“Rayos y retruécanos” es una expresión que últimamente se está perdiendo en la actualidad. Denota sorpresa, asombro y estupefacción. El Real Madrid se encontró con un Rayo valiente, arropado por los suyos desde el minuto 1 hasta el 90. Aun así, la magia apareció en los minutos finales, con una gran jugada entre Benzema y Vinicius, quienes estuvieron desaparecidos, pero solamente con tres toques, encontraron ese gol deseado que sirvió como válvula de oxígeno para el equipo.
Rayo y Real Madrid se enfrentaron en esta jornada vigésimo sexta de la Liga Santander a las 18:30 de la tarde. El equipo de Vallecas últimamente se ha desinflado en la competición, pero la afición no cesa de animar a los suyos y consigue siempre que el equipo tenga esa garra que otros no tienen en su estadio. Una olla a presión que caldea el ambiente y que sirve de motivación para que los 11 sobre el terreno de juego nunca dejen de creer. En frente, un Real Madrid que va por momentos. En horas bajas, aunque ya recuperándose de una herida que está abierta, pero que poco a poco se va cerrando.
Si bien en el estadio del Rayo Vallecano caben alrededor de unos 15.000 espectadores, se oyen y animan como si fueran el doble. Cada saque de esquina, se celebra como un gol. Cada decisión del árbitro es juzgada para meter más y más presión. Esa ocasión que es un halo de esperanza para ese aficionado vallecano que anhela con el gol como si valiera oro. Y es lo más normal del mundo. Este equipo tiene el alma de un primera que ojalá se mantenga muchos años en la competición. Y podéis estar muy orgullosos del equipo que tenéis. Pero el Real Madrid no está para despistes, y, aunque llegó el gol tarde, los 3 puntos siguen valiendo lo mismo que si hubieran vencido por goleada. En estos campos es donde se ganan las Ligas. Y el equipo de Ancelotti hoy ha dado un paso de gigante.
ANÁLISIS DEL PARTIDO
LA PIZARRA DE AMBOS EQUIPOS
El equipo de Andoni Iraola salió con un sistema de 4-2-3-1 con la novedad de la suplencia de Isi Palazón. Por otro lado, el sistema táctico del Real Madrid fue el 4-3-3 habitual y sin novedades en el once, salvo la baja de última hora de Alaba confirmada ayer, y que su lugar lo ocupó Nacho Fernández. La pizarra del técnico italiano funcionó en la segunda parte, con la entrada al campo de jugadores como Valverde, quien dio frescura al equipo. No obstante, el Rayo Vallecano consiguió en todo momento intimidar al líder de la Liga. La presión alta dio sus frutos y tanto el ataque por ambas bandas, como las contras, supusieron que el equipo de Ancelotti estuviera incómodo.
PRIMERA PARTE
La intención de los locales siempre fue en todo momento anular la medular del Real Madrid con jugadores como Óscar Valentín y Comesaña, de un perfil más rompedor. El peligro del Rayo Vallecano llegaba siempre por banda, con la subida de sus laterales Iván Balliu y Fran García, con características más ofensivas y sumándose al ataque junto a Bebé y Álvaro García.
En el Real Madrid, Toni Kroos fue quien dirigió la orquesta con su batuta para dar sentido al juego de los suyos. El centrocampista alemán, cuando su equipo está en apuros, siempre retrocede su posición y se incrusta junto a los centrales para distribuir el juego. La creatividad pasó por sus botas. La primera ocasión llegó para el Real Madrid en el minuto 6′ de partido, con un disparo de Asensio desde la frontal del área que atrapó sin problemas Luca Zidane.
Respondió el Rayo poco tiempo después con una gran acción de Bebé por banda derecha, pero su disparo se marchó fuera. Seguían llegando las ocasiones para el Rayo. En el minuto 17′, Sergi Guardiola remató solo pero se topó con un Courtois muy atento.
El partido se convirtió en un ida y vuelta. Tanto Rayo como Real Madrid asomaron en área rival. El equipo de Ancelotti pudo adelantarse en el marcador en el minuto 24′. Marco Asensio, combinó con Carvajal y tras devolvérsela, disparó al palo largo. Sin embargo, Luca Zidane se estiró y evitó el 0-1 en el marcador. 10 minutos después, el Rayo replicó con un disparo de Álvaro García, tras un fallo tremendo de Ferland Mendy a la hora de sacar el balón. El chut del delantero rayista se marchó por encima de la portería.
GOL ANULADO A CASEMIRO
El Real Madrid marcó a falta de 5 minutos para el descanso. Sin embargo, el gol de Casemiro fue anulado, ya que el centrocampista brasileño estaba adelantado, tras un gran centro de Kroos. Al descanso, el partido entre Rayo y Real Madrid se marchaba 0-0 y con la sensación de que pudo marcar cualquiera de los dos.
SEGUNDA PARTE
Durante los primeros compases del segundo tiempo, el Rayo Vallecano asomó más en área rival. No tardó mucho el equipo de Iraola en tener una ocasión clara para adelantarse en el marcador. Fue Bebé quien disparó al larguero poniendo un centro que pudo ser un susto mayor para Courtois. El balón dio en el larguero por la parte de arriba.
Seguía atacando el Rayo, pero se topó con un gran Thibaut Courtois, uno de los mejores jugadores del equipo blanco. En un saque de esquina que remató Mario Suárez, pero el guardameta belga voló para despejar el balón por encima de la portería.
Los cambios en el Real Madrid sirvieron para dar más aire al equipo. Tanto la entrada de Fede Valverde por Casemiro, quien se la jugó de ser expulsado con una entrada al límite con Óscar Valentín, que se marchó lesionado. El uruguayo dio más verticalidad a un equipo que en la segunda parte no reaccionaba y se veía bloqueado por momentos ante un Rayo que ansiaba con el gol.
Pero a falta de 7 minutos para que terminara el partido, llegó la jugada maestra entre Benzema y Vinicius. El francés la tuvo en la frontal del área, filtró el balón por dentro a Vinicius, quien se la devolvió a Karim y solo tuvo que empujar el balón dentro de la portería. Una pared que daba al Real Madrid tres puntos vitales. Karim Benzema con este gol suma un total de 19 en la Liga Santander.
Con la victoria de hoy, el Real Madrid lleva una racha de dos victorias consecutivas y deja a nueve puntos al Sevilla, que juega mañana contra el Betis en el derbi a las 16:15 horas de la tarde.
EL COLOFÓN
Los aficionados rayistas despidieron a los suyos dando ánimos para su partido del jueves contra el Betis en la Copa del Rey. Y el Real Madrid, sigue en la buena línea. Sin brillar, con un juego ramplón, pero efectivo, se mantiene en lo más alto de la clasificación. Los líderes de esta Liga. Con un seguro en porterías. Solidez defensiva. Ya no es novedad que Militao haga un gran partido. Un centro del campo que recuerda al vino viejo, cuanto más años, más bueno. A la altura de un crianza. Sin presumir de Casemiro, pero con un Toni Kroos que dirige, manda y ordena. Y Luka Modric pone la magia. Arriba, la pólvora. Si bien últimamente no llueven los goles, la pelotita sigue entrando. Eso sí, sin pisar el freno. La Real espera y el PSG también. El Bernabéu tiene que ser un fortín. El Real Madrid va como un rayo, y un rayo no existe si no hay tormenta. ¿O acaso no es verdad?
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