#DesdeLaGrada | «Parón Reflexivo»

Cuando uno se dispone a iniciar una nueva andadura en esto de escribir sobre el Real Madrid, siempre gusta de contar victorias o en su defecto poder relatar andanzas positivas del equipo de Chamartín. Sin embargo, no es el momento propicio para poder cumplir con este cometido en éste mi debut para esta casa, ya que el Madrid está atravesando una mala racha que ya comprende cuatro partidos sin que los de Julen hayan anotado un solo gol.

Es bien sabido que los parones de selecciones por lo general no gustan al Madridismo. Pero por esta vez y sin que sirva de precedente, este descanso está pareciendo más una especie de tiempo muerto al más puro estilo baloncestístico, y que puede ser una suerte de árnica para curarnos las heridas de esta “mini crisis”, al menos en lo que a los aficionados se refiere, ya que la mayoría de los jugadores han viajado con sus respectivos equipos nacionales.

Si nos abstraemos de los mal llamados “debates” acerca de la situación del Real Madrid en determinadas redes sociales como Twitter, en los que lejos de debatir se recurre a la búsqueda de culpables, al insulto y descalificación continuas, podemos tratar de analizar desde el sosiego que permite el hecho de haber tenido más de una semana sin haber habido competición liguera.

Evidentemente las razones del bajón del Madrid son varias en mi opinión, y no todas achacables a la misma persona. Todos tienen su parte alícuota de responsabilidad y voy a tratar de desgranar algunos de estos motivos a lo largo de este #DesdeLaGrada. Vaya por delante que quiero hablar de aspectos deportivos; que son los que me ocupan y preocupan en este momento.


El estado de forma de algunos  jugadores deja mucho que desear. Empezando por los que alcanzaron la final de la Copa Mundial de la FIFA en Rusia, el croata Modric y el francés Varane, que aún no han encontrado la forma. Y no es algo exclusivo de ellos; otros pesos pesados – y no tan pesados – del equipo como Benzema, Kroos, Asensio, Casemiro, Lucas o Bale tampoco atraviesan su mejor momento. Se antojan demasiadas piezas desengranadas sin duda, y máxime cuando la temporada había empezado de un modo tan esperanzador, salvedad hecha de la Supercopa de Europa.

El equipo encaja muchos goles, señal de que el balance defensivo no mejora. Se da la circunstancia este año de que los goles suelen ser consecuencia de errores defensivos groseros en algunos casos e impropios de jugadores de la calidad atesorada por los merengues. Estos errores además, lejos de corregirse, acostumbran a repetirse, lo que indica clara falta de concentración. Para añadir a este cóctel, antes de cometerse la mayor parte de los fallos, se detectan determinadas actitudes en los jugadores que parecen tener que ver con exceso de confianza, o como diría el castizo: “por ir de sobraos”

Para terminar con lo que a los de corto afecta, las lesiones de un par de jugadores importantes, de ésos que tienen peso específico en la plantilla, como son Isco y Marcelo tampoco contribuyen a que las cosas vayan mucho mejor, si bien el estado de Marcelo antes de su dolencia no era precisamente el mejor, todo sea dicho.


En lo que respecta al entrenador, los buenos indicios mostrados al inicio de temporada con unas señas de identidad muy definidas, como la presión muy adelantada, parecen haberse diluido como azucarillo en el café. El juego ha devenido en un movimiento de un lado a otro del campo interminable que no finaliza con disparos, lo cual reduce de forma drástica las ocasiones de gol.

Además, considero – y esto es una opinión muy personal  – que Julen ha optado por gestionar en primer lugar las jerarquías en el vestuario, priorizándolas sobre otros factores como el estado de forma. Esto puede hacer que los jugadores que no son considerados “vacas sagradas” acaben por sacralizarse, sabiendo de antemano que serán la primera opción para el entrenador, mientras que puede hacer que los que no juegan ningún minuto caigan en el desánimo al desesperarse sabiendo que esa situación no se alterará. Actitudes como la del excesivo protagonismo del capitán en todas las acciones a balón parado o la desgana mostrada por el equipo en Sevilla, no ayudan a reforzar el papel del entrenador de cara a la afición que sufre y se desespera con el juego y los últimos resultados del equipo.


Por tratarse de mi debut, no pretendo aburriros más. Tiempo habrá para ello, al igual que considero que lo hay también para revertir esta situación y pelear por todos los objetivos posibles. Para ello hay que dar un golpe de timón, atarse los machos y poner toda la carne en el asador. Hablamos del Madrid, y no hemos de olvidar que nuestro equipo es #EternoCampeón #HalaMadrid

@pepo2204

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