Contra viento y marea
Llegaba el Madrid al campo del colista con la necesidad imperiosa de conseguir los tres puntos, sobre todo tras sendas victorias en la tarde de ayer de Atlético y Barcelona. Y tras los noventa minutos, lo mejor del partido fue precisamente eso, la victoria y no perder el ritmo de los de arriba.
El partido se convirtió en uno de esos de ponerse el mono de trabajo, con un viento que dificultaba mucho el control del balón e incluso dar tres pases seguidos. Por suerte, el gol llegaría pronto. A los 7’ un gran pase de Llorente a Odriozola lo centraría el lateral al segundo palo, y Bale, sin dejarla caer y con el interior de su pie izquierdo, hacía el 0-1. A partir de ahí, el Madrid se relajó y quizás lo vio demasiado fácil. Intentaba controlar el partido pero lo hacía sin profundidad y sin ver la portería rival. En el 16’ un paradón de Courtois, que se sigue mostrando firme en la portería, anunciaba que el partido no estaba acabado y que habría que pelear mucho.
El encuentro transcurría sin que viéramos las áreas, y con un Huesca que empezaba a cortar el juego con demasiadas faltas. Aunque como viene siendo habitual, las primeras amarillas fueron para jugadores blancos. En el 26’ la vería Carvajal y el 38’ sería Ceballos el amonestado, en una jugada en la que incluso la falta era demasiado castigo.
En la segunda parte, esta vez con viento en contra, aún vimos menos juego del Madrid. En el primer minuto Melero perdonaba el empate con un cabezazo que salía rozando el palo. Y a los diez minutos, una nueva intervención del meta madridista evitaba el gol del equipo local. Solari no lo veía claro y reforzaba el centro del campo con la salida de Fede Valverde, que sustituía a un desaparecido Ceballos. Bale, que era el único que buscaba el gol, casi sentencia el partido con un remate escorado que sacó in extremis Jovanovic.
Posteriormente, Isco primero, y Asensio después, entraban al terreno de juego por Modric y Bale respectivamente. Pero la salida de ambos fue absolutamente improductiva. Cuando el reloj ya había pasado del 90’ y el 0-1 se sostenía sobre el alambre, Courtois volvía a hacer un paradón y enviaba el balón a córner. De dicho saque de esquina, la iba a tener de nuevo el Huesca, obligando a Carvajal a sacarla bajo palos cuando ya se cantaba el empate.
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