ACB ~ Final PlayOff ~ (3º Partido) ~ El Análisis De Eterno Campeón | Valencia Basket 70-81 Real Madrid

Termina una temporada con un título importante. Luego entraremos en el partido, pero es momento de analizar la trayectoria. Hay equipos como Unicaja, que planean sus picos de forma, para llevarse los títulos de la parte central de la competición (Supercopa, Copa y BCL). Ellos dicen que no, pero me recuerdan al cuento español del vecino que va a pedir prestado un burro. Otros, como el FC Barcelona, son una montaña rusa llena de éxtasis y depresiones. Es cierto, ha tenido muchos lesionados, no son los únicos. Me ha gustado Valencia Basket, ha ido creciendo con el transcurso de las jornadas y ha llegado en buena forma y con mucha motivación al tramo final de ACB. Pero la artillería ligera no gana competiciones, aunque sí partidos. Para llevarse títulos hay que tener también bestias bajo los aros. La única bestia que ha brillado con luz propia en los Taronja, ha sido Jaime Pradilla. Poco para ganar ACB.

A Unicaja le están desmantelando el equipo: Osetkowsky, Tyson Carter, Kameron Taylor, ahora Yankuba Sima… En cambio no han conseguido sacar a Montero de Valencia. Puede que sea porque tiene asegurado el escaparate de Euroliga. Me posiciono claramente: el Real Madrid debe seguir en Euroliga. Somos baloncesto europeo, la NBA es otra cosa. Si no ofrecen partidos de sus equipos en Europa, nos están dando la hora con nuestro propio reloj.

Ahora vamos con el Real Madrid. Ha tardado muchos meses en conjuntar a un equipo con demasiadas ausencias (Poirier, Chacho, Rudy, Causeur, Yabusele). Algunas las ha reemplazado y otras no. Hablamos de Yabusele. Ha jugado con alapivots improvisados toda la temporada. Cuando se mencionen las lesiones, que no se olviden de eso. Los fichajes han tenido muchas caras: unos se han adaptado, como Andrés Feliz o Usman Garuba, aunque han necesitado mucho tiempo; otros han aportado su granito de arena, como Bruno Fernándo; o se han diluído, como Ibaka, o nunca estuvieron allí, como Xavi Rathan-Mayes, o no sabían a qué venían, como Dennis Smith. Se han dado oportunidades a los jóvenes: Eli no ha dado el salto que todos esperábamos. Lo dará porque es muy bueno. Hugo ha aprovechado sus minutos. Va a ser un visto y no visto, porque se marcha a Boston.

Para complicar más la situación, a alguien se le ocurrió la magnífica idea de empezar la pretemporada muy tarde. Con un equipo ya conjuntado, puede valer, pero éste no era el caso. El primer partido se jugó contra el Benfica el 21 de septiembre. No estaban todos, pues hubo competición internacional. Algunos jugadores como Musa llegaron mal de forma. Empezaron las competiciones oficiales sin tiempo para acoplarse y aquello fue un desastre.

Ha habido dos Real Madrid, igual que ha habido dos Chus Mateo. El primero, desorientado, perplejo, con minutadas interminables para los pocos jugadores que funcionaban. Un entrenador rígido con sus planteamientos de partido, al que le costaba reaccionar ante la adversidad y que miraba al banquillo y no encontraba soluciones. Las piezas han ido encajando. Demasiado tarde para Supercopa y Copa. Hubo una gran reacción en Euroliga, aunque una desgraciada carambola nos situó en el play in. Se echaron de menos partidos que habríamos debido ganar (Zalgiris, Bayern, París en play in…). Una sola victoria nos habría colocado cuartos. En el play off contra Olympiakos se compitió bien.

Y, por fin, llega la liga ACB. El Real Madrid había enderezado el rumbo en la competición doméstica. Quedó primero, con ventahja de campo en todos los cruces. Le ha tocado el camino más difícil de los play offs y lo ha solventado con una tremenda superioridad. El entrenador ha sido otro Chus Mateo. Ha sabido gestionar al equipo a la perfección. Ha colocado a los jugadores donde y como mejor han rendido. Ha controlado los partidos. En fin, dos equipos y dos entrenadores: hasta marzo y a partir de abril.

Pero, a ver qué nos cuentan los números del último partidod e play off de la ACB.

Análisis de la anotación

Análisis de la anotación Valencia BasketReal Madrid Posesiones finalizadas y Puntos por posesión finalizadas

Valencia Basket convirtió sus debilidades en fortalezas y arrolló al Real Madrid en la posesión. Finalizó 13,5 posesiones más, que se han traducido (sólo) en 11 puntos. Sin embargo, perdió la batalla de la eficiencia. Anotó la exigua cantidad de 0,8284 puntos por posesión finalizada. El Real Madrid convirtió 1,1408. El conjunto blanco defendió muy bien y atacó bien. Esos 0,3124 puntos más por posesión finalizada se han traducido en 22 puntos.

Análisis de la posesión

Ritmo de juego alto, a 96,5/81 posesiones. Valencia Basket tuvo 15,5 posesiones más. Es casi imposible ganarle el partido a un equipo así. La causa principal fueron los 14 rebotes más que capturó en ataque. Ambos equipos mantuvieron las pérdidas en una cantidad razonable: los taronja, 12 balones (el 12,44% de las posesiones totales) y los blancos, 10 (el 12,35% de las posesiones totales).

