegable que es una carta que el destino ha puesto en el camino del Real Madrid, porque las opciones de ganar el partido, a mi juicio, decrecen con el argentino en el césped, o mejor dicho; el hecho de no poder contar con Messi para el Clásico es un factor que causa al Barça un perjuicio, evidentemente futbolístico, pero anímico también, qué duda cabe.

El Madrid puede ganar en Barcelona. Ya lo ha hecho en otras ocasiones en las que también pasaba por situación de crisis. Esta vez para ganar deberá no cometer errores en defensa, porque a pesar de la ausencia de Messi, el Barça cuenta con jugadores importantes en ataque como Coutinho, Dembélé o Luis Suárez. El centro del campo puede aprovecharse de la debilidad que está mostrando esta temporada Busquets, pero para ello Julen – o su sucesor – deberá dominar esta parcela del campo, para lo que necesitamos una versión mejorada con respecto a la que ofrecen ahora de nuestros centrocampistas. ¿Y en ataque? Pues en ataque aprovechar los espacios que dejan los laterales y tirar de verticalidad y desborde, y que me perdone Lopetegui, a lo mejor abrir el horno para comprobar si el pastel brasileño está ya en su punto de cocción; en definitiva: los jugadores importantes como Ramos, Modric, Bale, Benzema, Kroos, Marcelo… deberán tirar de la casta y el orgullo que representa lucir el escudo que llevan en el pecho.

Está en juego la victoria, pero también algo más que eso. Está en juego poder dar la vuelta a la situación actual y que este episodio quede en un mal recuerdo cuando terminemos la temporada. Hacía tiempo que un Clásico tan temprano no tenía tanta importancia, y éste además cuenta con la ausencia del mejor jugador rival. Ojalá aprovechemos la oportunidad. Desde luego si alguien puede, ése es el Real Madrid. #HalaMadrid.

 

@pepo2204

Los comentarios estan cerrados.