El equipo blanco no logra frenar el ritmo local.
Martes, 11 de noviembre, en el Roig Arena, el Valencia Basket recibe al Real Madrid en un atractivo duelo de la Euroliga que promete ritmo, intensidad y espectáculo. El conjunto taronja, uno de los equipos más ofensivos del torneo, buscará aprovechar su velocidad y el apoyo de su afición para sorprender a un Real Madrid que llega tras una exigente gira de partidos fuera de casa, pero con la experiencia y profundidad de plantilla que lo mantienen como uno de los grandes favoritos al título. El control del ritmo, el acierto exterior y el rebote serán claves en un choque donde se enfrentan dos estilos muy distintos, pero igualmente competitivos.
El partido arrancó muy igualado, con Valencia algo más acertado de cara al aro y Real Madrid intentando imponer su ritmo. Los locales lograron pequeñas ventajas gracias a triples desde la esquina y una defensa lo bastante sólida para frenar los intentos blancos. Al cierre del primer cuarto, Valencia se adelantaba por 22-21.
En este periodo Valencia consiguió dar un paso adelante ofensivamente, incrementando su ventaja merced a buenas conexiones en el perímetro y aprovechando algunos fallos del Madrid. Los hombres de blanco intentaron reaccionar, pero no acabaron de encontrar la fluidez deseada. Al descanso, el marcador señalaba 45-38 para Valencia.
Valencia salió del vestuario con mucha energía, aprovechando su ritmo ofensivo y ejerciendo presión en transición. El Real Madrid intentó contrarrestar con sus recursos habituales, pero no pudo frenar las series del equipo valenciano, que mantuvo o amplió la ventaja hasta llegar al 67-60 al término del periodo. El Madrid mostró signos de reacción, pero no logró cerrar bien los últimos ataques del cuarto.
Valencia continuó al mando desde el inicio del último acto, con buenas decisiones ofensivas y aciertos en momentos clave. El Madrid intentó recortar mediante triples y esfuerzos individuales, pero la ventaja cosechada por el equipo local resultó demasiado amplia. Hacia el final, los taronja gestionaron la ventaja con calma, mientras que los blancos no encontraron el golpe final para meterse en el partido, concluyendo con una derrota por 89-76.
Enésima derrota fuera de casa para los de Scariolo, algo que empieza a preocupar. No hay que perder los nervios, porque Valencia es un equipazo, pero hay que exigir más a este equipo.
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