Crónica: Real Madrid 1-0 Juventus

Un solitario gol de Gonzalo nos da el pase a cuartos de final.

Tocaba partido de leyenda en los octavos de final del Mundial de Clubes. No todos nuestros rivales tienen la historia, los galones y la importancia de toda una Juventus de Turin, villana en ocasiones antañas y víctima del poder madridista en otras finales europeas.

El conjunto italiano venía firmando un buen torneo, goleando en dos de los tres partidos de su fase de grupos aunque también sufrieron una manita por parte del City.

Para la contienda de hoy, Xabi Alonso eligió el siguiente once inicial: Courtois; Huijsen, Tchouaméni, Rüdiger; Fran García, Arda Güler, Valverde, Bellingham, Trent; Vinícius, Gonzalo.

Ofreció muy buena imagen el Madrid de nuevo, aunque en esta ocasión la primera parte costó resolverla más ya que la Juve tiró de paciencia y juego entre líneas para generar mucho peligro a la defensa madridista con Yildiz y Kolo Muani recibiendo muy solos

Precisamente Kolo fue quien tuvo la ocasión más clara del partido para el conjunto bianconero, cuando al minuto 7 de partido y después de plantarse solo ante Courtois enviaba el balón por encima de la portería tras intentar batir al meta belga mediante una vaselina.

Replicó el Madrid con diversos disparos desde fuera del área, mostrando una de esas buenas alternativas en ataque que el año pasado se echaron tanto de menos. El juego estático, sin embargo, no terminaba de entonarse y eso se demostraba en la figura de Gonzalo, quien por mucho que se pegara con la defensa italiana salía perdiendo en la mayoría de jugadas.

Pero el Madrid aceleró el ritmo en la segunda parte y comenzó a meter mucho miedo en la portería de un inspiradísimo Di Gregorio, quien con 10 paradas acabó convirtiéndose en el mejor jugador de los juventinos.

El meta italiano no solo mandaba a corner cada intento desde fuera del área, sino también en el área pequeña con sendos despejes a Fede Valverde tras rematar de chilena y a Bellingham con una mano providencial en el último momento.

Pero como dijimos, la mayor velocidad de juego del Madrid encerró cada vez más al rival y ahí apareció el pie de Alexander-Arnold para meter un bonito centro al área que era rematado perfectamente de cabeza por Gonzalo García, que volvía a marcar con el primer equipo para abrir el marcador al minuto 54.

Volvería Mbappé al equipo tras el susto del virus y entrarían en el tramo final de partido Modric y Ceballos para sujetar el balón y no perderlo en los últimos minutos, otorgando un control y una calma necesaria para mantener el resultado cuando el partido más quemaba.

No hubo tiempo para más y ya solo queda pensar en nuestro próximo rival del sábado, que saldrá de la eliminatoria entre Borussia Dortmund y Rayados de Monterrey.

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