Crónica: Atlético de Madrid 1-1 Real Madrid
La violencia manchó un derby muy pacífico. Empate justo que no ayuda a ninguno de los dos equipos. Militao y Correa, goleadores.
Lo primero de todo, vamos a dejar algo muy claro:
¡FUERA LOS NAZIS DEL DEPORTE! ¡FUERA VIOLENTOS, RACISTAS Y AGRESORES DE LOS ESTADIOS! ¡CIERRE INMEDIATO DE LOS ESTADIOS DONDE OCURRAN LANZAMIENTOS DE OBJETOS!
El partido es lo de menos sabiendo que, una vez más, los 4 tontos de siempre la han vuelto a liar. Esta vez, tirando mecheros o pañales llenos de excrementos, entre otros objetos, a la portería del Real Madrid defendida por Thibaut Courtois. Es el segundo acto violento que vive nuestro fútbol tras el lanzamiento de bengalas de los ultras del Athletic de Bilbao en Roma.
Vergonzoso, sancionable y muy lamentable todo, sobre todo viendo que el partido estaba transcurriendo sobre una balsa de aceite. Los dos equipos se trataban con demasiado respeto, la afición (la normal, el 90% restante del estadio) parecía mantener una línea de tensión competitiva sin polémicas ninguna y los jugadores hacían su parte generando un entorno pacífico y sin mucho que comentar ni revisar ni nada.
15 minutos estuvo parada la contienda, detenida y con jugadores en el vestuario desde el minuto 66. Insistimos en que en estos casos se debería suspender de manera inmediata el partido y otorgar la derrota al equipo cuya afición haya sido culpable de la suspensión, y esperamos que ahora la sanción sea más que ejemplar y se detenga y prohíba la entrada a todo aquel miserable que haya lanzado objetos al campo. Sin miedo.
En cuanto al partido… decir que el empate es justo se podría quedar hasta corto. Quizá estuvo más animado el Atleti en la última media hora, pero el Madrid tuvo su momento donde incluso llegó a adelantarse por medio de Militao en una gran acción ensayada al minuto 64. Lanzó en corto Modric la falta hacia Vinícius, quien se marchó en velocidad de su par y puso un centro al área que enganchaba Militao de volea para, con ayuda de un rebote en Llorente, marcar el 0-1.
Pudo marcar el segundo Vinícius tras un bonito disparo desde la frontal pero Oblak sacaría una buena mano para evitar el gol.
Los cambios no ayudaron al Madrid y la entrada de Fran García y Lucas Vázquez para jugar con doble lateral solo embotelló más al equipo, que pudo sentenciar en botas de Endrick pero el brasileño fue demasiado egoísta y se jugó el gol del Stuttgart… pero esta vez sin suerte para el interés madridista.
El Atleti apretó y Correa, en el descuento, aprovechaba un genial pase al hueco para ganar la partida en velocidad a los centrales madridistas y hacía el 1-1 casi de rebote en el minuto 95. Quedaría tiempo aún para una entrada a destiempo de Marcos Llorente sobre Fran García que le costó la roja al jugador rojiblanco.
El empate fue justo y lo curioso viendo el partido fue que hubiera goles, la violencia fue innecesaria y todos nos marchamos cabreados por distintas razones: el mal juego, el bochorno vivido y porque salimos del derby a 3 del Barcelona cuando podía haber sido solo 1 de ventaja.
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