No me mientas más por favor

Dicen que una mentira repetida 1000 veces se convierte en una verdad, pero yo no estoy de acuerdo. No sé si porque estoy harto de oír la misma mentira una y otra vez o porque ya ha llegado un momento en que mi corazón, ajado de tantos sinsabores, ha decidido no creerse más mentiras ni frases hechas, que vienen de aquellos que un día le hicieron latir de manera apasionada.

No soy capaz de comprender que un equipo que viene de ganar tres copas de Europa seguidas sea capaz de salir al campo a no competir. No puedo ni imaginar como se puede salir a “trabajar” (porque no olvidemos que esto es su oficio) sin estar concentrado. Mi inteligencia no debe ser tan grande para concebir que un jugador anteponga sus ganas de jugar al bien del equipo, pero lo que es aún más grave, jamás en mi vida lograré entender qué fuerza de la naturaleza hace que tus músculos se agarroten cuando sales a jugar sabiendo que tu máximo rival ha sido derrotado y puedes meterles tres puntos.

No es la primera vez que salimos a un partido y hacemos un ridículo espantoso. De hecho, me atrevería a decir que es casi una tónica habitual en las últimas temporadas: siempre tenemos un partido en el que muchos pierden hasta la ilusión. Y ojo que no seré yo quien le prohíba a alguien tener un mal día, pero… ¿de verdad de 22 tíos no sacas 8 que tengan un día normal? Y lo que tampoco es nuevo es que este partido coincida después de una entrega de premios o similar (gracias Roi).

 

No lo sé, tal vez mi fe ciega en este grupo me incapacite para ver que son humanos y pueden tener un mal día, pero mi pequeña intuición me lleva a la conclusión de que no se compite o no se corre sencillamente porque no apetece. Creo que hay partidos marcados en el calendario en los que se considera que no sería un drama perder o empatar y se actúa en consecuencia. Con esto no quiero decir que sean malos profesionales o que haya que mandarlos al paredón, simplemente digo que les exigimos que vivan cada partido con nuestra pasión, que se dejen la piel en cada encuentro y no se guarden una gota de sudor; y tal vez para ellos es mucho pedir. No lo sé, como digo, mi fe ciega en este equipo me debe de cegar.

 

Como esa pareja enamorada ciegamente, que quiere creer en todo lo que le cuentan, así te queremos Real Madrid. Sabes de sobra que estaremos a tu lado en los momentos más amargos al igual que celebramos contigo los momentos dulces. Sabes que daríamos lo que fuera por ti y que nos romperemos la cara con cualquiera que ose ofenderte, pero ya solo podemos pedirte que tú hagas lo mismo por nosotros. Te aseguro que, si mueres por nosotros, cuando todo vaya mal, tendrás millones de manos que te ayudarán a levantarte.

 

@HCFanego

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.