Cómoda victoria del Real Madrid en su visita a la cancha de Valencia Basket por 78-86. La primera parte de los de Laso fue una tormenta perfecta, con todos los participantes a su mejor nivel. Desde el primer cuarto, el conjunto blanco rompió el encuentro y, con una diferencia tan abultada, solo tuvo que manejar los tiempos durante el resto del partido. Tuvieron un pequeño susto en el último período, pero supieron gestionar la ventaja para que no se escapara la victoria. Así, el equipo blanco sigue invicto en ACB.
El Real Madrid protagonizó una salida fulgurante en ataque. Con Tavares cerrando el aro propio, los de Laso arrancaron el encuentro con un parcial de 2-12 en los primeros cinco minutos. Valencia Basket era incapaz de resolver cómo defender a Jaycee Carroll, que consiguió siete de esos 12 primeros tantos. Jaume Ponsarnau tuvo que dar entrada a Klemen Prepelic para tratar de frentar al norteamericano, pero no lo consiguió. Poco más de tres minutos después, el marcador se había duplicado: una canasta de Tavares colocó un muy contundente 4-25. Los taronja, en lugar de reforzarse en defensa o tratar de frenar el ritmo de juego, intentaron competir al Madrid con sus mismas armas, también desde el tiro lejano y las circulaciones rápidas. Sin embargo, el acierto no acompañaba por igual a ambos conjuntos, pues el Real Madrid estaba mucho más inspirado. Los diez minutos iniciales concluyeron con un contundente 6-28.
La distancia era considerable, pero los hoy locales no estaban dispuestos a dar el encuentro por perdido con tanto tiempo por delante. Los de Ponsarnau salieron mejor en el segundo cuarto, más acertados desde el triple y en la circulación del balón. Aprovechando el descanso de Tavares, Marinkovic, Tobey y Sam Van Rossom mejoraron el ritmo anotador de su equipo. La sensación había cambiado y el encuentro se parecía ahora más a lo que un partido de estas características suele ofrecer. Sin embargo, nadie lo diría solo mirando el marcador: los de Laso habían conseguido que la diferencia incluso aumentara (+23, 21-44, 6’51»). El Valencia, aunque mejoró exponencialmente en ataque, no consiguió reducir la sangría defensiva tanto como le habría interesado. El partido entró entonces en una dinámica de intercambio de canastas que solo beneficiaba al Real Madrid. Alcanzamos el descanso con un todavía abultado 25-50.
El partido iba a ritmo de pasar a la Historia. Los de Laso acumularon 12 tiros de tres en la primera parte, en proyección de superar su récord de triples conseguidos en un encuentro (está en 19). Las pulsaciones todavía no había podido escalar cuando dos técnicas consecutivas terminaron expulsando a un Jaume Ponsarnau que no podía creérselo. La expulsión benefició a los taronja, que se activaron en defensa y secaron al Real Madrid. El equipo blanco tardó más de cinco minutos del tercer cuarto en anotar una canasta con el balón en juego (38-57, 5’16») y el primer triple no llegó hasta el séptimo minuto del período. El Valencia estaba completando sus mejores minutos del encuentro, pero la diferencia seguía siendo amplia. Aun así, los hoy locales consiguieron llevar el encuentro al último cuarto con 55-70 y sensaciones muy diferentes a las de la primera mitad.
Ya no era Halloween, pero Valencia Basket quería darle un buen susto al Real Madrid. Labeyrie abrió la lata y puso al Valencia a 13, aunque Thompkins y Abalde consiguieron sendos triples para volver a marcar distancias (57-76, 1’15»). No obstante, la dinámica no era la misma que en la primera parte. Valencia comenzó a creer en la remontada y endosó a los de Laso un parcial de 14-1. Louis Labeyrie, muy inspirado en ataque, anotó el triple que dejó la diferencia en tan solo seis puntos (71-77, 5’16»). Laso tuvo que detener la buena racha taronja con un tiempo muerto y, a continuación, un triple de Campazzo enfrió los ánimos. El Real Madrid impuso entonces un ritmo algo más lento, de ataques más largos, consciente de que el cronómetro corría a su favor. Con una gestión controlada de los minutos finales, el equipo blanco consiguió terminar el encuentro 78-86.
Con este resultado, el Real Madrid seguirá siendo líder invicto de la Liga Endesa. Los de Laso cuentan por victorias los ocho encuentros que han disputado en el campeonato nacional. La próxima semana viene cargada para el equipo blanco: deben visitar a RETAbet Bilbao Basket en un partido aplazado de Liga Endesa (miércoles, 4 de noviembre, 21:15 horas), viajar al feudo de Zalgiris Kaunas en Euroliga (viernes 6, 19:00 horas) y recibir a Urbas Fuenlabrada de nuevo en el campeonato doméstico (domingo 8, 12:30 horas).
@_albacg
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