Canto al fútbol. Crónica: Real Madrid 3-3 Manchester City

Partidazo en la ida de los cuartos de final resuelto con un empate a 3 goles que deja todo abierto para la vuelta en Manchester. Rubén Dias en propia puerta, Rodrygo y Fede Valverde marcaron para el Real Madrid, mientras que Bernardo Silva, Foden y Gvardiol lo hicieron por los "citizens". La mala noticia en el conjunto blanco es la amarilla a Tchouaméni, que acarrea suspensión.

Partido de ida de los cuartos de final de Champions y el rival no era un cualquiera: venia el Manchester City, el actual campeón de Europa y último equipo en echarnos de la competición de manera muy dura el pasado año.

Estos enfrentamientos con el conjunto inglés se están convirtiendo en todo un clásico de la competición en las últimas temporadas y siempre han dejado buen gusto futbolístico y resultados más que dispares.

Para la noche de hoy, Carlo Ancelotti dispuso el siguiente once inicial: Lunin; Mendy, Tchouaméni, Rüdiger, Carvajal; Camavinga, Kroos, Valverde, Bellingham; Vinícius y Rodrygo.

Por los muchachos de Pep Guardiola, el City formó de esta manera: Ortega; Gvardiol, Ruben Dias, Stones, Akanji; Kovacic, Rodri; Grealish, Foden, Bernardo Silva; Haaland.

El partido comenzó de manera horripilante para el Real Madrid, ya que al primer minuto de juego y de manera totalmente sorprendente nos encontraríamos una falta innecesaria de Tchouaméni, que además fue castigada con una cartulina amarilla que le impedirá estar presente en el partido de vuelta, y un gol de pillo de Bernardo Silva. El jugador portugués del City se sumó a la cadena de errores y aprovechó el resquicio que le había dejado la mala colocación de la barrera por parte de Lunin para meter el balón por el palo del portero y hacer el 0-1.

Consiguió reaccionar el Real Madrid, quien avanzando con calma con el balón conseguiría desatarse la presión del City y el susto del gol inicial, llegando incluso al área rival con peligro. De este buen hacer llegaría el gol del empate, en una jugada de combinación que acabaría llegando a pies de Camavinga, quien desbordaría a Grealish antes de tirar a puerta y que disparo rebotase en la espalda de Ruben Dias. Ese rebote despistó a Ortega y el balon acabó al fondo de las mallas para el 1-1. Precisamente Camavinga sería otro de los jugadores más destacados en la noche de hoy por el Real Madrid, estando en todos lados y aportando solo cosas positivas al equipo.

No tardaría en llegar otra gran alegría, cuando en el minuto 14 de partido Vinícius encontraría en velocidad a Rodrygo, que arrancaba su carrera en campo propio y llegaba al área para batir por debajo de las piernas de Akanji la portería del Manchester City. Otro muy buen gol para hacer el 2-1 y la momentánea alegría.

Tras la remontada, sería el City quien tuviera su turno de apretar en ataque y aquí hay que destacar a una de las figuras del encuentro que no es otro que Antonio Rüdiger que, al igual que el partido de ida del pasado año, se comió a Haaland y le sujetó durante todo el partido para evitar la gran amenaza que siempre suele suponer el noruego.

También fue este un tramo de partido donde el Real Madrid tuvo diversas ocasiones que, de haber entrado, podrían haber cambiado el sentido de la eliminatoria o quizás haber acabado con ella. Pero no hubo suerte, ya que ni Rodrygo ni Vinícius encontraron portería en varios disparos que fueron muy centrados y a las manos del portero en situaciones muy favorables.

Comenzó la segunda parte con el mismo guión favorable al Real Madrid que, una vez más, volvió a perdonar en varias ocasiones de Vinícius y Bellingham. Partido muy dispar de nuestros dos protagonistas, siendo el brasileño mejor valorado con 2 asistencias y el inglés mostrando su partido más dubitativo y errático, como si no estuviera cómodo con su cuerpo ni el alto ritmo de partido.

Y, claro está, esto es la Champions League y ay, amigo, aquí no puedes fallar porque te acaban matando. Y eso fue justo lo que le ocurrió al City. Una segunda parte con mucho más dominio de balón y encerrando poco a poco al Madrid en su área amenazaban con dar más que un susto. Y así fue… 2 jugadas donde el Real Madrid no cerró para nada bien su frontal del area y nadie salió a taponar los disparos rivales acabaron con dos goles de muy bella factura contra el equipo blanco, obra de Phil Foden primero y de Gvardiol más tarde.

No solo pesaban los goles sino la fatiga previa, y ni siquiera las entradas previas de Luka Modric y Brahim, en detrimento de Kroos y Rodrygo, conseguían dar oxígeno al Real Madrid.

Sin embargo, el Real Madrid es mucho Real Madrid y de nuevo conseguiría levantarse de sus cenizas para empatar el partido. Y claro está, viendo cómo se había desarrollado el partido, que el gol del empate madridista debía ser también de una muy alta calidad.

En este caso, un balón de Vinícius desde la izquierda hacia el costado derecho del área encontró a Fede Valverde quien, con una poderosa volea, conseguía batir de nuevo a Ortega y hacer el definitivo 3-3 en el marcador.

No hubo tiempo para mucho más y aquí nos quedamos como al principio, con solamente sensaciones y análisis, un empate y todo abierto para la vuelta.
El sentimiento es dividido, pues el Madrid tuvo la oportunidad de sentenciar y no se consiguió, al igual que el City fue más pausado y casi se lleva una victoria. Muchas conjeturas y 8 días de nervios por delante para dilucidar esto.

De momento, a por el Mallorca este finde.

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