Crónica| Real Madrid 89-82 Panathinaikos

Auténtica locura de encuentro que terminó con la victoria del Real Madrid sobre Panathinaikos por 89-82 en el cuarto partido de la serie de playoffs. Comenzó igualado, se rompió en el segundo cuarto con un Madrid estelar, pero los de Laso bajaron el ritmo en el último período y a punto estuvieron los griegos de remontar, pero se quedaron sin tiempo. De este modo, pese a todos los altibajos de esta serie, el equipo blanco estará en la Final Four. En la semifinal espera desde esta tarde el CSKA de Moscú.

El partido podía ser el último de la serie de playoffs y los dos equipos eran plenamente conscientes. Desde el primer segundo, los jugadores de ambos conjuntos salieron sobreexcitados. Esta velocidad excesiva llevó a errores de precipitación, lastrando la efectividad ofensiva. Los griegos iban al límite y apostaban por el contragolpe con Calathes y James a un ritmo frenético. Esta dinámica de luchar por cada balón y sudar cada punto no es la que más conviene a este Madrid, pero teniendo en cuenta la magnitud del partido los de Laso estaban más que dispuestos a aclimatarse. Al fin y al cabo, también ellos pueden pelear. Un Ayón espectacular se hizo grande en la zona, tirando de su equipo en defensa y en ataque. De este modo, los merengues consiguieron irse al primer entretiempo con 19-14 tras un parcial de 10-2.

Entraron Carroll y Llull de salida en el segundo cuarto y con ellos el Real Madrid pretendió organizar los ataques con más calma. Los hoy locales empezaron a conseguir canastas fáciles en cuanto se pusieron a distribuir la pelota con criterio. Sin embargo, una serie de puntos griegos al contragolpe obligó a Laso a parar el partido. De nuevo, Panathinaikos estaba consiguiendo ensuciar el encuentro a base de jugadas trabadas. No obstante, Llull no estaba dispuesto a permitirlo. Un triple, un robo y una falta sobre él que dio lugar a otro triple sumaron 6 puntos y unas sensaciones excelentes. Estas se extendieron a sus compañeros, que en las jugadas posteriores completaron un parcial de 10-0. El sistema defensivo del Madrid funcionaba casi tan bien como el ofensivo, impidiendo a los griegos acercarse en el marcador. Con los blancos carburando a la perfección, llegamos al descanso con 51-35.

Iba a ser difícil replicar en el tercer cuarto los últimos minutos del segundo, totalmente excepcionales. Panathinaikos volvió a la cancha más que motivado, encarnando su tensión un Calathes cuya primera acción fue un empujón a Doncic. El esloveno, no obstante, no se amedrentó: tras dos triples suyos, la diferencia rebasó los 20 puntos (59-37). El encuentro se convirtió en un festival del tiro de tres a partir de esto. Los dos conjuntos cayeron en un ritmo de ida y vuelta que no beneficiaba a los griegos, pues no podían igualar los porcentajes de anotación blancos. Aun así, organizando buenos ataques fueron capaces de sacudirse la sensación de estar totalmente superados por el Madrid. Se pusieron a trece (69-56), pero Thompkins frenó su entusiasmo y Llull acabó casi definitivamente con sus esperanzas. No les dio tiempo a más: para los últimos diez minutos, el marcador reflejaba un todavía claro 78-60.

Salió de nuevo Llull en el quinteto inicial del cuarto período. El balear, como en el segundo, se hizo dueño y señor del tempo de la pista. Pese a esto, Panathinaikos no quería dejarse ir para no ser humillado. De nuevo llevaron la diferencia a solo 13 puntos e incluso consiguieron que se redujera a 5 (80-75). El Real Madrid no encontraba vías para penetrar la defensa de los griegos, mucho más intensa que en el resto del encuentro. Además, un Singleton que había estado completamente desaparecido se colocó de repente con 11 puntos en el último cuarto. Los problemas en ataque de los de Laso eran muy serios: no consiguieron anotar en juego hasta el minuto 6. Tocó sudar: entre Llull, Reyes y Doncic salvaron los muebles como buenamente pudieron. Así, contra todo pronóstico viendo el segundo cuarto, con infinito sufrimiento el Madrid terminó ganando por 89-82.

Con esto, se cierra definitivamente la Final Four de la Euroliga. La primera semifinal enfrentará a Zalgiris y Fenerbahce, y en la segunda se verán las caras CSKA y Real Madrid. Sin embargo, todavía queda casi un mes para eso. Antes, los de Laso tienen que consolidarse como primeros de Liga ACB. Con este propósito, el próximo domingo 29 de abril visitarán a Movistar Estudiantes (18:30 horas).

@_albacg

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