Tras la victoria del FC Barcelona ante la Real Sociedad, llegaba el Real Madrid al Benito Villamarín dos puntos por debajo del equipo catalán y con la necesidad de salir de Sevilla con una victoria para recuperar el liderato y hacer valer ese triunfo que la semana pasada conseguía ante el eterno rival. 

Zidane sorprendía con un once en el que destacaban un Lucas Vázquez que recuperaba la titularidad después de mucho tiempo, y un Militao que necesita minutos de cara a la vuelta de los octavos de Champions en la que previsiblemente será titular ante la sanción de Ramos.

Arrancaba el partido con una disposición táctica sorprendente, que sobre el papel es muy atípica en el Madrid de Zidane y que ya probaba Solari hace un año en este mismo escenario; al defender, un claro 5-4-1 con Lucas de carrilero derecho y al atacar se disponían en un 4-5-1. 

Salía el Betis muy enérgico, tal y como suelen hacer en casa arropados por su afición, y un Real Madrid que pese a ello no se achicaba y buscaba mantener el control del partido. Pero pronto ambos equipos se asentaron en el terreno de juego y veíamos un cuadro visitante que tenía las ocasiones y un cuadro local que buscaba llegar a través de jugadas combinativas pero que se mostraba menos lúcido y con menos claridad en las ideas que el equipo de la capital. 

En el minuto 15 aparecía por primera vez Vinicius, con un remate cruzado tras un control de pecho que se iba al lateral de la red. Llegaban, pero no intimidaban los blancos.

Así pasaban los minutos y el encuentro se volvía plano por momentos, con mucho juego en el mediocampo e imprecisiones por ambas partes. Y tuvo que ser a balón parado como llegara la primera gran oportunidad. Caería del lado del Betis, con un gran centro en una falta lateral botada por Fekir, y que tras rebotar en Militao, le caía dentro del área pequeña a Bartra quien inexplicablemente la mandaba fuera. 

Pero empezaba a estirarse el cuadro verdiblanco y como consecuencia, se ahogaba atrás un Real Madrid que cedía el control al Betis, que seguiría gozando de las mejores ocasiones, como otra de Fekir en el minuto 35 que lanzaba un zapatazo a la escuadra derecha de Courtois y que milagrosamente sacaba el meta belga con una prodigiosa parada. 

Y por fin, premio a la insistencia. Acababa ya la primera mitad cuando, en uno de esos fallos de contundencia / concentración de Ramos, el central andaluz trataba de salir con el balón jugado en el rechace de un córner y perdía el cuero dentro del área para que Sidnei sacara un tiro imparable que se colaba por la escuadra y hacía el 1-0.

El Real Madrid no merecía más que irse perdiendo al descanso, pero aún así, el que minutos antes habría sido héroe, Sidnei, cometía al filo del final de la primera mitad un penalti sobre Marcelo que transformaría Benzema para el 1-1 y le daría una vida extra a los blancos. 

Se llegaba al descanso con un injusto 1-1 en el electrónico. Un Real Madrid muy contemplativo que dejaba jugar a un Betis que hacía mucho daño arriba gracias a la calidad que tenían en las botas nombres propios como Canales o Fekir, y que acabó haciendo el primer tanto tras varios avisos. El cuadro visitante, por su parte, muy pobre de ideas y que parecía que solo a base de démeritos del rival era capaz de crear peligro. Mucho tenía que cambiar Zidane en la segunda mitad. 

Pese al necesario cambio, arrancaba la segunda parte de forma muy similar a la primera. Con un Betis protagonista y un Madrid embotellado. De hecho, llegaba otra clara (y además, MUY clara) en el minuto 55 para el equipo sevillano. Joaquín se plantaba solo ante Courtois, y tras zafarse del portero, le daba inexplicablemente el balón a Modric que corría desesperado hacia atrás para salvar un gol que seguramente ni él mismo se esperaba salvar. 

En torno al minuto 70 parecía despertar el cuadro de Zidane, tras varias oleadas y alguna que otra ocasión como un larguero de Mendy. Pero nada, solo era un espejismo. En el 82, Benzema culminaba su pésima actuación con un error grosero en el centro del campo y fallaba un pase que permitía a Tello quedarse solo contra Courtois y anotar el que sería el 2-1. 

En los últimos minutos, como de costumbre, el Real Madrid trataba de salvar algún punto a la heroica con Sergio Ramos prácticamente de delantero centro, pero sin ningún tipo de orden ni ideas, y que no llegó a meter ningún miedo en el cuerpo al Betis pese a alguna que otra oportunidad al final del encuentro. 

 Y así llegaba otra nueva derrota de un Real Madrid que parece que se está empeñando en entregar la Liga a uno de los peores FC Barcelona que se recuerdan en años. De nada sirve recuperar el liderato la semana pasada ganando el ansiado clásico si hoy vuelves a pinchar en el Villamarín dando la imagen que hoy han dado. Equipo triste, parece sin alma, que realmente no puede salir a especular jugándose el liderato a tan solo 12 jornadas para acabar el campeonato doméstico. Es muy necesaria la autocrítica inmediata y tratar de buscar soluciones instantáneas, porque son en estos tramos de la temporada en los que debe de aparecer la mejor versión del equipo blanco si verdaderamente pretende aspirar a algo esta campaña.

POR: ANTONIO MATEOS

@Antonio_MateosR