Victoria en un partido raro con 3 goles anulados al Real Madrid. Vinícius anotó el gol de la victoria.
Jornada 3 del Campeonato de Liga, la anterior al parón de selecciones y de verdad que nadie nos había preparado para lo que iba a vivir esta noche el Santiago Bernabéu.
Vamos con ello directamente, que hay mucho que contar. Para empezar, el 11 inicial de Xabi Alonso para la contienda de hoy: Courtois; Carreras, Huijsen, Militao, Alex-Arnold; Tchouaméni, Valverde, Güler; Vinícius, Mbappé, Mastantuono.
Como ppodéis ver en el titular, el Madrid ganó en casa. ¿Fácil y sencillo, verdad? Pues la realidad es que casi no ganamos porque no nos estaban dejando hacerlo.
Hasta tres goles anulados vio el público madridista contra sus jugadores. Mbappé, por partida doble, y Güler fueron las víctimas de estas decisiones que, a decir verdad, fueron bastante polémicas.
Al bueno de Kylian le anularon un gol por una oreja. Sí, sí, así de ajustada fue la distancia con el defensa rival que nos mostró la imagen del semiautomático y por la cual el VAR anuló el que en ese momento hubiera supuesto el 1-0 en el minuto 6 de la primera parte.
Demasiado justo como para declarar al 100% que eso era posición antirreglamentaria.
El que sí subió al marcador fue el gol de Muriqui, siempre él en el Mallorca, ee cabeza a la salida de un corner excelsamente botado por Pablo Torre.
Se podría achacar, y con razón, que la defensa blanca no defendió el salto pero también es muy cierto que el delantero kosovar estaba ganando todos y cada uno de los balones aéreos del partido.
El Madrid creció aún más tras el gol y repitió ocasión tras ocasión, con Leo Román cada vez más esforzado en las acciones hasta que vio el muro de su portería abrirse finalmente ante el empuje blanco. Corría el minuto 37 y, tras una jugada ensayada, un centro de Carreras encontraba la cabeza de Huijsen quien ponía el balón a la línea de gol donde aparecería Güler para empujar a placer y conseguir el 1-1.
Sin apenas tiempo para sentarse de nuevo, un robo de Fede Valverde en mediocampo otorgaba un ataque al Madrid. El balón llegaría a Vinícius quien regatearía a Raíllo, se buscaría el hueco y marcaba el 2-1 de disparo cruzado.
Este resultado pudo ser mayor… pero otro fuera de juego de Kylian Mbappé, este mucho más claro, evitó que subiera al luminoso el que hubiera sido el 3-1.
Ya en la segunda mitad, otra vez el Madrid
Madrid pudo sentenciar el encuentro… de no haber sido, claro, por encontrarse con otro gol anulado, esta vez a Arda Güler en una jugada rocambolesca. Recibió Mastantuono en el área, regateó de manera brillante y sacó un buen disparo que fue repelido por Leo Román, el rechace fue recuperado por la defensa que estrellaría el balón en Arda Güler. El rechace del turco obligaba a emplearse a Leo Román de nuevo y, finalmente, Arda empujaba a placer el teórico 3-1.
Sin embargo, como decimos, quedó anulado puesto que la repetición marcó que el rechace del defensa había rebotado en las manos de Arda y debía ser sancionado. Esta jugada dejó muchísimas dudas, pues no pareció inmediata la mano al gol y Arda tenía las manos pegadas al pecho en un gesto involuntario de protección… pero también es cierto que a los atacantes no les pasan ni una mano y que el rebote propició el gol en el posterior tercer remate.
Así que el resultado quedaría 2-1 y, fíjense las cosas, sería el Mallorca quien se encontraría esta vez con la mala suerte.
Trent Alexander-Arnold, primero, y Álvaro Carreras después salvarían bajo palos lo que bien podría haber sido el gol del empate en dos jugadas de mucho acierto por parte del conjunto balear.
Los cambios parecían sentar mejor a los pupilos de Jagoba Arrasate, que a falta de fuerzas comenzaban a atacar con corazón y orgullo partiendo del buen hacer en mediocampo de un Sergi Darder muy inspirado en el partido de hoy y la amenaza constante de segundas jugadas provocadas por Muriqui bajando balones largos.
El Madrid, por su parte, no estaba teniendo una buena segunda parte y los cambios por más que intentaban revitalizar el ataque (entraron Brahim y Rodrygo), solo se centraban más en mantener la pelota y no correr demasiados riesgos que pudieran desembocar en algún susto que diese lugar al 2-2 En ese control emergió la figura del siempre discutido Dani Ceballos que hizo lo que tuvo que hacer en los minutos que jugó, que era mantener la bola en pies madridistas.
Pero no hubo tiempo para más y, tras todo este jaleo de anulaciones, lo que quedó al final fueron los 3 puntos en casa del Real Madrid que al final es lo que más nos importa conseguir por aquí.
Tiempo ahora para las selecciones, toca rezar para evitar lesiones.
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