Un doblete de Mbappé y un gol de Camavinga doblegan a un Athletic irreconocible.
Tocaba regreso al futuro en la tarde de hoy, y es que adelantábamos nuestro partido de Liga por aquello de tener el calendario plagado de partidos entre unas competiciones y otras.
Esta vez, se debía a la Supercopa de Arabia… que solapaba la fecha de Liga con la competición foránea. Bromas corruptas aparte, la acción de hoy nos llevaba a San Mamés.
La Catedral recibía engalanada al Real Madrid de Xabi Alonso, en un momento bastante bajo del Athletic, irreconocible en esta primera mitad de temporada. Los pupilos de Alonso formaron con el siguiente 11 titular: Courtois; Carreras, Rüdiger, Militao, Alex-Arnold; Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham; Vini, Mbappé.
Se rompió el partido bastante pronto, cuando un pase largo de Alex-Arnold era magistralmente controlado por Kylian Mbappé que arrancaba con potencia casi desde mediocampo y se iba deshaciendo de rivales hasta llegar a la frontal del área, donde sacó un potente disparo imposible para Unai Simón. 0-1 al minuto 7 y el Athletic que, un partido más, tardaba más de la cuenta en salir del vestuario.
La primera ocasión local llegaría al minuto 25, tras las quejas de San Mamés y con un disparo de Guruzeta arriba ante el que Courtois tuvo que emplearse a fondo para enviar a corner. El meta belga sería también salvador minutos después en un mano a mano de Álex Berenguer en lo que fueron los mejores minutos del conjunto vasco en el partido.
Esta reacción fue, de nuevo, aplacada por el Real Madrid con un Vinícius muy incisivo que se plantaba ante Unai Simón y disparaba al poste en una jugada que, de haber entrado, habría levantado más de un aplauso en la grada.
Pero tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió y así llegaría el 0-2 madridista. Una gran jugada de combinación finalizaba en una genial apertura de Bellingham hacia Arnold. El inglés encontraba la cabeza de Mbappé que, en lugar de rematar, volvía a asistir hacia el otro palo donde Camavinga solo tenía que empujar el balón con la cabeza para marcar a puerta vacía. Golazo del Madrid y partido casi sentenciado.
Pudo acortar distancias el Athletic al inicio del segundo tiempo con un magnífico disparo lejano de Jaureguizar.. pero de nuevo Courtois desbarató la ocasión con una intervención de mucho mérito. No sabemos qué más tiene que hacer Thibaut para que le pongan una estatua en homenaje a tantas y tantas noches en las que nos salvó o, al menos, nos mantuvo a flote en cada partido.
Todo parecía ir sobre ruedas… hasta que llegó la mala suerte en forma de lesiones. Porque aquí ya se sabe que ni ganando 20 a 0 al peor rival inimaginable podríamos estar tranquilos, qué cruz lo del tema físico… Alex-Arnold fue el «elegido» en esta ocasión, justo cuando estaba completando su mejor partido con la camiseta blanca.
No quedaría ahí la maldición, pues Eduardo Camavinga también caería minutos después en las garras de la enfermería. Esperamos que ambas lesiones sean menos de lo que parecen y que puedan volver pronto para ayudar al equipo.
Entre problema y problema, Mbappé conseguiría hacer el definitivo 0-3 tras otro excelso disparo desde la frontal ante el que Unai volvió a reaccionar tarde. Gol 16 en Liga y partido cerrado al minuto 59, pedid un deseo.
De aquí hasta el final poca historia más hubo, quizá un récord negativo reseñable: Rodrygo batió la marca de Mariano de partidos sin marcar. Ojalá la broma no dure mucho más y empiece a facturar, porque es insostenible.
En fin, esta es la historia de una buena victoria en San Mamés. Próxima estación, 7 de diciembre contra el Celta de Vigo en casa, en el Santiago Bernabéu que nos lleva esperando demasiado tiempo. Ojalá sea el inicio de una nueva buena racha.
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