Análisis del rebote

Hubo 34 rebotes en el aro valenciano por 42 en el madrileño. Las causas de la diferencia están, por una parte, en el acierto en el tiro de campo: el equipo levantino tuvo un 31,58%, mientras que el conjunto madrileño consiguió un 48,33%; por otra parte, el equipo taronjafinalizó 13,5 posesiones más. Los datos absolutos no son determinantes, pero está claro que el rebote lo ganó Valencia Basket.

Este es un claro ejemplo de que los números absolutos ocultan el desastre. El Real Madrid tuvo más rebotes defensivos, pero fue un desastre cerrando su propio rebote. Capturó muchos en defensa porque el Valencia Basket falló muchos tiros, debido, sin duda, a la buena defensa blanca.

Valencia Basket cambió por completo la actitud respecto a los dos partidos anteriores y se hizo con el 80,65% de los rechaces en aro propio. El Real Madrid también la cambió, para mal. Sólo pudo hacerse con el paupérrimo 62,26% de los rechaces en su zona. Eso deja un magnífico 37,74% de rechaces en aro contrario para los levantinos y un escaso 19,35% para los blancos.

Análisis de la anotación por tipo de lanzamiento

Y aquí empiezan las buenas noticias para los de la Comunidad de Madrid:

  • Concedió menos tiros libres de los que lanzó y los aprovechó con una eficacia correcta
  • Defendió de forma excelente por dentro y más allá del 6,75
  • Logró que su rival se jugase más lanzamientos desde donde estaba siendo peor
  • Atacó bien por dentro y muy bien por fuera
  • Concentró mucho su juego por dentro y eso tuvo que ver en la buena selección y acierto de sus tiros de tres

Y no hizo nada mal. Por eso pudo compensar el desastre de la posesión.

Análisis del tiro libre

Valencia Basket finalizó 8,5 posesiones desde el 4,60 (el 10,06% de las finalizadas). Anotó 14 lanzamientos con un muy buen 82,35% de acierto, que equivale a 1,6471 puntos por posesión. El Real Madrid dispuso de 11 (el 15,49% de las finalizadas), anotó 16 lanzamientos con un aceptable 72,73% de acierto, que equivale a 1,4545 puntos por posesión.

Análisis del tiro de campo

Valencia Basket lanzó el 89,94% de sus posesiones finalizadas como tiros de campo. Estuvo muy mal, debido a la enorme defensa del equipo blanco. Se quedó en 0,7368 puntos por tiro de campo. El Real Madrid lanzó el 84,51% de sus posiciones finalizadas. anotó unos buenos 1,0833 puntos por lanzamiento. Esos 0,3465 puntos más por tiro de campo, se han transformado en 21.

Valencia jugó menos por dentro que por fuera, el 47,37% de sus tiros de campo. Logró la escasa cantidad de 0,8889 puntos por lanzamiento (44,44% de eficacia). El Real Madrid concentró ahí su ataque y lo intentó en el 68,33% de sus tiros de campo. Consiguió 1,0732 puntos por lanzamiento (buen 53,66% de acierto).

La clave del encuentro ha sido la excelente defensa blanca sobre la línea de 6,75. Valencia Basket concentró ahí su juego, en concreto el 52,63% de sus tiros de campo. Se quedó en unos flojísimos 0,6000 puntos por lanzamiento (20,00% de eficacia). El conjunto blanco lanzó muy poco desde la línea de tres: el 31,67% de sus tiros de campo. Estuvo bien, pues logró 1,1053 puntos por lanzamiento (36,84% de eficacia).

Conclusiones

«Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que han sido soñadas en tu filosofía», Hamlet, Shakespeare. O sea, que hay veces que uno no entiende nada. El Real Madrid había ganado la posesión en los dos primeros partidos: rebote y pérdidas. Pedro Martínez salió a disputar esas dos facetas. Parece lógico, ¿no? Pues Chus Mateo no estaba allí. Regaló el rebote y se lo jugó todo a diseñar una defensa que anulase el tiro de tres rival. En estas decisiones, o te estrellas o eres un genio. Salió cara.

El Real Madrid estuvo espantoso en la posesión, regaló 15,5 posesiones más a su rival. ¿Por qué?, pues porque se dejó atrapar 20 rebotes ofensivos y sólo capturó 6. Ni protegió su aro, ni atacó el del rival. «¿Pero qué dices? Si capturó 33 rechaces en aro propio», dirán los del análisis facilón. Pues porque hubo 53 rebotes, gracias a la excelente defensa. Hacerse con 33 de 53 es muy poco. No creo que un equipo que se deja capturar 20 rebotes en aro propio, haya cerrado bien su zona.

Sin embargo, hubo tantos rebotes en el aro blanco porque defendió muy bien. Brillante por dentro, rayando la excelencia en el triple. Y eso, querido lector, eso y no el rebote defensivo, ha sido la clave. Chus sacrificó rebote a cambio de defensa y le salió bien.

Te lo hemos contado aquí. Acuérdate para la temporada que viene.

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