Crónica: Villarreal 1-2 Real Madrid

Victoria en La Cerámica para dormir líderes gracias a un doblete de Mbappé.

Tras la guerra en Champions, volvía la lucha por el Campeonato de Liga y lo hacía en un campo complicado como es el Estadio de la Cerámica, casa del Villarreal Club de Fútbol.

La tarde de partido comenzaba con una más que razonable amenaza por parte del Real Madrid: si se vuelve a dar esta situación de no respetar las 72 horas reglamentarias de descanso, el Real Madrid no se presentará a dicho partido.

Desde Eterno Campeón respetamos esa amenaza ya que creemos que cae de cajón respetar lo escrito en el reglamento, un reglamento que en la Liga española parece más una palabra de trabalenguas que algo que seguir y cumplir al pie de la letra.

Para la contienda de hoy, Carlo Ancelotti eligió a los siguientes 11 jugadores: Courtois; Fran García, Asencio, Tchouaméni, Lucas Vázquez; Camavinga, Valverde; Rodrygo, Bellingham, Brahim; Mbappé.

Empezó todo muy mal, pues al minuto 7 una buena contra del Villarreal acababa en un gran disparo de Ayoze ante el que Courtois tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol mandando el balón a corner. La pasividad defensiva en las marcas de ese saque de esquina y una serie de rechaces propiciaron que Foyth se encontrase un balón suelto en posición franca para batir a Courtois y estrenar el marcador.

Este gol pareció despertar a un Madrid que, hasta el momento, había salido con la caraja habitual de todos los partidos.

Comenzó a pisar campo contrario el Madrid con ataques lentos, cambiando el balón de banda a banda hasta encontrar los pocos huecos que dejaba la defensa castellonense y acabó encontrando su premio pasado el cuarto de hora de partido. Un balón filtrado hacia Brahim era controlado por el andaluz que primero amagaba y luego remataba contra el cuerpo de Diego Conde. El rechace era aprovechado por Kylian Mbappé para marcar entre varios rivales y así empatar el encuentro a 1.

Apenas 5 minutos después, volvería a marcar el Real Madrid, otra vez en botas de Mbappé. Internada por banda de Lucas Vázquez que centraba atrás, el balón salía rechazado hacia el centro del área y aparecería Kylian para controlar, darse la vuelta y poner el balón en un sitio imposible para Diego Conde. Minuto 23 y el Real Madrid ganaba 1-2.

Tras este gol volvió a caer un poco el ritmo de juego, algo que parecía favorecer al Madrid que intentaba defenderse con la pelota y aprovechar sus pocas ocasiones para intentar hacer el tercer gol. Lo tuvo Rodrygo al filo del descanso con un disparo desde el borde del área, pero el balón fue muy centrado y sin muchos problemas para Diego Conde.

Más problemas generó un disparo cruzado de Pépé, que llevaba veneno pero quedó en nada gracias a la gran estirada de Courtois una vez más.

Ya dentro de la segunda parte, poco podemos contar de un Madrid que acusó muchísimo el tremendo esfuerzo del partido de Champions. No pudo recuperar la energía ni siquiera con los cambios realizados, ya que las entradas de jugadores como Modric, Rüdiger o Vinícius no ayudaron a cambiar la cara seria del equipo, que se había puesto el mono de obrero para trabajar, minimizar daños y mantener la ventaja conseguida.

El Villarreal, por su parte, parecía querer más y la entrada de Thierno Barry al partido en esta segunda mitad propició que los groguets tuvieran mucho más peligro en sus ataques. Los centros al área ahora sí tenían rematador, aunque el francoguineano no encontró su suerte de cara al gol.

También la tuvo Juan Foyth en otro rechace de un corner pero su volea desde el corazón del área grande se marchó por encima de la meta madridista. Más tarde, Ayoze en una gran maniobra dentro del área tampoco era capaz de encontrar el fondo de las redes.

Pudo sentenciar, aun así, el Madrid si una buena contra liderada por Vinícius desde la banda izquierda, hubiese sido mejor aprovechada por Arda Güler que encontró el balón suelto y decidío jugarse el tiro a puerta en lugar de pasar a un Mbappé que estaba solo y en mejor posición para matar el partido. El turco entró al campo en lugar de un renqueante Fede Valverde, aquejado de un golpe, y volvió a dar muestras de jugar los partidos con la ansiedad de querer agradar.

Pero no hubo tiempo para mucho más y lo importante estaba hecho: victoria, 3 puntos y a dormir líderes. Tiempo ahora para parar, descansar y rezar porque no se nos lesione nadie jugando con sus países.

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