Real Madrid: 12 Champions, 12 excusas
Principios de año y ya estamos a dieciséis* puntos del líder, que para más inri es el eterno rival. Principios de enero y hemos ganado la ida de la eliminatoria de Copa a un segunda con más pena que gloria. Solo llevamos ocho días de año y ya le tenemos más miedo al PSG que al malo de la matanza de Texas.
Seguramente muchos de los que me leéis habéis estado 30 años sin ver al Madrid ganar una Copa de Europa, otros tan solo recordaréis la travesía por el desierto desde la Novena de Zidane hasta la Décima de Lisboa y otros tantos seguro que solo tenéis el recuerdo de un Madrid ganador e implacable. Estos días he leído mucho por redes sociales (tal vez ese sea mi error) y me he ido empapando del pensar de la gente y de muchos periodistas (a mí me da igual lleven bufanda, gorro o guantes) sobre lo que está pasando en el Real Madrid, pues bien, he llegado a una conclusión: me parece bien todo. Absolutamente todo lo que decís, porque esto es un país libre y las opiniones son eso, opiniones.
Solo hay en el mundo unas treinta personas, incluyendo cuerpo técnico y ayudantes, que realmente sepa lo que pasa dentro del vestuario. Ellos se ven cada día y comparten sensaciones y pareceres, al igual que lo hacemos nosotros con nuestros amigos o nuestros compañeros de trabajo. Solo ellos saben si no corren más porque no quieren o porque no pueden. Solo ellos saben si lo del año pasado fue un espejismo o pueden volver a ser ese equipo que atemorizaba a Europa.
Yo no tengo ni idea. No sé si no pueden o no quieren. No sé quién se lleva bien con quien o si hay alguien que no cae bien. Yo solo sé que os he visto hacer grandes cosas y sé que sois capaces de hacerlo; así que por mi parte solo os pido que se acaben las excusas.
A mí ya no me vale lo de “hemos ganado tres Champions de cuatro”. Porque no, porque en el fútbol como en la vida, hay que reinventarse para seguir en lo más alto. Os estoy y estaré eternamente agradecido por estos años; años en los que he vuelto a llorar por el fútbol, en los que me habéis hecho levantarme a las cuatro de la mañana para veros en una pachanga de pretemporada a través del móvil, años en los que me he vuelto a abrazar para entonar vuestros cánticos con desconocidos, pero eso no me vale para explicar porque dejamos escapar los partidos.
Ya no me vale que salga el capitán del Real Madrid después de un partido y diga “tal vez nos faltó concentración” ¿En serio? ¿En tu trabajo te piden concentración ciento ochenta minutos a la semana y no puedes? ¿Cuánta concentración le pedirías a un médico que te está operando?
- No mire, es que me faltó concentración y le he operado el ojo que no era.
Eso ya no me vale, de verdad, lo intento, pero no. A mí ya no me vale que salga Marcelo a decir que “algunos están muy mal acostumbrados”. No, perdóname Marcelo, en el Madrid ganar no es una costumbre, es una obligación; porque gracias a eso somos lo que somos y estamos donde estamos después de más de un siglo de historia, y probablemente por eso quisiste venir aquí y no a otro club.
No me vale hablar de lesiones, porque a unos metros de vosotros tenéis a quince tíos que mueren en la cancha cada 4 días, quince tíos que con las lesiones que tienen siguen líderes en la ACB y bien clasificados en Europa.
Entiendo que no todos los años se pueden meter cincuenta o sesenta goles por persona, pero lo que no puedo entender es el nivel que está ofreciendo. Que llevar cuatro goles en Liga te coloque en cabeza de la lista de goleadores del equipo. Solo quiero que Isco sea Isco, Bale sea Bale, Cristiano sea Cristiano (…) y cada uno haga lo que mejor sabe hacer, jugar al fútbol.
Solo os pido que os dejéis de excusas. Que luchéis por nosotros como nosotros lo haremos por vosotros, que juntos somos invencibles, que si todo sale mal y lo habéis dado todo seguiremos aquí para levantaros, que los que os queremos de verdad no os insultamos ni despreciamos por fallar una ocasión o un pase. Que el Real Madrid es una camiseta blanca, muchos trofeos y millones de gargantas.