Tras la debacle de la Copa el Madrid visitaba al Alavés, rival con el que ya tropezó en la primera vuelta. Cierto es, que aquel partido estuvo rodeado por la polémica arbitral, pero tropiezo al fin y al cabo. Y llegaba a Medizorroza sin Zidane, positivo como siempre, pero esta vez por desgracia, positivo por Covid. Bettoni a los mandos y una necesidad imperiosa de cambiar la imagen y la dinámica.
El partido empezaba con un Alavés valiente, buscando al Madrid cerca de su área, cosa que extrañamente nos conviene. Se nos da mejor jugar contra equipos que nos buscan que contra los que nos esperan y se cierran, nos cuesta romper esas defensas.
La primera ocasión sería para los locales con un buen cabezazo de Joselu que se marchaba alto. El Madrid sufría un poco con la presión de los vascos y perdió un par de balones peligrosos cerca del área que resolvió imperial Militao, uno de los mejores en el día de hoy.
Probaría Modric a Pacheco con un disparo muy lejano que se marchaba alto. No fue un buen disparo, pero había que intentar algo más que centros laterales, bien por Luka. Contestarían rápidos los blanquiazules con una buena volea de Martín que se marchaba desviada. El partido empezaba a coger ritmo gracias a la presión de ambos equipos.
Corría el minuto catorce cuando Modric desempolvaba el exterior de su vota y de ella brotaba polvo mágico. Un pase elevado de exterior a Benzema dejaba al francés que con un sublime control se perfiló para el disparo con su pierna derecha. Pacheco repelía el disparo y en el rechace se encontraría con el poste, finalmente Laguardia enviaba a córner. Córner que remataría Casemiro para abrir el marcador. Tocaba no relajarse y mantener el nivel para no despertar a los fantasmas de las últimas semanas.
Pero esta vez el Madrid no cedería ni un paso. Seis minutos después un balón filtrado por Kroos dejaba a Mendy cara a cara con Pacheco, pero el francés que defiende por tres y ataca como un aficionado, se equivoca y en vez de disparar cede buscando a Benzema y la defensa despeja el peligro. Buenos minutos blancos que robaban y corrían. En el minuto treinta sería Hazard quien se internaría en el área y con un buen disparo de interior esta cerca de aumentar la renta, pero el balón se marcha desviado.
El belga se encontraba cómodo y en el cuarenta cedía de tacón a Benzema que fusilaba al portero rival para certificar el dos a cero y el buen momento blanco. El Alavés intentaba sacudirse el dominio de los blancos con un cabezazo desviado de Martin. Tras el saque de puerta y mas de un minuto de posesión, la pelota llega a Kroos que con escuadra y cartabón dibuja una diagonal para que Hazard que entraba solo, reciba, pinche el balón y cruce ante la salida inútil del portero, cero a tres y partido finiquitado.
Nos marchábamos a los vestuarios con la sensación de que podríamos ver unos minutos a alguno de los canteranos convocados y de que el partido había muerto en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Tras la reanudación, los locales endurecieron el partido, con entradas duras y cortes constantes de juego. Esto les funciono bastante bien porque lograron maniatar a los blancos durante varios minutos. Tanto fue así que dispusieron de dos claras ocasiones para acortar distancias. Primero con una volea de Joselu y después con un disparo lejano de Borja, pero a ambas respondió con seguridad Courtois que hasta entonces no había intervenido.
Fue en el sesenta cuando tras un saque lateral de falta, Joselu, que fue el jugador mas peligroso del Alavés, cabeceaba a la red para acortar distancias. Con uno a tres el partido parecía cerrado pero los de Abelardo no tenían intención de bajar los brazos y siguieron endureciendo el juego para parar la salida de balón madridista.
Modric lo volvía a intentar desde lejos para mandar el aviso de que seguíamos aquí y no teníamos intención de dejarnos amedrentar por los pisotones y los empujones vascos. Replicaba Edgar con otra buena volea pero se marchaba desviada, corría ya el minuto setenta y el partido languidecía entre carreras de Vinicius y balones largos de los alavesistas. Benzema se abría en banda para recibir y tras recorrer varios metros conduciendo el balón, recortaba hacia adentro al más puro estilo Robben y cruzaba para hacer el cuarto y definitivo tanto del partido.
Con el partido listo para empaquetar y guardar en el cajón, Lucas Pérez dispuso de una ocasión para maquillar pero cruzaba en exceso.
Buen partido de los blancos que aunque no disipan todas las dudas, si las dejan apartadas una semana más. Importante victoria que hoy más que nunca son mas que tres puntos.