Crónica: Atlético de Madrid 4-2 Real Madrid

Derrota en los octavos de final de la Copa del Rey en un mal partido del Real Madrid donde no salió nada de nada y el cansancio jugó su parte. El acierto rojiblanco y los múltiples regalos defensivos de la defensa blanca marcaron el devenir del partido y su resultado final.

Seamos serios, no es un día bueno hoy y a mí me ha pillado el final del partido bastante cabreado, así que de primeras disculpadme si la crónica de hoy queda uno o dos tonos por debajo de lo que me gustaría. Es lo que tiene una eliminación, que siempre dan rabia y más aún si es contra uno de los eternos rivales.

Tocaba Copa del Rey y el espectáculo se movía esta vez al estadio Civitas Metropolitano, casa del Atlético de Madrid.

Los 11 elegidos para el día de hoy fueron los siguientes: Lunin; Mendy, Nacho, Rüdiger, Carvajal; Camavinga, Modric, Valverde, Bellingham; Vinícius, Rodrygo.

Empezó el partido con balón para el Atlético y el Madrid esperando atrás intentando aprovechar la velocidad al espacio con sus tres jugadores de arriba, pero sería el Madrid quien pegase primero con un disparo de Bellingham al larguero tras una buena jugada del jugador inglés en el área.

Minutos más tarde sería el Real Madrid quien volviese a crear peligro en una doble ocasión para Rodrygo y Vinícius, que en ambos casos se encontraron a un inmenso Oblak realizando dos intervenciones de gran mérito para evitar el 0-1.

Pero quien perdona lo acaba pagando y antes del descanso, en el minuto 39, sería Samuel Lino quien se aprovecharía de un pésimo rechace de Rüdiger y una mala salida de Lunin para simplemente empujar el balón y marcar el 1-0.

Sin embargo, la mala suerte andaba hoy con ganas de fiesta y al minuto 45, bordeando al descanso, una falta lejana botada por Luka Modric terminaría en una terrible salida de Oblak, quien acabaría chocando con sus centrales, fallando en el despeje e introduciendo el balón en su propia portería.

Ya en la segunda parte, el partido se reanudó con el mismo guión: otra ocasión perdonada por el Real Madrid, esta vez con una internada de Rodrygo que intentó sorprender a Oblak por su mismo palo pero se encontró con el guante del esloveno para enviar el balón a córner.

Pero, de nuevo, una horrible indecisión defensiva del Real Madrid permitiría al Atlético volver a adelantarse en el marcador. Otra vez Álvaro Morata acabaría marcándonos gol en una jugada que comenzó en un centro horriblemente desviado hacia atrás (otra vez…) por Camavinga y acabó en otro despiste defensivo de Lunin y Rüdiger ante el que Morata solo tuvo que poner la bota para marcar. Demencial la defensa madridista en el día de hoy, imperdonables estos errores.

Llegarían los primeros cambios en el Madrid, entrando Kroos y Brahim en detrimento de Modric y Mendy, y poco después Tchouaméni por Valverde. Destacables los casos de Brahim y Tchouaméni que, pese a entrar de refresco, no aportaron nada en los minutos que jugaron.
Rodrygo en una acción similar a la de Jude en la primera parte acabaría mandando el balón al larguero. Otro palo, el 2° del partido, algo que el fútbol no perdona en partidos grandes.

Precisamente el brasileño sería el siguiente en dejar el campo, permitiendo la entrada de Joselu para revitalizar el ataque. Y sería, de hecho, el delantero gallego quien empataría el partido a 2. Un buen pase de Vinícius a Bellingham acabaría en centro del inglés al corazón del área y rematado casi a puerta vacía por Joselu para hacer el 2-2.
Si bien Lunin tuvo un partido para olvidar, hay que avisar también de que salvó el que podría haber sido el 3-1 en varias acciones de mérito justo antes del gol del empate.

Llegados a la prórroga, viene la crónica de la debacle. Cansados, sin ideas, sin tirar a puerta y, además, regalando otro gol.
Pero antes de ir al gol, destacar una jugada: un pisotón muy claro de Rodrigo De Paul a Dani Carvajal sin balón señalado como falta por el árbitro, un Cuadra Fernández que se llevó la mano al bolsillo para sacar la segunda amarilla hasta que vio al jugador argentino y, por algún extraño motivo aún desconocido, decidió que no era buena idea expulsarlo. Una acción que hubiera supuesto dejar al Atlético con 10 jugadores y toda una prórroga por delante, pero de nuevo las decisiones arbitrales corren en contra de los intereses madridistas, nada cambia…

Acto seguido, hay que dar otro palo a uno de nuestros jugadores: no se puede ir tan blando a un balón como fue Vinícius y sobre todo no puedes perder ese balón en tu campo, es otro de esos errores imperdonables, como el de Tchouaméni viendo la jugada mientras bajaba andando sin defender su banda. Y menos con un jugador tan goleador y talentoso como Griezmann que entró en el área como si estuviese jugando solo y anotó el gol con un gran disparo al primer palo. 3-2 y la sensación de que ya era imposible empatar este partido.

Lo tuvo el Madrid en una jugada donde un disparo de Joselu fue repelido por Azpilicueta, dejando un rechace muerto a Bellingham que se encontró con la oposición de Oblak. El rechace caería en botas de Dani Ceballos, quien anotaría a placer el 3-3… que fue posteriormente anulado por fuera de juego, aunque la toma de VAR que se vio en televisión, una vez más, no aclaraba nada la posición previa de Jude Bellingham en la jugada.

Pero no llegaría nada más por parte del Madrid y sería Rodrigo Riquelme aprovechando una contra quien marcaría el definitivo 4-2.

Partido sin suerte, actitud para olvidar durante muchos minutos del partido, derrota dolorosa y muchas, muchas cosas que mejorar para el resto de la temporada. Hemos tirado un título, hay que ponerse muy serios y que eso no vuelva a pasar esta temporada.

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