#DesdeLaGrada | “Orgullo y entrega”

Quizá porque no estábamos tan acostumbrados a celebrar ya una victoria – al menos en lo que al Campeonato Nacional de Liga se refiere – , viene este #DesdeLaGrada a romper una lanza en favor de Solari y sus muchachos tras lo visto este domingo en el Villamarín.

Porque, aunque es cierto que soporta muchos matices y connotaciones, dadas las circunstancias actuales por las que atraviesa el Real Madrid, esta victoria tiene muchas cosas que pueden servir de refuerzo positivo a este grupo de jugadores deprimido por momentos, apático en ocasiones, pero por encima de todo, responsable al final junto a su cuerpo técnico de llevar a puerto el Drakkar vikingo a final de temporada.

Y es que lo visto en Sevilla debe dejar lugar a la esperanza, por más que haya quedado demostrado que el factor suerte también está acompañando negativamente a los blancos esta temporada; la inoportuna lesión de Benzema es claro ejemplo de ello. Pero como decía, el pasado fin de semana hemos tenido oportunidad de ver lo que cierta ex ministra denominaría “brotes verdes”, a los que trataremos de agarrarnos como si de la planta de las alubias mágicas del cuento se tratara.

Frente al Betis vimos un equipo serio, solidario, con una presión muy arriba, por veces asfixiante sobre el rival, que consiguió robar el balón al equipo local en muchas ocasiones. Este rasgo que muchos vimos como seña de identidad del Real Madrid de inicio de temporada con Julen Lopetegui, fue ejecutado ayer por los de Solari de una forma más que notable durante gran parte del encuentro. El Madrid sabía ayer de la necesidad de ganar a toda costa – chorradas de conjuras post navideñas aparte – y pese a las múltiples bajas, hasta siete, apretó los dientes, juntó líneas, trató de asfixiar a su rival y se postuló a defender cuando las fuerzas no le daban ante el empuje del Betis, que aunque es obvio decirlo, también estaba en el campo. Sin embargo el Madrid consiguió minorar su potencial ofensivo: basta ver las ocasiones en las que los locales lograron tirar a la portería madridista, que fueron muy pocas.

Y sí, el nuevo sistema y modus operandi exigía un excelente tono físico que obviamente los blancos no tenían, pero su entrega fue la que se exige del primero al último en el campo, por lo que no creo que ningún madridista tenga pegas a ese respecto. Empezando por Vinícius, que la víspera del partido estaba con fiebre por la gripe y, consciente de lo que estaba en juego, fue el primero en ofrecerse a su entrenador para jugar, volviendo a tener una destacada actuación.


¿Que hubo cosas que mejorar? Por supuesto. Hay jugadores que mostraron determinadas carencias y otros a los que sigue pesando un bajo estado de forma, pero en positivo también diremos que hasta cinco chavales menores de veinte años contribuyeron decisivamente a lograr una importante victoria en un campo nada fácil en LaLiga.

Y a pesar de que el inconformismo resulte ya desesperante por veces, y que pese a la victoria haya quien busque más posesión, quien reclame haber metido ocho goles al adversario, o simplemente quien esté más preocupado por la ausencia de tal o cual jugador, lo cierto es que el Real Madrid ganó de nuevo en Liga, plantando cara frente a un buen rival que le puso las cosas difíciles, que en ningún caso los merengues merecieron perder el partido y que el equipo mostró – esta vez sí – una actitud digna de elogio en una ciudad donde esta misma temporada se ofrecieron otra cara bien distinta por la que fueron justamente criticados.

Y como es justo dar a quien merece y quitar a quien desmerece, hoy por mi parte estoy en dar, porque no todo van a ser malas experiencias las que vivamos #DesdeLaGrada.

@pepo2204

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