Euroliga ~ Jornada 14 ~ Crónica | Real Madrid 70-82 Fenerbahçe Beko
Derrota con síntomas preocupantes
El Real Madrid atraviesa una tormenta complicada esta temporada, donde las derrotas no solo se explican por fallos técnicos o tácticos, sino por una preocupante falta de alma y carácter competitivo. La derrota por 70-82 frente al Fenerbahçe en el WiZink Center es un reflejo de la fragilidad emocional y la falta de reacción de un equipo que parece perdido en el campo.
Inicio titubeante y errores tempranos
El Madrid empezó el partido plagado de indecisiones, acumulando cuatro pérdidas en los primeros cuatro minutos. Por suerte, el Fenerbahçe tampoco mostró su mejor versión, lo que permitió al equipo blanco mantenerse con vida en el marcador (20-12) al final del primer cuarto.
Sin embargo, el segundo cuarto fue devastador. La entrada de los menos habituales (Feliz, Llull, Ndiaye e Ibaka) no resultó, y el Madrid encajó un parcial de 0-13 en tres minutos, perdiendo el control del partido. Nicolo Melli y Khem Birch fueron claves para los turcos, aportando desde el poste bajo y marcando la diferencia. Nigel Hayes-Davis, con una actuación sobresaliente (14 puntos al descanso), desnudó a una defensa blanca sin respuestas.
Reacción insuficiente y falta de continuidad
Tras el descanso, el Madrid mostró una leve mejoría, con más paciencia en ataque y una actitud renovada. Gabriel Deck y Tavares lideraron este intento de remontada, pero el esfuerzo fue efímero. Bonzie Colson aprovechó su superioridad física sobre Musa, y la falta de Tavares en pista dejó a los blancos sin soluciones ofensivas.
La defensa madridista, inconsistente y mal gestionada, permitió que Hayes-Davis y Baldwin controlaran el ritmo del partido, mientras los rebotes caían del lado turco. El parcial del tercer cuarto (47-60) reflejaba la impotencia del Madrid por sostener cualquier tipo de reacción.
Último cuarto y desplome anímico
Chus Mateo apostó todo al regreso de Campazzo y Tavares al inicio del último cuarto. Un par de acciones positivas encendieron una chispa de esperanza, pero rápidamente el equipo cayó en viejos errores: ataques precipitados, malas decisiones y, sobre todo, falta de concentración. Baldwin, con tres canastas consecutivas, liquidó las esperanzas madridistas.
La frustración explotó en la figura de Hezonja, expulsado tras una protesta airada. Musa y Tavares también estuvieron más pendientes del arbitraje que del juego, un síntoma claro del colapso mental de un equipo sin rumbo.
Conclusiones
Este Real Madrid no solo necesita ajustes tácticos; necesita un cambio profundo en su actitud y liderazgo. La falta de respuesta del equipo y de la afición indica que la situación es más grave de lo que parece. Chus Mateo tiene la responsabilidad de reactivar al equipo, encontrar nuevas combinaciones y, sobre todo, recuperar el espíritu competitivo que siempre ha caracterizado al Madrid.
La temporada aún es larga, pero si no se corrige el rumbo pronto, el daño podría ser irreparable.
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