El final cae cruz en Belgrado
Llega la sexta jornada de la Euroliga y con ello una salida y jornada atípica del Real Madrid, esta vez, a suelo serbio, pero para medirse al Maccabi. Venimos de una dura derrota en Serbia también, esta vez a manos del Estrella Roja y toca hacer las cosas bien para afianzarse en la parte alta de la clasificación.
El Real Madrid salió mejor, mostrando mayor ritmo ofensivo y una transición limpia que le permitió adelantarse por 27-17 al término del primer cuarto. La diferencia de diez puntos demuestra un inicio controlado del equipo madrileño, que consiguió mover el balón con fluidez y encontrar tiros liberados. Maccabi, por su parte, tardó en entrar en partido y cometió algunos errores defensivos que aprovecharon los blancos.
La tendencia cambió de manera significativa en el segundo acto. Maccabi reaccionó con energía ofensiva, encontrando mayor acierto y rebotes ofensivos que le permitieron recortar distancias y tomar ventaja al descanso. El parcial del segundo cuarto favoreció claramente a los israelíes, hasta un marcador aproximado de 57-48 a favor de Maccabi al término del tercer cuarto. Según la fuente que indica que al final del tercer cuarto el marcador era 57-48. El Real Madrid pareció desconectarse ofensiva o defensivamente, permitiendo que el rival le ganara la iniciativa.
El tercer cuarto del partido entre Real Madrid y Maccabi Tel Aviv fue un punto de inflexión para el equipo blanco. Tras una primera mitad complicada, el Real Madrid ajustó su defensa y mejoró en la circulación del balón, lo que le permitió imponerse en el parcial por 19-26. Esta reacción estuvo liderada por jugadores como Facundo Campazzo, quien asumió el control del juego, y Mario Hezonja, que aportó puntos clave desde el perímetro. Gracias a este esfuerzo colectivo, el Real Madrid logró reducir la ventaja de Maccabi y se acercó al marcador, dejando todo abierto para un último cuarto que prometía ser decisivo.
El partido terminó de manera dramática: el Real Madrid cayó por un punto tras un triple decisivo de David Blatt para Maccabi Tel Aviv, mientras que la última oportunidad del equipo blanco, un lanzamiento de Mario Hezonja, no encontró el aro. A pesar de la derrota, el Madrid mostró carácter y capacidad de reacción, sobre todo en el tercer cuarto, dejando claro que pudo haber ganado el partido. La diferencia mínima refleja lo equilibrado del encuentro y deja la sensación de que, con pequeños ajustes y un poco más de fortuna, el equipo de Sergio Scariolo podrá competir al máximo nivel en próximos encuentros de Euroliga. La moraleja es que cada posesión cuenta y que la determinación hasta el último segundo puede decidir victorias o derrotas en partidos tan ajustados.
Los comentarios estan cerrados.