Previa| Real Madrid- Barcelona «Creer»
Que tendrá el Real Madrid, que tras pasar prácticamente las cuarenta y ocho horas que siguieron al pitido final del partido ante el Manchester City, en un estado de negatividad y autodestrucción, es ver ese escudo y empezar a creer.
A creer en que todo es posible, a creer en un entrenador que nos lo ha dado todo, a creer en una plantilla que hasta que se demuestre lo contrario, es capaz de todo. A creer en una afición que más allá de rencillas y guerras internas, es capaz de poner alas al equipo, a creer en un proyecto al que hay que darle tiempo y paciencia (aunque de lo segundo no vamos sobrados) y voy a creer porque es lo que este equipo me enseño.
Porque Camacho o Del Bosque creyeron que se podía pese a haber perdido por cuatro goles a uno ante el Derby County y levantaron la eliminatoria en el Bernabéu. O acaso alguien le dijo a Juanito o a Santillana que era imposible hacerle tres goles a aquellos escoceses del Celtic. Quizás nadie se acercó a Capello para decirle que tirara la toalla en aquella liga conocida como “la del clavo ardiendo”.
Tal vez, si en aquella época hubieran existido las dichosas redes sociales, se habría ridiculizado o criticado aquel gesto de Juanito con Graziano Bini, cuando la leyenda blanca le dijo aquello de “Noventa minuti en el Bernabeu son molto longo”
Doy por seguro que a muchos de los jóvenes de los que hoy pueblan nuestras gradas, si les hablas de remontar, lo primero que les viene a la cabeza es a aquel Dormunt de Lewandosky resistiendo de manera numantina en un Bernabéu o la última decepción copera ante la Real Sociedad. Pero este escudo redondito, esta camiseta blanca, es mucho más.
Esta camiseta es honor, es respeto, es lucha, entrega, pasión, pero sobretodo fe, la fe es lo que envuelve todo, porque si eres madridista y no te crees capaz de todo, deberías revisar, porque algo pasa.
Por eso estoy convencido de que los noventa minutos del Bernabéu contra el Barcelona, no serán largos, serán eternos, porque si hay algo por lo que merece la pena creer, eso es el Real Madrid.
Por eso, me da igual quien juegue, me da igual quien sea el que caiga exhausto al final de los noventa minutos, me da igual quien corra la banda o celebre el gol en mitad de una melé y uniéndose de manera casi mística con la grada, no me importa quien será el primer cambio o si Zidane agotará los tres. Solo importa ganar.
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