De película

Previa Inter de Milan Real Madrid

Como en una historia de amor entre dos personas que no saben estar la una sin la otra. Como esa película de miedo en la que “el malo” intenta separarlas. Como en una película de ciencia ficción donde se intenta avanzar hacia un futuro mejor. Como en esas películas rancias de después de comer, donde el vecino pelota se alía con el malo…

 

Porque podemos buscar la manera de describir la relación del Real Madrid y la Champions League, su Champions League, de muchas maneras, pero la realidad es que una relación de película.

 

Empezó siendo una película de esas en blanco y negro, de esas en que los personajes se movían ridículamente deprisa. Una de esas películas que, aun siendo antiguas, cuando la veías sabías que estabas viendo algo histórico. Tus ojos se clavaban en un tal Di Stefano, al que tan pronto veías en un lado de la pantalla como en el otro. Tu atención se centraba en ver a un señor llamado Paco, que como llevado por una Galerna recorría tu pantalla en segundos. Había un secundario de esos que llaman la atención por sus peculiaridades, un gordito que tenía un cañón en el pie y destrozaba a los rivales.

 

Luego pese a que pasaste treinta y dos años “regañado” con el cine, volviste a engancharte con las sagas de súper héroes a finales de los noventa. Aquellas películas donde el ejercito de los buenos, pese a no ser el favorito se alzaba con la victoria. Esa saga en la que Raúl González cual Capitán Madrid (ríete tu del Capitán América), llevaba a sus filas a la victoria ya fuera en París o en Glasgow. Glasgow, la ciudad donde Zinedine Zidane, explicó con una volea porque al cine se le llama el séptimo arte.

 

Lloraste de emoción cuando en el suspiro que surge del último aliento de un segundo, el bueno que parecía muerto, se levantaba en Lisboa. Te enamoraste viendo la historia de amor mas bonita del mundo llegar a su culmen tres años seguidos y te decepcionaste viendo como se rompía el amor de tanto usarlo. Reíste, lloraste, te emocionaste, te enfadaste, te quedaste pegado a la pantalla e incluso la apagaste, porque el cine y sus historias son así.

 

Y como en una de esas sagas interminables, el equipo vuelve a presentarse fiel a su cita. Este año parece que se llevaran las películas de súper héroes. De esas en las que el malo utiliza todo tipo de artimañas y esbirros para impedir que los protagonistas logren su objetivo. Y digo esto porque no se si Ceferin, el abyecto presidente de la UEFA, será tan malo como alguno de los villanos más famosos del celuloide. Pero lo que si sabemos es que sus actos “cuestionables” ya han aparecido, ya sean en forma de desprecio en redes sociales o con declaraciones impropias de un presidente.  Lo que hace que nos aventuremos a pensar que las cosas no van a ser suficientemente claras en una competición, cuyo presidente no quiere que ganemos.

 

Difícil misión la de nuestro grupo de héroes, que viajan con una defensa mas que justa con la baja de nuestro hombre de acero, Mendy. El centro del campo llega con todo menos la ya sabida ausencia del ojo de halcón alemán Toni Kroos. Y arriba con el soldado de invierno Luka Jovic ya recuperado de sus molestias gástricas, estamos al completo.

 

Si alguna vez dijiste, escuchaste o leíste aquello de “solos contra todo y contra todos” ahora mas que nunca cobra sentido. Veremos si el mago Benzema o flash Vinicius son suficiente para traernos tres puntos vitales de Italia. Tres puntos para empezar bien la fase de grupos, pero sobre todo , tres puntos para avisar al villano de que esta película es de las que acaban bien.

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