27 anos sin Drazen Petrovic

DRAŽEN PETROVIĆ DE LA CANCHA AL CIELO.

Pasarán mil años y seguirá siendo un referente en el mundo del baloncesto, odiado por muchos y amado por otros lo que da muestras de la grandeza de un jugador que solo tenía una obsesión ser el mejor y ganar. Muchos aficionados se quedan con el irascible Dražen , con sus desplantes y anarquía, obviando la época donde creció, sus referentes baloncestísticos y una cualidad poco vista en esa época la profesionalidad, mientras otros se iban a casa, este genio sólo vivía por y para  el baloncesto entrenando hasta la extenuación, muchos destacan de él, que cuando salía de la cancha era una persona introvertida y respetuosa, todo lo contrario que cuando se enfundaba la camiseta y se transformaba en un jugador sublime e irrespetuoso, que dominaba todas las facetas del juego al alcance de muy pocos, hasta tal punto que fue odiado en Europa pero a nadie dejaba indiferente, llenaba pabellones para verle jugar y cuanto más caldeado era el ambiente más crecía, es muy gracioso oír hablar de presión deportiva hoy en día.

Mucho nos hizo sufrir a los madridista pues él sólo se encargaba de derrotarnos, ese equipo con gran criterio jugaba para él, al igual que en otros muchos equipos ocurría lo mismo, ¿Podríamos imaginarnos a los Lakers o a los Bulls no jugando para Magic o Jordan? y llego al equipo más laureado de Europa donde existía una jerarquía heredada y con un jugador igual de extraordinario que era nuestro Fernando con el que ya las había tenido en sus enfrentamientos previos con una acción muy fea y antideportiva que ojala no  la hubiera realizado. 

Tras su controvertido y rocambolesco fichaje, intento suavizar su relación con el Madrid, era un golpe de efecto nunca visto jugaría  de blanco, ríos de tinta se vertieron ante la llegada del mejor jugador de Europa a la capital, de un jugador odiado a aplaudir sus canastas y sus desplantes, muchos aficionados no le perdonan su marcha y su egoísmo deportivo, pero ver bailar al Barcelona al ritmo que marcaba Dražen es inolvidable, cada partido era una exhibición, hasta cinco victorias consecutivas le endosamos a un gran equipo, que sólo fue capaz de ganarnos con uno de los mayores  escándalos arbitrales que como siempre están orientados hacía el Noroeste por más que intenten cambiar la historia. 

La disputa dentro del vestuario entre Fernando y Draženera insostenible y dentro de la cancha era muy visible, cierto es que Fernando no pudo soportar la exaltación en la final y la poca valoración que se le rindió y el brindis de Mendoza colmo un vaso que en varias ocasiones se había visto desbordado, sigo pensando que faltó alguna figura dentro del equipo que para aquella lucha y convirtiera la lucha de egos, en la suma de egos.

Su salida del Madrid nos sorprendió y apeno a muchos y alegro a algunos aficionados  que les sirvió para afianzar su odio y  a su vez alivio para el resto de equipos pues eran conscientes que si Dražen continuaba en el Madrid dominaría las competiciones europeas, pero él ya tenía su sueño a su alcance, jugar y triunfar en la NBA, dónde fue maltratado cómo jugador y cuándo fue considerado el tercer mejor escolta tras Jordan y Drexler, la fatalidad llego en un accidente que desoló al deporte no solo al baloncesto pues nos dejaba un jugador majestuoso que se negó, a que la NBA lo humillará en sus dos primeros años y volverse a Europa con el fracaso en la maleta. 

Se nos fue un ídolo de la Cibona que vistió y defendió en la cancha a nuestro Real e hizo grande al baloncesto, muchos debates sobre listas de mejores jugadores, lo que es incuestionable es que el genio de Šibenik es uno de los más grandes de la historia, le pese a quién le pese.¡GRACIAS  DRAŽEN!

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