Cómoda victoria del Real Madrid en la visita de Gran Canaria al WiZink Center por 105-85. Con menos de 48 horas desde el último partido disputado por los de Chus Mateo, el primer cuarto estuvo igualado, pero los blancos cogieron velocidad de crucero en el segundo y ya no bajaron el ritmo. Ahora, por caprichos del calendario, el conjunto madrileño no volverá a jugar en casa hasta dentro de dos semanas.
Tavares comenzó el partido dominando con su físico en defensa y en ataque. Esto, unido a la inteligencia de sus compañeros para aprovechar los errores en el pase de Gran Canaria, lanzó al Madrid en el marcador (11-2). Jaka Lakovič detuvo el encuentro con un tiempo muerto, realizó los primeros cambios, mejoró la movilidad en ataque y Gran Canaria devolvió el parcial para empatar el encuentro a 13. Entonces fue Chus Mateo el que decidió parar el partido y también le sirvió para cambiar la dinámica. Entre Tavares, Yabusele y Williams-Goss, el Real Madrid volvió a abrir una pequeña diferencia. Hanga volvió a las canchas en Liga Endesa después de su reaparición en Euroliga el pasado viernes y se encargó de convertir los dos últimos tiros libres para dejar el marcador en 25-23 al final de los primeros diez minutos.
El segundo cuarto arrancó con un triple de Dzanan Musa y otro de Sergio Llull para llevar el marcador al 31-25. El bosnio fue uno de los protagonistas del Real Madrid en el segundo período, y terminó la primera parte con 10 puntos. El Real Madrid se beneficiaba de los bajos porcentajes de tiro de Gran Canaria, además de casi doblar a los visitantes en la estadística de rebotes (21 frente a 12 al descanso). La diferencia, poco a poco, fue aumentando para los de Chus Mateo. El equipo blanco se había cargado de faltas demasiado pronto, pero supo aguantar sin hacer la quinta durante muchos minutos. Solo la intensidad de Khalifa Diop impedía que la distancia fuera mucho mayor. Entre tanto, el acierto de Poirier y compañía en el aro rival mantuvo al Madrid por delante. El segundo cuarto terminó con 50-36.
Khalifa Diop abrió la cuenta de la segunda parte para Gran Canaria con una canasta delante de Tavares, pero el caboverdiano respondió de inmediato tras una asistencia de Causeur. El ritmo anotador no bajó en el arranque del tercer cuarto, lo cual beneficiaba a un Real Madrid cuya ventaja no disminuía de los 15 puntos. Tavares llegó hasta los 17 puntos antes del ecuador del período en otra demostración de poderío físico solo contestada por un todavía demasiado joven Diop. Cuando la distancia en el marcador llegó a 20 puntos (65-45), Jaka Lakovič pidió un tiempo muerto, e hizo algo de efecto. El último tramo del cuarto se caldeó por las decisiones arbitrales y el cuarto período llegó con 76-60 en el marcador.
De cara al último cuarto, el Madrid sabía que tenía que explotar su capacidad para mover el balón y para combinar en ataque. El triple con el que Sergio Rodríguez estrenó el marcador fue prueba de ello. Incluso con Tavares descansando, la distancia favorable a los de Chus Mateo seguía rondando los 20 puntos. El intercambio de canastas era positivo para el Real Madrid, que no bajaba sus porcentajes de acierto. Eso no redujo la intensidad ni los piques entre jugadores, que obligaron a ambos entrenadores a pedir calma a los suyos. El equipo blanco llegó a los 90 puntos con un triple de Llull a falta de más de seis minutos para el final y el encuentro no tuvo mucha más historia. Al final, el partido terminó 105-85.
La próxima semana, los de Chus Mateo no tendrán tiempo para descansar. El Real Madrid afronta doble jornada de Euroliga lejos del WiZink: el martes 10 visitará al Estrella Roja (19:00 horas) y el jueves 12, a Alba Berlín (20:00). La Liga ACB regresa dentro de justo una semana (domingo 15, 12:30 horas), también lejos de Madrid, frente a Coviran Granada.
