Hace falta más. Crónica: Real Madrid 0-0 Rayo Vallecano

Empate en casa contra el Rayo Vallecano en un partido donde el ataque del conjunto madridista volvió a atascarse y a no finalizar las numerosas ocasiones que tuvo. Susto de Bellingham con una posible lesión en su hombro.

Jornada 12 del Campeonato liguero y el Real Madrid volvía a casa, a nuestro amado Santiago Bernabéu y en un día diferente puesto que tocaba derby y eso, pese a que el rival no fuese el Atleti, siempre se vive de manera especial.

Para el día de hoy, Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial: Kepa; Fran García, Alaba, Rüdiger, Carvajal; Camavinga, Modric, Valverde, Bellingham; Vinícius y Joselu.

El partido comenzó raro, como bien atestigua el hecho de haber tenido que repetir el saque inicial debido a un error del árbitro a la hora de poner en marcha el cronómetro del partido. Una situación, la verdad, curiosa de ver ya que no estamos muy acostumbrados a ello.

Ya en el minuto 6 de partido, Fede Valverde tuvo la mejor y mayor ocasión del Real Madrid en el partido de hoy, aprovechando un error grave en la salida del balón vallecana para plantarse totalmente solo contra Dimitrievsky y fallando en el mano a mano con toda la portería a favor. De esas ocasiones que no puedes fallar y que te cambian el destino de un partido.

Apenas 5 minutos después, sería Jude Bellingham quien fuera el protagonista de una acción peligrosa. El jugador inglés caía de mala manera sobre su hombro y daba el susto al sufrir una luxación, que le provocó quejarse ostensiblemente de dolor y ser atendido por las asistencias médicas en el césped.

A partir de aquí, el guión interpretado en el resto del partido fue siempre el mismo, repetido de manera constante:
Llegada del Madrid, centro al área y despeje de la defensa. Sin muchas más soluciones, ni ideas ni alternativas en ataque que pudieran ofrecer algo distinto que nos acercara al gol que abriera la lata en el marcador.

Una muy buena parada, de nuevo, de Dimitrievsky a un remate de Joselu que se colaba a gol, fue la jugada que llevó más peligro, una vez entrado el Madrid en esa vorágine de bloqueo ofensivo.

La segunda parte, por supuesto, no podía empezar de otra forma que no fuera extraña: un choque entre Vinicius y Dimitrievsky, acabó con el portero del Rayo sufriendo un golpe en su rodilla que casi le deja KO para el resto del partido. Finalmente, se recuperó sin problemas.

Pero en lo que es juego no cambiaba nada la situación. Mucha construcción de juego por parte del Real Madrid, una gran labor defensiva del Rayo pero nada en cuanto a remates de peligro ni goles en ambas áreas.
De hecho, el único gol que hubo tuvo que ser anulado a Vinícius por fuera de juego previo de Joselu, quien estuvo muy desacertado de cara a puerta en el día de hoy.

Ni siquiera la entrada de Rodrygo al campo, quien también dispuso de una muy buena ocasión que se marchó rozando el palo, pudo alterar el marcador.

Me gustaría poder contaros algo más, pero lo cierto que desde la ocasión de Rodrygo hasta el final del partido, no hubo más que momentos en los que nuestros jugadores, en especial Vini y Rüdiger perdían un poco los papeles con los jugadores rivales y el árbitro, hasta el punto de acabar viendo sendas tarjetas amarillas, que en el caso del central alemán además acarrea suspensión.

También es quizá momento para recordar que no se completaron los 5 cambios, habiendo jugadores de ataque suficientes esperando su oportunidad en el banquillo para dar guerra en el campo. No puedes plantarte en el descuento, con jugadores como Brahim, Güler o Nico Paz sentados en el banquillo, y no hacer cambios cuando te juegas el liderato en Liga y encima jugando en casa. Muy mala gestión en el día de hoy.

El último susto lo dio Camavinga, quien se tuvo que retirar por una lesión en el ojo, tras un choque con Falcao.

Pero no dio para más, el partido fue tedioso en general y faltó ritmo, desborde y frescura para poder ganar esto. Hace falta mucho más para poder ganar y esperemos que llegue rápido porque sino, tocará sufrir mucho.

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