Crónica: Real Madrid 4-4 Real Sociedad

Un cabezazo de Rüdiger en la prórroga nos da el pase a la final en un partido absolutamente loco.

Día grande el que se esperaba en el Santiago Bernabéu para vivir nada menos que unas semifinales de Copa del Rey. Partía el Real Madrid con ventaja, gracias al gol de Endrick en San Sebastián y quería aprovechar su condición de local para aumentar esa diferencia.

En frente, una Real Sociedad acostumbrada a dar más de un susto a cualquiera en esta competición y que venía con ánimo de revancha y con el recuerdo de la victoria de 2020 en el mismo escenario, aunque aquella fue a partido único.

El conjunto de Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial: Lunin; Camavinga, Alaba, Asencio, Lucas Vázquez; Tchouaméni, Valverde; Vinícius, Bellingham, Rodrygo; Endrick. Antes de comenzar el partido, se guardó un respetuoso minuto de silencio por el fallecimiento de los cinco mineros asturianos en la mina de Zarreu.

El partido comenzó con un buen Madrid, que dispuso de distintas ocasiones para haber abierto el marcador en botas de Endrick por partida doble, una de ellas en una maravillosa chilena que hubiera sido el gol del año de haber entrado, y de Vinícius con un disparo cruzado ante el que Remiro tuvo que esforzarse para mandar el balón a corner.

Sin embargo, como esto no va de ocasiones y sí de rematar la jugada, quien se adelantó en el marcador fue la Real Sociedad al minuto 16. Un balón por alto hacia la defensa blanca era prolongado por Pablo Marín que encontraba totalmente libre de marca a un Barrenetxea que solo tenía que avanzar unos pasos para plantarse en el área y batir por bajo a Lunin. Error muy grave en la marca de Lucas Vázquez abandonando su banda y muy mal también Rodrygo por no haber hecho la cobertura defensiva.

Este sería solo el inicio de la tormenta de goles que vivió el Bernabéu en una noche que dejó muy tocadas a las defensas de ambos equipos.

El gol de Barrenetxea dejaría la eliminatoria igualada hasta el minuto 30, cuando un excelso pase al hueco de Vini con el exterior encontraba a Endrick que se marchaba por velocidad y picaba el remate para conseguir el 1-1 en el partido y poner por delante de nuevo al Madrid en la eliminatoria.

Con este resultado llegamos al descanso y, en la reanudación, a punto estuvo el Madrid de hacer el 2-1 en un intento de gol olímpico de Rodrygo que despejó a corner Remiro con muchos apuros.

Precisamente Remiro sería protagonista de una de las jugadas polémicas del partido. Sacó el corner el Madrid, Asencio intentó rematar mandando el balón al segundo palo y aparecería Bellingham para intentar rematar y llevarse el puñetazo de Remiro que intentaba despejar. En ningún momento se vio que existiese fuera de juego de Bellingham, con lo cual esto debería haber sido decretado como penalty.

Coincidió la resolución de esta jugada con el tramo quizá más pesado del partido, con ambos equipos queriendo controlar mucho el ritmo del partido y con miedo a cometer errores que costasen algún gol más. Llegaron los cambios y entró Mbappé al terreno de juego en lugar de Endrick, y por parte de los txuri-urdines Sergio Gómez en sustitución del goleador Barrenetxea.

Sería el infortunio el que volviese a romper la eliminatoria, cuando una jugada por banda de la Real terminaba con Pablo Marín colándose en el área y centrando raso al punto de penalty. El balón se estrellaba en Alaba que finalmente metía el balón en su propia portería. 1-2 en el partido al minuto 72 y, de nuevo, eliminatoria empatada.

No acabó ahí la mala suerte de Alaba, pues minutos después su intervención también le costaría otro gol al Madrid. Jugada de Kubo que cedía atrás a un Oyarzábal libre de marca que disparaba fuerte y raso, el balón se estrellaba en Alaba y cambiaba la trayectoria despistando a Lunin, que se quejó de un posible fuera de juego posicional de Pablo Marín. 1-3 en el partido y los de Imanol por delante en la eliminatoria (2-3) al minuto 80.

Pero, ay amigos, en una situación crítica para los blancos apareció de nuevo el Bernabéu que no quería quedarse atrás en esta fiesta del fútbol ofensivo y así, apenas dos minutos después, una gran jugada de Vinícius rompiendo a Traoré por banda izquierda acababa en un centro al punto de penalty donde Bellingham remataba para poner el 2-3 y empatar, de nuevo, la eliminatoria.

Se vvino arriba el Madrid y pudo anotar Vinícius en un mano a mano si Remiro, muy acertado hasta ese momento, no le hubiera sacado una bonita mano para mandar el balón a saque de esquina. Precisamente, en ese corner, un cabezazo de Tchouaméni hacía el 3-3 en el partido para poner por delante al Madrid en la eliminatoria al minuto 86. Remiro que se había mostrado serio hasta ese momento tuvo una muy desafortunada jugada comiéndose el balón que había lanzado el mediocentro francés.

¿Pensaréis que ya estaba todo dicho, no? Pues no, se añadieron 7 minutos de descuento y ahí, una falta lateral a favor de los donostiarras tras una mala patada de Camavinga a Kubo acabaría en un centro al área, otro grave error de Alaba en la marca y una salida tétrica de Lunin que era aprovechada por Oyarzábal para cabecear a gol. Minuto 93, 3-4 en el partido y OTRA VEZ eliminatoria empatada.

No quedó ahí el descuento, pues una gran parada de Remiro a tiro de Vinícius evitaba que nos fuésemos a casa contentos y sin prórrogas.

Pero Don Fútbol estaba de fiesta y nos tuvimos que comer 30 minutos más, en los que se vio a un Madrid intentando ganar el partido y una Real más cansada y con ganas de no cometer ningún error.

Sería en la segunda parte de la prórroga cuando todo quedase finalmente decidido. Aunque también tuvimos que ver cómo Alberola Rojas volvía a pitar mal una decisión, enseñando amarilla a Olasagasti en lugar de la roja por una patada a destiempo a Vinícius a la altura de su rodilla. Ni siquiera el VAR entró a decidir.

Pero finalmente llegaría el tan ansiado gol que desequilibraría todo. Un corner botado por Arda Güler encontraba la cabeza de Antonio Rüdiger, quien remataba solo en el área tras buscarse muy bien el hueco y de manera inapelable al fondo de la red. Minuto 115, un resultado increíble de 4-4 en el marcador del partido y global en la eliminatoria de 5-4 para el Real Madrid.

Y aahora sí, con ese resultado por fin acababa el partido y todo el sufrimiento. Estamos en una nueva final de Copa del Rey y esperamos ya rival para el 26 de abril en La Cartuja. Pero de momento, toca recuperar y pensar de nuevo en el Valencia, que la Liga también hay que conquistarla.

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