Un doblete de Mbappé, ambos desde los 11 metros, nos da la victoria en un partido muy disputado.
Volvía por fin la Champions, la vieja competición europea, las noches que tanto amamos y lo hacía trayendo otra noche vibrante al Bernabéu.
El rival, el Olympique Marseille, un viejo conocido que ya pasó hace unos años por nuestra casa cayendo derrotado.
El eequipo de Xabi Alonso buscaba repetir aquellas victorias con este 11 inicial: Courtois; Carreras, Huijsen, Militao, Trent; Tchouaméni, Valverde; Rodrygo, Güler, Mastantuono; Mbappé.
El partido fue un no parar de ocasiones, polémicas y detalles técnicos vividas a un ritmo infernal por parte de ambos equipos.
Salió juguetón el Madrid, presionando muy arriba la salida de balón de los rivales y llegando a robar balón en campo rival. Esto permitió que el ataque comenzase a inquietar la portería de Rulli con las primeras ocasiones.
El propio portero argentino ayudó a generar esas sensaciones de peligro con ciertos errores de bulto que a punto estuvieron de costar un disgusto a su equipo.
Este iinicio rápido de partido se cobró una baja por el camino: la de Trent Alexander-Arnold, que yendo a recuperar un balón notó un pinchazo en la parte de atrás de su muslo izquierdo provocando que tuviera que abandonar el terreno de juego para ser sustituido por Dani Carvajal.
Nuestro capitán también tuvo su capítulo negativo, pues sería expulsado en la segunda parte al minuto 72 tras insultar y propinar un cabezazo a Rulli. Si bien es cierto que el argentino tuvo una actuación de Premios Emmy en la jugada, también lo es que Carvajal no estuvo muy avispado para pensar un segundo más y ver que una estupidez así nos dejaría sin lateral derecho un tiempo tras la lesión de Trent.
Pero siguiendo con la primera parte hay que destacar muy bien a Franco Mastantuono, muy activo durante todo el arranque tirando caños a los rivales e incluso disparando al poste.
Una oleada de ocasiones inundaba a un buen Madrid, al que solo le hacía falta más definición de cara a puerta.
Sin eembargo, un grave error de Arda Güler propició una contra de Greenwood que acabó en pies de Weah y en el 0-1 al minuto 22.
Apenas 5 minutos después, una gran acción de Rodrygo acababa en penalty cometido por el defensor del Marsella. Kylian Mbappé sería el encargado de superar al meta rival en el lanzamiento desde los 11 metros para conseguir así el resultado definitivo del partido.
Terminó la primera parte tras una clara ocasión del Madrid en botas de Mastantuono, quien tras un pase clarísimo de Mbappé y con la portería para él solo, estrellaba el balón en el cuerpo de Rulli tirando demasiado a asegurar.
La segunda parte claramente vio a un Madrid más cansado tras el esfuerzo sin parar de la primera parte.
La eexpulsión solo hizo más que reafirmar esas sensaciones, aunque el resultado pudo decantarse mucho antes si alguna de las múltiples ocasiones hubieran llegado a buen puerto. Entre rebotes, ocasiones falladas por llegar tarde y un Rulli que iba creciendo por momentos, el balón parecía no querer entrar.
Pudo cambiar todo si en el minuto 54 el árbitro hubiera señalado penalty en una jugada muy justa entre Mbappé y Balerdi, que pareció entrar con la plancha. Ambos jugadores llegaron muy justos al balón y el árbitro apreció que no se trataba de una jugada punible.
La que sí se señaló fue una mano en el área francesa al minuto 79. Intentó Vini marcharse de su par, pero Medina en su caída estiró la mano y cortó el avance del brasileño en una jugada de penalty claro.
Mbappé conseguiría anotar de nuevo y hacer el definitivo 2-1.
Los últimos minutos vieron cómo el Madrid volvía a realizar otro maravilloso ejercicio de resistencia defensiva para mantener el resultado.
No hubo tiempo para más y ahora, vuelve la competición antes conocida como Liga. Toca ganar al Espanyol, a por ellos pues.
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